Boko Haram, el potente músculo del terrorismo

27/03/2020
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guerra nigeria
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La organización fundamentalista Boko Haram, sin duda la más letal de las que operan en África, en solo dos acciones separadas a unos 500 kilómetros de distancia una de la otra, el lunes 23 de marzo,  eliminó a 139 soldados de los ejércitos del Chad y de Nigeria. Fue una nueva demostración de su capacidad militar frente a las acciones cada vez más lavadas de la fuerza multinacional que combate a esta insurgencia. Desde el 2009 no deja de dar golpes rodeados de la estruendosa espectacularidad a la que es tan adepto su mesiánico líder Abubakr Shekau. Desde entonces, ya son cerca de 50 mil los muertos, casi dos millones desplazados mientras que otros ocho necesitan ayuda humanitaria, en el noreste de Nigeria, por acciones del grupo insurgente.

 

Los comandos de los muyahidines nigerianos, posiblemente miembros de la sub-facción o khatiba liderada por Mallam Bakura, quien habría sido muerto en una acción militar el pasado 13 de marzo, que operan en la región del lago Chad mataron a 92 soldados en un ataque que se inició a la cinco de la mañana y se extendió hasta el mediodía, en una base del ejército chadiano de la península de Boma, en la provincia de Lac en el oeste del país. El presidente del país, Idriss Déby Itno, quién se trasladó al día siguiente al lugar del asalto, declaró: “Esta es la primera vez que hemos perdido a tantos hombres. El enemigo ha asestado un duro golpe a nuestro sistema de defensa en esta área”.

 

Se conoció que los terroristas, al tiempo que atacaban la base, tuvieron capacidad para evitar la llegada de otras unidades militares que llegaban en apoyo de la unidad asaltada. En el ataque, los milicianos de Boko Haram destruyeron unos 24 vehículos del ejército, incluidas varias unidades blindadas, al tiempo que una importante cantidad de armamento e insumos militares fueron requisados por los terroristas que abandonaron el lugar en cinco lanchas rápidas.

 

Boko Haram, en los últimos meses, ha incrementado sus acciones en toda el área de los pantanos de la cuenca del lago, mientras se desvanecen las acciones de las fuerzas conjunta. Desde 2015, los países de la región han estado luchando contra los terroristas en el marco de la Fuerza Conjunta Multinacional (MNJTF), una coalición regional conformada por unidades militares de Benín, Chad, Camerún y Níger, a las que se unen distintos comités de vigilancia integrados por civiles de las poblaciones afectadas por los fundamentalistas.

 

Tras su visita a la provincia de Lac, el presidente Idriss Deby ha decretado “zona de guerra” en dos departamentos de esa provincia, imponiendo el estado de emergencia. La medida entró en vigor desde la medianoche del viernes 27 y se extenderá hasta la medianoche del 16 de abril. Con esta decisión, Déby otorga a las autoridades militares y administrativas de la provincia, bajo la supervisión del ministro de Defensa y del de Administración Territorial, poder para prohibir la circulación de personas y vehículos y establecer zonas de protección o de seguridad, en las que se regule la presencia de personas. La medida también prevé el cierre de fronteras de los departamentos afectados, la clausura de bares y salas de espectáculos a partir de las 22 horas, y cualquier tipo de reunión, manifestación o protesta por lo que cualquier anomalía se castigará con penas de prisión.

 

Prácticamente en el momento que la base de la península de Boma (Chad) era atacada, otros comandos de wahabitas mataron al menos a 47 soldados en el norte del estado de Yobe (Nigeria) siendo la acción más letal contra tropas del ejército nigeriano, en varios años. Los milicianos de Boko Haram ametrallaron los vehículos militares. Una importante cantidad de sobrevivientes fue transportada a hospitales en Damaturu y Maiduguri, para ser tratados de diversas heridas.

 

La emboscada se produjo contra un convoy militar que acababa de dejar la ciudad nororiental de Maiduguri llevando municiones, cuando se aproximaba a la aldea de Gorgi. Según el Coordinador de la Dirección de Operaciones de Medios de Defensa (DDMO), el general John Enenche, lo lugareños han sido responsables de la masacre por filtrar información a los terroristas sobre el movimiento de tropas, cuando esos efectivos regresaban a su base tras una acción militar exitosa, que se realizó entre el 21 y 23 de marzo, en el marco de la Operación Bien Hecho o en lengua hausa; Lafiya Dole puesta en marcha en mayo de 2016. Según el general Enenche, rápidamente los mandos de la plataforma de Vigilancia de Inteligencia y Reconocimiento (ISR) ordenaron un ataque aéreo contra los insurgentes “inmovilizando o matando a algunos terroristas y destruyendo un camión armado. Algunos otros que alcanzaron a huir, en acciones posteriores fueron barridos”.

 

Todavía no ha sido aclarado la autoría de la emboscada, ya que algunas fuentes señalan que habrían sido miembros del Yama'at Ahl al-Sunnah Wal Jihad Lil Dawa (Estado Islámico de la provincia de África Occidental) o ISWAP, escindida de Boko Haram en 2016 y liderada por Abu Musab al-Barnawi, hijo del fundador de la organización muerto en 2009 Muhammad Yusuf.

 

El rayo que no cesa

 

Con estas dos nuevas acciones, tanto Boko Haram como los ISWAP, demuestran que siguen en condiciones de contener las embestidas del ejército nigeriano, en su territorio, y de la Fuerza Conjunta Multinacional, y de continuar sus acciones en el extremo norte de Camerún, donde, a lo largo de 2019 y comienzos de 2020, se registraron 275 muertes en los ataques terroristas, la mayoría de ellos contra civiles (Ver: Nigeria: La amplia estela del terror.)

 

Un día antes de los ataques en Bomo y la aldea Gorgi, un grupo no identificado asesinó a unas treinta personas pertenecientes a las patrullas de voluntarios civiles que dan apoyo local al ejército, a las fuerzas policiales y al Cuerpo de Seguridad Civil y Defensa de Nigeria (NSCDC) en el bosque de Galkogo, en el área de Shiroro del estado de Níger (Nigeria)

 

Fuentes militares dijeron que los agentes de seguridad atacaron a los desconocidos y que les habrían provocado varias bajas, aunque no se ha informado si el grupo no identificado pertenece a alguna de las organizaciones terroristas que operan en el norte del país, ya que el portavoz de la policía solo se limitó a declarar frente a la demanda de los periodistas: “Este problema es puramente militar, le insto a que se ponga en contacto con los militares porque ellos son los que lo manejan”.

 

Esta no es la primera de las acciones sucedidas en el estado de Níger, provocada por presuntos “bandidos” que ya han provocado decenas de muertes, además de innumerables secuestros

 

La crítica situación de la seguridad en el norte de Nigeria, que se replica en varios países vecinos, por el accionar de Boko Haram y los ISWAP, se conecta con el contexto cada vez más grave del  norte de Mali, y que desborda hacia Burkina Faso y Níger con la presencia de dos poderosos grupo vinculados a al-Qaeda y al Daesh, en primer lugar el Jamaat Nusrat al-Islam wal Muslimin (JNIM), y en segundo, el Estado Islámico del Gran Sáhara (ISGS)

 

En Burkina Faso,  durante 2019,  la letalidad de las acciones terroristas produjo varios centenares de muertos y el desplazamiento de casi un millón de personas, y en Níger las acciones en el sector fronterizo de Níger con Mali provocaron, entre diciembre pasado y enero, la muerte de 174 soldados, sellando también un “récord” de bajas para Níger, que tampoco puede contener los embates integristas, que sin duda se multiplicarán a medida que el Covid-19 ocupe la atención y los recursos de las naciones.

 

-Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/205534
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