Movimientos populares: El reto de la batalla de ideas

10/12/2019
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Entrevista con William Castillo, Viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela y "comunicador social", en Italia de visita a la Feria de Più Libri Più Liberi

 

William Castillo, periodista, Viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela para la Comunicación Internacional, se ha dedicado sin reservas a organizar el Congreso Internacional de Comunicación, que cerró sus puertas en Caracas, poniendo como siempre su probada experiencia al servicio del proceso bolivariano. Castillo ha llevado a cabo varias tareas importantes, desde la enseñanza universitaria hasta la gestión de la Comisión de Telecomunicaciones, pasando por la presidencia de la televisión estatal, VTV, la fundación de Telesur, y roles gubernamentales, pero prefiere llamarse "un comunicador social", comprometido a desenmascarar la guerra mediática contra la revolución bolivariana y "a aumentar la conciencia de los pueblos con la batalla de las ideas". Lo entrevistamos la víspera de su viaje a Italia. Castillo ha asistido a la feria del libro de Roma Più Libri Più Liberi, para presentar el volumen Hugo Chávez. Así empezó todo, editado por Vadell y publicado al italiano por PGreco. Ha encontrado los movimientos en la sede del Laboratorio Granma, y luego continuará a Pavía, Génova, Campobasso.

 

¿Qué balance hace del Congreso Internacional de Comunicación y cuáles son sus expectativas?

 

El de comunicación fue un congreso muy importante, que concluyó los diversos momentos de solidaridad internacional decididos durante el Foro de Sao Paulo para articular los capítulos de una agenda común de movimientos populares y de izquierda a nivel mundial: “Ahora hablan los pueblos ", esta fue la consigna. Para contrarrestar la campaña de mentiras y noticias falsas difundidas por los grandes grupos monopolistas mundiales, es necesario apoyar las luchas uniéndonos en una red de comunicación que tiene como objetivo elevar la conciencia política de los pueblos, buscando formas adecuadas. Por esta razón, la propuesta de una universidad internacional de comunicación surgió del congreso y debería estar activa a partir del próximo año: lista para recibir estudiantes, activistas de movimientos sociales y de partidos, feministas, ambientalistas, que pueden capacitarse gratuitamente en todas las áreas de comunicación social y adquirir herramientas y tecnología de alta calidad, necesarias para enfrentar la guerra mediática. Veamos lo qué está pasando en Bolivia, donde los medios censuran y ocultan la realidad del golpe y la represión, como sucede en Chile, en Ecuador, en Colombia. Hoy, en América Latina, existen las condiciones para que los movimientos populares se unan en una articulación política y comunicativa. Una idea maravillosa, que el presidente Maduro ha asumido plenamente, aprobando las herramientas para que pueda llevarse a cabo con éxito.

 

Inicialmente, la idea de la universidad se refería solo al continente latinoamericano, luego se extendió al resto del mundo. ¿Cuál puede ser la contribución de Europa, donde el proceso de privatización ha hecho que este curso de capacitación para los sectores populares sea casi inaccesible?

 

El papel que pueden desempeñar esos movimientos sociales, aquellos partidos políticos que han resistido las olas de privatización y racismo en Europa es muy importante. Experiencias que pueden encontrarse con las de Cuba, Bolivia, Nicaragua… Existe una gran capacidad técnica y política que puede aprovecharse en una plataforma de comunicación interactiva que pondremos a disposición de los jóvenes que desean conocer la experiencia de Venezuela y la de países en resistencia en la Patria Grande. Es necesario unirnos en la batalla de ideas para vencer la derecha también conceptualmente, usando las nuevas tecnologías para construir comunidades virtuales conscientes y combativas con una agenda de lucha común. El presidente Maduro ha enumerado una serie de objetivos mínimos en los que podríamos encontrarnos a nivel internacional, buscando una unidad en la diversidad: no a la privatización, no a la precariedad del trabajo, no a la eliminación de las pensiones, por una seguridad social universal... Sí a una educación gratuita y de calidad sí al sistema de salud pública, respeto al medio ambiente, defensa de los derechos de las mujeres, defensa de los derechos de todos los pueblos. Puntos que nos pueden unir más allá de las diferencias. Hemos dado las condiciones para avanzar en la agenda común decidida por el Foro de Sao Paulo, un gran proyecto internacionalista de izquierda que para nosotros es un gran proyecto de lucha. Debemos oponernos a una poderosa campaña mediática y simbólica que, incluso utilizando el poder judicial con fines políticos, quiere destruir la dirección política progresista de toda América Latina.

 

El volumen “Hugo Chávez. Así empezó todo”, que lo presentará en la Feria del Libro de Roma muestra el fuerte enlace entre el comandante y la izquierda radical venezolana durante la Cuarta República. ¿Qué hacías tú en estos años?

 

Siempre he sido un comunicador social. Fui líder estudiantil, luego dirigí el centro de comunicación estudiantil en la Universidad Central, luego fui profesor universitario en el estado de Aragua, siempre en el área de comunicación ... Pero, mientras tanto, permítanme decir que para nosotros es un honor que intelectuales distinguidos dedicaron su tiempo a presentar al público italiano la realidad de Venezuela, el comienzo del movimiento político, de la unión cívico-militar. Es importante volver a ese período, para explicar el contexto en el que tuvo lugar la rebelión cívico-militar de Chávez en 1992. Un hecho tan grande que sorprendió a muchos de los que, como yo, provenían de un discurso antimilitarista en el contexto latinoamericano en el que abundaban los gorilas y los golpes de estado de la CIA. Temíamos un golpe militar. En 2002, después del golpe de estado contra Chávez, al ver cómo la gente lo rescató, muchos se dieron cuenta y se incorporaron a este extraordinario proceso de democracia popular, que devolvió los derechos al pueblo, redistribuyó la riqueza y elevó la bandera de una segunda independencia. Desde el 4 de febrero de 1992, la gente ha dicho no a una década de saqueo y desacrédito de la política. Esa revuelta fracasó, pero a partir de ahí comenzó la construcción de un paso de las armas a la lucha política que condujo a la victoria electoral de 1998 y a la revolución bolivariana que está construyendo una segunda y verdadera independencia para nuestro país y para América Latina.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/203760
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