Trump, EEUU y América Latina: Crónica de una muerte anunciada

19/06/2020
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La propia ineficacia y pérdida de influencia de EEUU sobre hechos que ocurren en el hemisferio occidental, son la causa inicial del visible descalabro político diplomático de Washington. Pero, además, se produce la confluencia de varios hechos ajenos al COVID que de por sí ya causó 100,000 muertos en EE. UU, a pocos meses del proceso electoral en ese país. Configuran un patrón de injerencia, imposición e intervención en asuntos domésticos que además de su carácter histórico que se remonta a la época de Monroe, es totalmente carente del mínimo pensamiento estratégico. Por un lado, la pérdida de legitimidad de la OEA es una muestra del debilitamiento del sistema multilateral y la cooperación internacional a escala regional y global. Luego, los efectos de la pugna comercial con China que indican que EEUU no es más el mayor socio comercial (14% de exportaciones) frente al ASEAN (16% de exportaciones chinas). Acompañado de la mayor presencia político comercial de China y Rusia, con anterioridad y sobre todo con posterioridad al COVID. Revisemos los puntos más saltantes de esta “crónica de una muerte anunciada”

 

  • El reinicio de la fumigación aérea de cultivos de coca, a pesar de sus consecuencias negativas, y la oposición generalizada entre actores sociales, especialistas y políticos; a partir del establecimiento de una agenda bilateral el 5 de marzo 20201. este intento representa la reanudación de una política ejecutada hasta el 2015 por 21 años, con 1.8 millones de has erradicadas y reemplazadas, profundo daño ambiental, desplazamiento forzoso, y poco efecto en reducir el narcotráfico de los Andes, incluso con medidas de reanudación de cultivo por parte de productores2.

 

  • Despliegue de equipos especializados, como la Primera Brigada de Asistencia de la Fuerza de Seguridad de EEUU asentadas en Fort Branning, Georgia, desde 2017 y anteriormente desplegada en Afganistán. Dicho despliegue, forma parte del acuerdo suscrito con el Presidente Duque denominado “Operaciones Antinarcóticos Mejoradas”, con la implicancia de creciente militarización del Caribe y Pacífico Oriental.

 

  • Acciones de espionaje militar en Colombia, desde los falsos positivos a la fecha, demuestran la intención de penetrar e influir en agencias de seguridad en diversos países del hemisferio.

 

  • La influencia en los hechos ocurridos en Bolivia y la reafirmación de un Gobierno por lo menos influenciable. Ocho meses después de la abrupta salida de Evo Morales del poder, el New York Times da a conocer la falsa data y argumentos usados por la OEA para lanzar sus acusaciones de fraude electoral3, que fueron determinantes para la salida de Morales con inexplicable apoyo militar;

 

  • El intento fallido de penetración en territorio venezolano a través de empresas privadas de seguridad, como Silvercorp. Además de la permanente injerencia directa o a través de “Grupo de Lima”, indebidos e infructuosos reconocimientos obstrucción a esfuerzos de diálogo, amenazas, acusaciones, juicios políticos y procesos por parte de Procurador William Barr contra personajes venezolanos (y no así contra funcionarios hondureños incluido el presidente Juan Orlando Hernández con cargos de narcotráfico, país al que se sigue proporcionando ayuda); como parte de los escenarios de “guerra de baja intensidad” o preventivas aplicados anteriormente en otras partes del mundo y que siguen ejercitando desde países vecinos como Colombia, para asegurar el control geopolítico y apropiarse de recursos como el agua del Acuífero Guaraní en la Triple Frontera.

 

  • Se produce en el mundo un peligroso auge del unilateralismo, el aislacionismo y diversas formas de autoritarismo en el plano doméstico y de las relaciones internacionales, que constituyen un problema respecto del multilateralismo como principio rector de éstas; como lo demuestran las dificultades de Trump para convocar al G-7 y la negativa de Angela Merkel de atender una cita de esa índole; así como el incremento de las sanciones impuestas por el gobierno norteamericano a varios países de la región.

 

  • El uso secreto e ilimitado de laboratorios de bio seguridad de posible uso militar, como ocurre en el Perú en el caso de NAMRU 6 que opera desde el Hospital Naval del Callao y de Iquitos. La Asistencia Militar norteamericana al Perú está dirigida fundamentalmente al tema antinarcóticos (US$ 35´100,000) y en ayuda humanitaria (US$ 20 millones el 2019). Sin embargo, en mayo 2020, la Comisión Nacional de Desarrollo e Investigación Aeroespacial (CONIDA) suscribió un Memorándum de Entendimiento con el US Space Comand, para el uso compartido de instrumentos de control aeroespacial. Mientras, la Amazonía y la población indígena peruana sufre las consecuencias del COVID 19, nos preguntamos. Sería bueno conocer en detalle, ¿cómo ha apoyado este Proyecto del Comando Sur, a paliar sus consecuencias?

 

  • El impacto del asesinato de George Floyd ocurrida en Minneapolis (25/5), reaviva históricas tensiones internas que provienen desde la Guerra de Secesión de 1860 y que hoy se reflejan en la forma como trata el sistema criminal norteamericano a la población afroamericana. Las protestas ciudadanas en 50 ciudades contra políticas y comportamientos racistas y segregacionistas, seguidas de toques de queda y el uso abusivo de las fuerzas de seguridad, así como los intentos fallidos de militarizar las tensiones internas a partir del despliegue del Ejército lo que generó la oposición de varios altos jefes militares, reflejan la poca capacidad de Trump.

 

  • La persistencia de políticas discriminatorias y xenófobas alimentadas desde la propia Casa Blanca contra migrantes, centros de detención parecidos a campos de concentración, deportaciones y expulsiones forzosas incluso de contagiados con COVID a Guatemala, Haití, El Salvador, Jamaica y México, la consiguiente división de familias; Mas bien, demuestran como el impulso de la tensión racial ha acompañado su administración en un intento de conversión de la “guerra contra el terrorismo” del 2001 contra el migrante y los afroamericanos.

 

Esta secuencia de hechos, aparentemente inconexos, muestran un presidente en su último período de su presidencia, que cosecha lo que sembró desde su primer día en la Casa Blanca, matón, irresponsable, arrogante e inescrupuloso. Estando, así las cosas, es de esperar que tenga consecuencias sobre el electorado norteamericano el próximo mes de noviembre.

 

 

 

 

2 “US Counternarcotic Assistance Achieved some Positive Results but State needs to Review the Overall US Approach”, December 2018, United States Government Accountability Office.

https://www.gao.gov/assets/700/695952.pdf

https://www.alainet.org/es/articulo/207374?language=es
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