Colombia: el continuismo del régimen

31/07/2020
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Senado de Colombia
Foto: https://altadensidad.com
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In memoriam de Nelson Contreras Caballero nuestro entrañable compañero de la Comisión de Seguimiento a la Sentencia T760/2008, organismo asesor de la Corte Constitucional a quien el coronavirus nos arrebató. Seguirás con nosotros. Paz en su tumba.

 

Sin ningún rubor ni atisbo de decencia, de manera arrogante, la clase política tradicional colombiana que representa al régimen económico y social oligárquico que nos domina desde hace ya más de dos siglos con muy pocos intervalos de decencia o de representación de los intereses de las clases subalternas, eligió como presidente del Congreso a Arturo Char Chaljub, senador de la República elegido por el partido Cambio Radical orientado por el exvicepresidente, Germán Vargas Lleras.

 

Con 76 votos de 108 senadores que conforman actualmente el Senado de la República antes que la Corte Suprema ordenara el retiro de Soledad Tamayo heredera de la curul de Aída Merlano, condenada a más de 11 años por compra de votos y fraude al elector. Si, con el voto de Soledad Tamayo y con los votos de los partidos tradicionales Conservador, Liberal, Cambio Radical, partido de la U y los senadores cristianos, Arturo Char Chaljub, fue elegido este 20 de julio como presidente del Congreso de la República. Poco importó que estuviera llamado a versión libre a la Sala de Instrucción Penal de la Corte Suprema de Justicia por los posibles delitos de compra de votos, fraude al elector y fuga de presos. Todas estas conductas punibles le son atribuidas por la senadora Aída Merlano prófuga de la justicia colombiana y presa hoy en Caracas. Según Merlano, Arturo Char, fue pieza clave en el entramado de corrupción montado por los clanes de Fuad Char y los Gerlein, no solo para su elección y posterior fuga, sino para la compra de votos para la elección de Iván Duque como presidente de la República.

 

Arturo Char Chaljub es un parlamentario gris sin mérito alguno a no ser por las más de 154 excusas médicas que ha presentado para no asistir a las sesiones del Congreso de la República o el viaje apresurado a las sesiones del Congreso para aprobar la regresiva reforma tributaria de Duque en la legislatura de junio de 2019. Es un candidato del régimen de corruptelas, de puertas giratorias entre el sector público y el privado de su grupo familiar, de clanes políticos tradicionales de la Costa Caribe Colombiana que además se han aliado con grupos paramilitares para mantener el control político que ejercen en una combinatoria de compra de votos, entrega de contratos a empresarios a quiénes después piden cuotas para esa compra de votos. Uno de los miembros del clan, David Char Navas, exsenador de la República, primo hermano de Arturo Char y del exalcalde de Barranquilla, Alejandro Char, está siendo juzgado por paramilitarismo en la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, donde ha reconocido sus nexos con los grupos paramilitares. Este es el nuevo presidente del Congreso de la República de Colombia.

 

Coalición y agenda regresiva

 

La llegada de Arturo Char a la presidencia del Congreso sella además la entrada de Cambio Radical a la coalición de gobierno de Iván Duque Márquez. Con ello se refuerza en el Congreso de la República la coalición de extrema derecha que gobierna al país. La agenda que propone Vargas Lleras es aún más regresiva que la que lleva adelante el uribismo que reasumió el control del gobierno desde la llegada de Duque al poder.

 

Vargas Lleras ha abogado por un reforma pensional regresiva en contra del régimen de prima media y a favor de los fracasados fondos privados de pensiones, el establecimiento del pago y contrato por horas, una reforma cosmética al sistema de salud que ya presentaron, la eliminación o en todo caso la limitación a las consultas previas que han impedido de alguna forma el extractivismo minero en resguardos indígenas y territorios de las comunidades afrodescendientes y campesinas. Promovió con éxito la exclusión de los terceros civiles responsables de armar grupos paramilitares para que concurrieran obligatoriamente ante la Jurisdicción Especial de Paz, JEP. Néstor Humberto Martínez exfiscal general de la Nación renunciado por sus denuncias ligadas a la corrupción del grupo Odebrecht es miembro activo de ese partido. Apoyó a regañadientes el proceso de Paz, pero es un enemigo acérrimo de los acuerdos de Paz. Con su entrada a la coalición de gobierno se refuerza el ala de derecha del gobierno y por primera vez en teoría contarán con una estrecha mayoría para su regresivo proyecto. Recientemente Vargas Lleras se lamentó de que el gobierno no incluyera en su agenda legislativa las reformas pensional y del régimen laboral. (Reforma Inaplazable. El Tiempo julio 26, 2020).

 

Existen temores fundados en los sectores amigos del proceso de Paz en el Congreso que se intente nuevamente un paquete de reformas a los acuerdos firmados por el Estado con la insurgencia de las Fuerzas Aradas Revolucionarias de Colombia, FARC, pese a que dichos acuerdos no avanzan bajo el gobierno de Duque como queda claro en las evaluaciones independientes que se han hecho sobre los mismos. El proceso naufraga entre la indolencia y los ataques cotidianos de sus enemigos. Hasta el día de ayer habían sido asesinados 223 excombatientes de las guerrillas de las FARC en proceso de reincorporación a la vida civil y más de 600 líderes y lideresas sociales han sido asesinados desde la firma de los acuerdos de paz el noviembre de 2016. Como un acto de comprobada incompetencia del gobierno el espacio territorial en que se concentran parte de los guerrilleros en la vereda de Santa Lucía, en el municipio de Ituango, fue trasladado al municipio de Mutata también en el Departamento de Antioquia. Se traslada por el asesinato de excombatientes que se presentaron en ese espacio territorial y el fracaso de las fuerzas de la policía y el ejército acantonados alrededor de dicho campamento para la protección de los excombatientes. Una claudicación del Estado frente a las bandas criminales. Un fracaso del gobierno.

 

Así pues, que nada bueno se podrá esperar para los intereses populares y para los trabajadores, ni para la agenda frente a la pandemia con la llegada de Vargas Lleras y su partido a la coalición de Gobierno. Mientras nos hundimos y Colombia es hoy el nuevo epicentro de la pandemia en América Latina con más de 280 mil contagiados cerca de 10 mil muertos, regiones enteras incluida Bogotá al borde del colapso de su frágil y débil sistema de salud, la agenda que propone el nuevo socio del gobierno de Duque es profundizar el modelo neoliberal de hambre y recorte de los derechos de los trabajadores y de las clases populares de Colombia.

 

Bogotá 30 de julio de 2020.

 

-Pedro Santana Rodríguez es director de la Revista Sur (Colombia)

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/208197
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