El abrazo de la anaconda…

12/03/2020
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Foto: ALAI/Archivo
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¡Jajá! Nos da miedo sólo pensar en ese abrazo de muerte… América Latina está ahogada en el abrazo de la anaconda: Honduras, Ecuador, Colombia, Brasil, Chile, Paraguay… para citar sólo unos países. Hoy en Ecuador sufrimos este ahogo progresivo y mortal. Todavía discutimos si los 10 años de la Revolución Ciudadana con el presidente Rafael Correa fue una década ganada o perdida.

 

Esa es la gran disputa entre los ‘correistas’ y los ‘anticorreistas, con todos los grandes medios de comunicación destilando un anticorreísmo visceral y permanente. Rafael Correa practicó un capitalismo social marcado por grandes rupturas favorables a la mayoría de los ecuatorianos. El ‘socialismo latinoamericano del siglo 21’ se quedó en una proclama de campaña electoral. La realidad fue la de un capitalismo social: los ricos siguieron ganando mucho dinero, pero la pobreza disminuyó en 20 puntos. Sí, el gobierno de Correa persiguió a sus opositores más acérrimos y calumniadores. Por otra parte no supo integrar las propuestas del movimiento indígena ni de las organizaciones sociales y sindicales.

 

Grandes logros hablan en su favor: una mejor repartición de las riquezas nacionales, un mejoramiento sin precedente en salud, educación, seguridad social, vías de comunicación, atención a personas en situación difíciles. Varias rupturas históricas aparecieron a los largo de estos 10 años: el desplazamiento de la oligarquía nacional que dejó de controlar el Estado, los ricos pagaron impuestos, los grandes medios de comunicación fueron contrapuestos por la creación de medios públicos de información, se duplicó el salario mínimo, el gobierno de Estados Unidos dejó de ser el padrino obedecido, el pueblo llano recobró su autoestima, se favoreció el turismo tanto nacional como internacional, como nunca se promovió la integración latinoamericana…

 

En las elección presidenciales de 2017, el candidato de la Revolución Ciudadana, el partido de Rafael Correa, Lenín Moreno obtuvo en la primera vuelta 36% de los votos, a pesar de tener todos los demás partidos en contra. Actualmente las encuestas dan a Correa más de 40% de opinión favorable. Frente a las elecciones de 2021, el actual gobierno busca todas las argucias para eliminar a Rafael Correa para cualquier candidatura e impedir que su partido participe en dichas elecciones.

 

El gobierno de Lenín Moreno marcó el comienzo de una traición vergonzosa. ¡La misma noche en que ganó las elecciones, Lenín Moreno pactaba con la derecha tradicionalista que había perdido en las urnas! Luego vino un diálogo nacional que no fue más que una serie de pactos con la oligarquía para condonar sus deudas, suprimirle impuestos, darle libertad a la salida de devisas, otorgarle grandes préstamos, privatizar en su favor grandes sectores estratégicos… y perseguir los militantes correistas, apresar sin mayores pruebas al vicepresidente de la república… Luego, después de la farsa anticonstitucional de una consulta popular amañada, se nombró una comisión de personalidades oligárquicas que destruyeron todos los avances sociales, laborales, económicos e institucionales que favorecían las clases medias y populares, en particular la juventud.

 

La economía del país fue entregada al Fondo Monetario Internacional que permite a los ricos enriquecer descaradamente a costa del empobrecimiento de las mayorías. La política volvió a ser obediencia a los intereses de Estados Unidos y sumisión a las grandes multinacionales. Son realidades fehacientes el aumento de la pobreza, el desempleo masivo y la marginación de las organizaciones indígenas, populares y sindicales. Esta situación de neocolonialismo explotó con el levantamiento nacional del mes de octubre pasado.

 

En octubre de 2018, un levantamiento popular obligó el gobierno a retroceder en el aumento del precio de los combustibles en un 30%. Los transportistas fueron los primeros en protestar, pero cesaron toda manifestación después de pactar con el gobierno beneficios económicos. Retomaron las protestas el movimiento indígenas, las organizaciones populares, sindicales y campesinas, los pobladores de los sectores marginales de las grandes ciudades, en particular los jóvenes y las mujeres. Las informaciones reales corrían por las redes sociales. Después de 13 días de enfrentamientos con la policías y los militares que cobraron 12 muertos, 1200 presos y 1300 heridos, el gobierno aceptó un diálogo con el movimiento indígena que sólo pidió el regresó del precio de la gasolina a su monto anterior. Se salvó el gobierno y tanto el Fondo Monetario Internacional como la embajada de Estados Unidos siguen gobernando el país.

 

Nos quedamos en una ‘Revolución inconclusa’ frente a las elecciones presidenciales del 2021 con organizaciones sociales debilitadas, una población sin mayor conciencia política, una juventud mareada por el consumismo y la tecnología digital, una corrupción campante e impune, un clero alejado de los pobres, una oligarquía al asecho para conservar y aumentar sus privilegios. La anaconda neoliberal no quiere soltar su abrazo morral. Nos queda esperar contra mucha desesperanza y luchar para construir una ciudadanía que tome en sus manos los destinos de una patria herida.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/205207
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