El estigma y la discriminación hacia los afectados por Covid-19

24/07/2020
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Foto: Catamarca.com.ar
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Este artículo tiene como objetivo reflexionar sobre la situación de estigma y discriminación que afecta a personas con Covid-19. Esto constituye una vulneración a los derechos fundamentales de estas personas y una barrera en el avance hacia la eliminación de la infección. Ya que sospechamos, según apreciaciones y experiencias con personas en esta condición, se sienten discriminadas por la sociedad, y, en algunos casos, por los profesionales de la salud. Este es uno de los aspectos que ha dificultado el acceso a los síntomas, el tratamiento, y la educación para el cambio, a los posibles grupos de riesgo.

 

Para precisar bien los términos, hay que señalar que la Covid-19 es la enfermedad, y el Coronavirus es el virus. En este caso nos referimos a la enfermedad del Covid-19, y a la infección por Coronavirus.

 

El estigma actúa dentro de una estructura social, donde existe una estructura de poder, y a la persona con Covid-19 se le etiqueta, estereotipa, devalúa y discrimina por distintas razones al ser considerado inferior, pobre, inmigrante, de la tercera edad; a su vez, el estigma y la discriminación puede tener consecuencias potencialmente devastadoras en el cuidado de las personas con Covid-19, pues representa un costo importante tanto para los individuos que la padecen, como para la salud pública de los países que se esfuerzan por contar con políticas públicas que puedan controlar la pandemia.

 

El estigma y la discriminación se presentan también en diversas formas como: rechazo, maltrato psicológico, físico y al ser expulsados de sus lugares de residencia y/o países como residentes.

 

Las oportunidades para acceder al diagnóstico, tratamiento y atención médica constituyen una brecha enorme y desigual en países desarrollados y no desarrollados, y es motivo de estigmatización hacia las personas que proceden de otros países, situación detectada especialmente en migrantes. Esto se refleja también en las leyes antinmigración que han instalado algunos países desarrollados y no desarrollados, para poner barreras a las personas que provienen de países pobres y con una alta prevalencia de la enfermedad.

 

Esto indica, no solo que algunos países se les dificulta el aseguramiento de la terapia, sino que las personas diagnosticadas se enfrentan a barreras actitudinales que limitan el acceso al tratamiento, vulnerando principios éticos fundamentales de la atención en salud, el derecho a la igualdad y acceso a la atención de las personas afectadas. Las consecuencias de esta discriminación provocan sufrimiento a la persona expuesta, que puede llegar a una condición de deterioro, depresión, y, en algunos casos, abandono social.

 

Además, la desigualdad en el acceso a la atención en salud y el nivel educativo de las personas establece una diferencia en la percepción sobre estigma y discriminación en países desarrollados y menos desarrollados. En estos últimos, el estigma y discriminación son más evidentes y se expresan en formas más graves.

 

La condición de discriminación, entonces, es finalmente una conducta de desprecio contra otra persona o grupo, ya sea cultural y socialmente extendido en base a un prejuicio negativo.

 

Como conclusión a lo antes expresado, la estigmatización y discriminación a las personas portadoras de Covid-19 a nivel global sigue siendo uno de los principales problemas a los que las autoridades y organismos internacionales deben hacer frente. La imagen negativa de la enfermedad se ha mantenido a pesar de los importantes avances en el tratamiento y mejora en la calidad de vida de los pacientes.

 

Para aterrizar estas ideas anteriores, so pena de catalogarse como inexactas y desfasadas de la realidad, veamos algunos ejemplos, para observar lo antes expuesto.

 

Ejemplos de estigma y discriminación:

 

1. Llegamos a una reunión familiar con un pariente cercano, quien recientemente le divulgó a la familia que le habían diagnosticado la infección por la Covid-19. Mientras van saludando a todos sus familiares con un abrazo, besos y saludos de mano, una prima titubea cuando saluda a su hermana y dice: “No me voy a contagiar, ¿no?”.

 

2.Estamos saliendo con una chica/o y las cosas se están poniendo más serias entre nosotros. Decidimos que ha llegado el momento de decirle que tenemos la Covid-19. Cuando se lo cuento, ella se enoja y responde que no entiende por qué no saliste con otra persona que ya estuviera enferma; ahora puedo contagiarme.

 

3.Una amiga/o les reúne a usted y varias otras amigas/os para divulgarles que tiene la Covid-19. Una de las primeras reacciones de una es preguntar: “¿Cómo te contagiaste? ¿Sabes quién te contagió?”.

 

4.Durante el partido semanal de la liga de futbol, sale el tema que uno de los jugadores de su equipo había compartido en Facebook que se iba a hacer la prueba para la Covid-19. Esa persona no fue al partido ese día. Varios de los otros jugadores hacen comentarios negativos y críticos.

 

5.En el trabajo, una amiga/o le comenta que uno de sus compañeros de trabajo no debería estar llevando un plato para el almuerzo compartido, a la oficina, porque tiene la Covid-19.

 

Dejo estas ideas para seguir profundizando sobre ellas, y ver cómo podemos afrontar esta realidad.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/208090?language=en
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