Donald Trump, George Floyd y Orlando Figueras

08/06/2020
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Hay un refrán africano que dice “No puedes esconder el humo si encendiste fuego”.

 

Desde que llegó el ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump,  al poder con su grupo de esbirros, en su primer discurso a la nación, fue provocativo, amenazador y proyectó su prepotencia, arrogancia, racista, xenofóbico, patrialcalista, dejando entrever que el sería el IV Reich, el tercero había sido el de Adolph Hitler quien le dejó su legado para que unos años después,  al llegar el anticristo Donald Trump,  aplicara esas políticas en pleno siglo XXI.

 

Al parecer el libro de cabecera de Donald Trump es Mi Lucha de Hitler. En ese sentido, como en los tiempo de Hitler , el empresario Trump, comenzó con el internacionalismo fascista, amenazando a países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, aquí en Nuestra América,  y por otro lado a Irán, China, Corea, Siria, entre otros;  es la expansión del fascismo en pleno siglo XXI.

 

Se adueñó de organismos internacionales como la OEA teniendo como esbirro principal al exministro de Relaciones Internacionales del controversial Pepe Mujica de Uruguay, Luis Almagro, que ante su fracaso en ese organismo para buscar una invasión a Venezuela y no conseguir los votos mayoritarios, creó un grupo de servidores y arrastrados del imperio llamado grupo o cartel de Lima encabezado por los gobiernos de Colombia, Brasil, Costa Rica, Honduras, Ecuador, Panamá, Perú, entre otros, intentando también,  por orden de Trump, desestabilizar a la República Bolivariana de Venezuela, sueño hitleriano que no ha logrado con el intento de dos golpes de estado con apoyo de la supremacía banca venezolana encabezada por el dúo Guaidó-López, quienes soñaban con la imperiosa invasión militar gringa a nuestro país.

 

La locura de la ley fascista

 

La agudización del racismo y el exterminio racial racial en Estados Unidos se ha agudizado en tiempos de Trump, sumándole a ellos la xenofobia hacia los migrantes “latinoamericanos”, expresando que son “drogadictos, prostitutas y basuras”, encarcelándolos y separando a niños y a niñas de sus madres y familias y recluyéndolos en celdas inhumanas.

 

El caso es que Trump y su equipo, más las ciento veinte corporaciones más importante de Estados Unidos que lo acompañan, quieren hacer una limpieza racial como la hizo Hitler en los años cuarenta en la Alemania Nazi.

 

El asesinato del afroamericano, George Floyd, fue el caso que derramó la gota del vaso, pues recordemos que otros asesinatos raciales ya se habían dado en la época de Trump siendo el más reciente el del pasado 23 de febrero en Georgia con el joven afro Arbery Ahmaud, a quien un blanco descargó su arma contra la humanidad de ese joven… y no pasó nada. Pero ante la arrogancia de Trump de no atender la pandemia donde decenas de miles afroamericanos estaban muriendo ante la indiferencia de Trump y el asesinato de Floyd, recientemente en Minneapolis (estado de Minnesota), generó una reacción en cadena que se estaba gestando en el espíritu multirracial discriminado del pueblo estadounidense. No hay un Estado de USA que no haya   expresado sus sentimientos contra esta aberración racial, pero insisto no es solo por el asesinato de Floyd es porque la gente se cansó de tantas estupideces y arrogancia del peor presidente que ha tenido ese país.

 

Ante esta situación,  Donald Trump pretende elaborar una Ley acusando de terroristas a los movimientos sociales que llama ley ANTIFA, ANTIFACISTA,  es decir está reconociendo que es un fascista, es el IV Reich. Legalmente él no puede elaborar una Ley contra el terrorismo interno. Los movimientos sociales multirraciales deben abordar una agenda más allá de la coyuntura, de manera que no vaya a pasar lo sucedido con el movimiento de los indignados en España hace 10 años que luego fueron diluidos sin lograr una victoria contundente.

 

CHU CHE RIAS

---------- Nuestro país sigue siendo un país racista, no hay una ley que penalice todavía el racismo. Existe un Instituto y una Ley, pero que nunca se pronuncia sobre la aberraciones raciales en Venezuela.  La Ley de Odio del 2017 en Venezuela no condena los crímenes raciales, debemos auto revisarnos pues sigue imperando la demagogia racial en un amplio sector del Estado venezolano. Quien quiera cifras se las daré, incluso cuando la Asamblea Constituyente no incluyó a los afros como sujetos de derecho. Al optar a la Asamblea constituyente puse mi cargo a la orden públicamente como Cónsul General que ejercía en New Orleans en el año 2017.

 

———Da indignación cuando la gente dice “Las vidas negras importan” con carteles y todo en televisión, pero a pocos les importó la forma cómo asesinaron, apuñalaron y luego quemaron vivo a Orlando Figueras de 21 años un mes de mayo del 2017, en la Plaza Altamira, los fascista de Voluntad Popular, así como a 18 afrovenezolanos más en el país. Aquí no se ha exigido como debe ser la extradición del asesino de Figueras, su asesino está en España. La mamá de Figuera se está muriendo en los valles de El Tuy …la caja del CLAP le llega de vez en cuando…pero está de moda Floyd, todo lo que viene del norte es la agenda pero en Colombia desde que llegó el presidente narcotraficante, Duque han descuartizado, desaparecido, enterrados en fosas comunes cerca de 200 lideresas y líderes afrocolombianos….pero esta de “moda el racismo”…”todos somos Floyd” , “Todos somos Charly Hebdo” pero nuca “fuimos Orlando Figueras” ….miremos hacia dentro y enlacemos tod@s en una lucha global contra la supremacía blanca que en Venezuela está aquí y hay infiltrados en el gobierno…hay una solidaridad hacia Floyd de la boca pa fuera….ya basta de hipocresía racial en Venezuela.

 

——La gasolina puso dos cosas en evidencia:  la corrupción continúa, el contrabando continúa y ahora la división en clases de los que tienen dólares y los más pobres entre los pobres que tienen bolívares…tremendo error Tarek.

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207101
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