Cuando Richard Nixon anunció la guerra contra el narcotráfico

17/06/2020
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Richard Nixon (1913-1994)
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El narcotráfico y todas sus secuelas alcanzan hoy una dimensión insospechada tiempo atrás. Constituye, tal vez, la mayor derrota para el poder imperial desde que en 1896 los Estados Unidos de América se constituyeran en la principal potencia del planeta al alcanzar un Producto Interno Bruto superior al del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RU). Una primacía que aún se mantiene salvo que se considere a la Unión Europea (UE) como una unidad con lo cual ésta se ubica a la cabeza con un PIB, medido en términos de poder de compra, ligeramente por encima del de los EUA.

 

Este 17 de junio se cumplen 49 años desde que el entonces presidente de la sede del entonces imperio global, Richard Milhaus Nixon, declarase la guerra contra la cadena de la drogas reputando al narcotráfico como el principal enemigo de su país. “El enemigo público número uno de Estados Unidos es el abuso de drogas. Para poder luchar y derrotar este enemigo es necesario llevar a cabo una ofensiva nueva y plena. Esta será una ofensiva a escala mundial abordando los problemas con las fuentes de oferta, como también con estadounidenses desplegados en el extranjero, donde estén en el mundo y con ello declaro la guerra contra las drogas”, señaló Nixon en una conferencia de prensa en Washington, desde la Casa Blanca.

 

A partir de entonces el gobierno de ese país se fue involucrando cada vez más en apuestas crecientemente peligrosas como las desarrolladas en el continente tal el caso del Plan Puebla-Panamá, aunque disimuladas bajo formas presuntamente cooperativas. En ese marco de desarrolló la expansión del poder militar en América Latina como las posteriores siete bases en Colombia, amén de muchas otras, y se avanzó en operaciones intervencionistas como las ocupaciones militares de Panamá y Granada, siempre bajo las más diversas excusas.

 

También en esa época Nixon libraba varias batallas, todas perdidas. Nixon, ejemplificado por su segundo nombre, Milhaus, en la tira estadounidense “Los Simpson”, burla de la sociedad de ese país, se encontraba de caras a la Guerra de Vietnam, también perdida, lo que lo obligó a una retirada deshonrosa para la potencia imperial. “Diplomacia del ping-pong” mediante se vio obligado a avenirse al reconocimiento de la República Popular China, incluyendo el ingreso de ésta, en reemplazo de Taiwán, en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, aceptando que el gigante del Extremo Oriente, hoy la primera potencia económica, contase con poder de veto.

Donald Trump

 

Las cosas no terminaron allí. El 15 de agosto de 1971, dos días antes de cumplirse dos meses de la guerra contra las drogas, el propio Nixon –un presidente que pasará a la historia grande de su país, aunque no por sus éxitos- debió anunciar la devaluación del dólar estadounidense y su salida del sistema de convertibilidad (u$s 35 por cada onza troy de oro -31,103476 gramos). La devaluación del ocho por ciento inició el camino que hoy hace que la moneda papel de ese país se cotice a razón de alrededor de 1700 unidades por onza troy.

 

Ese día el gobierno estadounidense echó al traste los acuerdos de Bretón Woods (pequeña población rural del estado New Hampshire) por el cual el dólar estadounidense y la libra esterlina del RU se convertían en monedas mundiales de reserva convertibles en oro.

 

La crisis tuvo que ver con la Guerra de Vietnam y con la postura del presidente francés Charles André Joseph Marie De Gaulle de volver al patrón oro y dejar de lado los acuerdos de Bretón Woods. Los EUA estaban en serios problemas y debían buscar nuevos enemigos, como es el caso de la droga y como, décadas más tarde, pasó a ser el Islam, aunque con particularidades bastante curiosas en todos los casos.

 

Sin embargo, con ello no mejoró su situación y, en particular, fue agravando sus mecanismos de injusticia social contra los afros descendientes primero y contra los latinos después como se observa actualmente a partir del reciente asesinato de George Floyd. Para tomar una idea de esa discriminación hay que señalar que los afros estadounidenses constituyen el 14% de los consumidores de drogas en los EUA, pero constituyen el 37% de los arrestados por ese motivo y el 56% de los finalmente encarcelados.

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En tanto sus operaciones militares en distintos puntos del planeta sólo han servido para incrementar la producción de drogas en el mundo como en el más patético caso de Afganistán donde la plantación de amapolas y la elaboración de heroína crecieron exponencialmente en las zonas situadas bajo la ocupación de las tropas estadounidenses, prestas ahora a retirarse según el acuerdo firmado meses atrás por la administración de Donald John Trump. No es nada raro que haya pasado ello si los tres anteriores presidentes de ese país, William Jefferson (Bill) Clinton, George Walker Bush y Barack Hussein Obama, han confesado haber sido consumidores juveniles de drogas.

 

El presupuesto carcelario para los drogadictos en los EUA hoy es el segundo en crecimiento más importante después del destinado a las cuestiones de salud. Según el ex gobernador del estado de Vermouth, Meter Shumlin, cada drogadicto preso cuesta unos u$s 47.000 al año. Como contrapartida no existen políticas de integración social, de mejoras de las condiciones de adecuada inclusión por parte de los sectores de la población de menores ingresos. México es el mejor ejemplo del fracaso de la guerra desatada por Nixon 40 años atrás con enormes carteles de la droga cuyas armas les son provistas por las mismas corporaciones que forman parte del poder económico nacional. Seguramente el 17 de junio de 1971 Nixon y los suyos no pensaban que hoy ese país iba a estar sumado en la crisis que atraviesa más del 10% de su población mientras los sectores del delito organizado incrementan sus recaudaciones, entre ellos el de la droga, pero también otros como los pasantes fronterizos de ilegales que, sólo en 2010, según estimaciones, recaudaron más de u$s 8.000 millones. En tanto, como en la decadencia romana, hay estados que han optado por incrementar sus ingresos fiscales cobrando impuestos a los narco comerciantes.

 

- Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

https://marcelobonelli.cienradios.com/tag/fernando-del-corro/

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207315
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