La historia absuelve a Fidel

06/12/2019
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  • Análisis
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El lunes 25 de noviembre se cumplieron 3 años de la muerte por causas naturales de Fidel Castro Ruz, y no por alguna de las más de 600 formas con las que la CIA pretendió asesinarlo como indica la BBC[1]. A tres años de su partida no se ven desbandes, rebeliones, liberaciones, protestas, sediciones, asonadas, revueltas, caos, desorden, motines, insubordinaciones, etc., como quizá algunos desearon o trabajaron para ello, tras la caída del “inhumano”[2] dictador. ¿Por qué?

 

Brilló por su humildad

 

El historiador Hugo Neira -ex izquierdista, hoy más ubicado en la centro derecha y por ello mismo honesto en su hablar de Castro- dice que conoció a Fidel[3] y que éste sabía escuchar al otro. Buscaba entenderlo para sumarse o contradecirlo. Señala que brilló por su sencillez, humanidad, pasión y su entrega a su causa. Deja entrelíneas que ello le permitió mantenerse en el poder a pesar de disidencias y contradicciones. Lo dice un crítico lúcido de Cuba.

 

Lo positivo reconocido por todos

 

Castro no se dejó seducir por el culto a la personalidad, pues no tuvo estatuas, ni nombres de calles en vida. Fue un personaje raro en el mundo. Un ser humano que buscó la justicia, igualdad, equidad, y puso su talento a esos objetivos. Un animal político por excelencia, en la definición de Aristóteles, que entendió su tiempo, aunque no fue un ideólogo. Dejó un pensamiento no estructurado ideológicamente, pero especialmente legó una práctica, gestos de entrega y de solidaridad, como los que vivió Neira. Dejó actos políticos, más que tesis ideológicas.

 

Por esos signos de entrega al prójimo, fue amado por artistas, intelectuales, escritores, músicos, etc., tanto en Perú, como por ejemplo la excelente crónica de Eloy Jaúregui[4]; como en su querida Cuba donde fue considerado el Padre de la Revolución[5]. Además, por su inteligencia, compromiso y austeridad se ganó el respeto de muchos al interior y fuera de la isla, como H. Neira. Internamente del Che Guevara, que decía que “cuyo particular modo de integración con el pueblo solo puede apreciarse viéndolo actuar”[6].

 

La crítica a Fidel  

 

La derecha dice que fue un caudillo, y sí efectivamente, como etimológicamente caudillo significa cabeza, él fue la cabeza de Cuba. Que fue un dictador, y sí lo fue, en el sentido etimológico de la palabra, es decir, él dictaba las órdenes en Cuba y su revolución. Pero no lo fue en tanto su élan y su visión era la de intentar[7] ser un revolucionario, es decir, alguien que busca transformar una realidad, no servirse de ella, que al final es la característica fundamental de un caudillo[8]. Y no lo fue en tanto él quiso ser un hombre nuevo, como lo definía el Che Guevara[9].

 

Individualista o colectivista

 

Quizá fue un caudillo, pero no fue un individualista. Fue claramente, tajantemente, probamente, un colectivista, un solidario, un fraterno, un prójimo del otro, especialmente del pobre, del desvalido. Por eso, aunque se le atacó y ataca de caudillo, no lo fue porque fue un colaborador del otro. Ese es un rasgo inequívoco de que no hablamos de un caudillo, o en todo caso hablamos de un caudillo de nuevo tipo, tan diferente al original que mejor decir, como Rotiman, que fue un líder. Además, fue líder porque su trazo humano, su conducta social, su visión política, fue un intento de ser un hombre revolucionario, un colectivista, un hombre nuevo, a decir del Che Guevara.

 

Un hombre de su tiempo

 

Todo ciudadano, líder o no, caudillo o no, dirigente o no, es un hombre de su tiempo y de su generación. Fidel lo fue, y fue también hechura de sus coetáneos, de sus contemporáneos influyentes, como el Che Guevara que abandonó todo por seguir haciendo revoluciones. No le bastó una, quiso promover una revolución en el orbe. El continente americano fue su ensayo, el mundo era su meta. La coherencia de un hombre impacta a todos y todas. Líderes como Fidel, no pueden sustraerse a esa influencia.

 

Hombre nuevo, líder nuevo

 

Quizá por guardar la memoria de su amigo, Fidel intentó ser un hombre nuevo en su puesto que él eligió y al que se aferró, el de líder de la revolución. Como decía el Che, “Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.” Quizá Fidel quiso ser ese hombre nuevo, a través de ser un líder nuevo, por lo que, como exigía su amigo el Che, se debe “elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral…”[10] Hasta hoy no se ha probado que tuvo riquezas[11]. Seguro porque no las tuvo, pues hoy con los sistemas informáticos, es imposible ocultar alguna fortuna mal habida.  

 

¿Caudillismo participativo?

 

De allí que al intentar ser un líder nuevo, convirtió, para muchos, el concepto de caudillismo individualista, en un caudillismo participativo, si cabe el término. O mejor, Fidel transformó el concepto de caudillo individualista, y lo convirtió en liderazgo participativo –claro que él le agregó permanente, quizá pudo ser alterno-, por su entrega y capacidad innata política. Será por eso que el régimen cubano no cayó en el totalitarismo ni el autoritarismo violento e impulsivo.

 

Control social

 

Creo que sí hubo control social, o quizá lo hay. Pero fue un hecho histórico dentro de una política que apuntaba a transformar la sociedad y evitar que quienes se oponían violenta y mediante la guerra, lo impidieran. Por eso será que muchos lo aceptaron, lo validaron, lo consintieron. No que estaban 100% de acuerdo, pero fueron persuadidos de su necesidad histórica, es decir de que en ese momento concreto que vivía la revolución, era imprescindible.

 

Y en segundo lugar, porque sin querer queriendo como diría el Chavo del 8, EEUU ayudó a ese control por el bloqueo. Hay que ser poco perspicaz para no darse cuenta que Cuba es el enemigo de EEUU, que busca liquidarlo, infiltrarlo, destruirlo. Y para defender la mejora en la calidad de vida de la gente, que al final ese es el concepto de revolución cubana -de lo cual nadie, ni el más recalcitrante conservador, anticomunista, neoliberal niega o desmiente-[12], se requería eliminar el sabotaje, el deterioro, el daño a la revolución identificando esos “malos” cubanos.

 

Tirano asesino

 

Pero a la vez fue odiado por anticomunistas peruanos rígidos aunque festivos como Jaime Bayly[13], así como por grupos conservadores de derecha del exilio cubano como Radio Televisión Martí[14] donde se le presenta como un tirano asesino. Como se puede analizar, hay más hígado que neuronas, más cólera que paz, más inquina que análisis de la realidad. De allí que Fidel Castro los trascienda, los anula, los invisibiliza. La historia es de los que actúan con fe, con pasión por el servicio, con afán por contribuir con el prójimo.

 

Debes ser frío o caliente

 

Y como en el Apocalipsis (3:16), Castro para unos fue frío y para otros caliente, pero no fue tibio, indiferente, insensible, bucólico, pasivo. El tema no es que ser frío es malo y caliente bueno, o viceversa, sino que lo malo es ser tibio, es no hacer nada. Que no se intente multiplicar los dones que Dios nos dio. Por eso Dios no vomitará a Fidel. Lo acurrucará a su siniestra. Él multiplicó los dones políticos que Dios le dio. Y es que sin duda desarrolló una enorme habilidad política -que hoy se estudia-, para consolidarse en el poder casi 50 años[15].

 

Ni sin, ni contra, tiene que ser con

 

No es fácil. Es imposible gobernar 50 años contra la gente o sin la gente. La única forma es hacerlo con la gente, quizá no con toda la gente, pero sí con una mayoría que aprueba la gestión. No hay forma. Incluso uno puede aceptar al gobernante con errores. Así, para muchos cometió errores –como para el propio Gabo- y por ejemplo particularmente creo que aplicó la pena de muerte cuando quizá pudo ver otras opciones, como la deportación o expulsión[16]. Pero entonces no fue un dictador, fue por el contrario un antípoda de un típico dictador como Augusto Pinochet, que fue condenado por asesinato y se le detectó una fortuna[17].

 

La historia de Cuba

 

Como dice Neira, Fidel fue la historia de Cuba. La hizo, la vivió, la trascendió. Encarnó, fue y dirigió el nuevo régimen socialista, con virtudes y defectos. Se puso delante para defenderla, como un padre, de ataques externos e internos, que no hicieron sino consolidar su liderazgo. De allí que a su muerte en Cuba se hizo una bella canción[18], cuyo sentimiento demuestra más cariño que extrañeza, más calidez que frialdad, más apoyo que enojo. Es imposible que una canción como ésta se haga a un tirano cruel, como Pinochet.

 

Una riqueza diferente

 

Cuba es literalmente una isla, tanto física como política, social e ideológicamente. Único país en el mundo con una sociedad con más igualdad -a pesar de la crítica de Neira[19]- en el continente, sin grandes riquezas económicas, pero con un alto nivel de calidad de vida que es su mayor riqueza[20]. Una riqueza diferente.

 

Bloqueo económico: inhumano

 

A esta acción sí cabe acertadamente el adjetivo de ser inhumano. El bloqueo económico ha sido, es y será siempre inhumano, porque con el fin de golpear una política, un régimen, una persona, etc., al final se mata gente inocente. EEUU se burla una y otra vez de las resoluciones de Naciones Unidas sobre el pedido de Cuba y el mundo, de acabar con el bloqueo que lleva cerca de 60 años. En el 2018, 189 países pidieron el fin del bloqueo inhumano, versus la oposición de EEUU, secundado por su aliado Israel. Este año 187 países lo condenaron[21].

 

Fracaso perfecto

 

Se estima que el bloqueo económico habría generado más de 900 mil millones de dólares de pérdida a la isla[22]. Por sus innegables avances sociales y su pacifismo, que le ha ganado muy buenos aliados, y el respeto del mundo, EEUU no encuentra pretexto para otra invasión, tras su "fracaso perfecto" en 1961[23].

 

Rara avis (ave rara)

 

Y esa "rara avis" que es Cuba, es consustancial a Fidel. Fidel y Cuba fueron uno. Fidel y su revolución se unimismaron en la idea, en la acción, en la fe. No es posible dividirlos, fraccionarlos, segmentarlos. E igualmente no hubo, ni hay, división de poderes al estilo liberal. Hay una democracia a su medida, a su altura, a su estilo. Hay un control de la vida política, ideológica, social, cultural, pero a la vez hay una disposición caribeña a la vida individual muelle, libre, elástica, maleable. En cada esquina hay canto, desfiles, fiestas, porque se sabe que el país está en buenas manos.

 

Confianza al estilo cubano

 

Es esa confianza política[24] entre gobernantes y gobernados el cemento para la cohesión de la revolución. Es la que ha permitido que en Cuba no haya una rebelión como la tuvieron todos los dictadores del mundo; y máxime teniendo en contra al más poderoso país del mundo y muy activo, con un bloqueo increíble, con un aislamiento severo y por tanto con enormes restricciones económicas, que son impuestas para lograr una revuelta social interna, que hasta hoy no ha ocurrido.

 

Una isla, su isla

 

Fidel buscaba a través de su oratoria, de su carisma, de sus ideas, convencer, cautivar, seducir. Y también recoger ideas y propuestas, aunque estén en contra de la suya. Por ello Cuba fue "su" isla, tanto porque tras asumir el poder en 1959, nunca dejó el poder, salvo por la edad y la salud, como porque la dirigió con pasión, con dedicación, con excesos quizá, pero sin ambages ni dudas, y se podría decir, por la forma de su despedida tras su muerte, con ternura.

 

Un balance más objetivo

 

A tres años, el entierro de Fidel en Cuba se ve como la visión de la existencia de un sólo hombre, un sólo país, una sola idea: una revolución. Aunque igual fue afuera, como en Miami, pero allí no hubo congoja sino alegría y festejo. Como se ha analizado, es imposible que la revolución cubana, sesentona, perdurable, sostenible, pacífica, se mantenga unida si Fidel hubiera sido un dictador cruel, ambicioso, individualista, oportunista, megalómano, violento y que no haya buscado la paz sino la guerra. Ello a pesar que algunos critican que se enviara tropas a Angola por interés económico[25]. Pues todo indicaría que fue por solidaridad, aunque hay críticos internos al régimen que se preguntan si ello sirvió de algo[26].

 

Y para otros la participación y triunfo en esa guerra sirvió para superar errores que Fidel y su equipo tuvieron –no se afirma que todo fue acierto en Fidel y la dirigencia- desde la llegada al poder (leer extractos de la extraordinaria crónica de guerra de Gabriel García Márquez[27]). Quizá millones han salido y huido de Cuba. Pero igual, millones se han quedado y seguido a Fidel y su revolución.

 

La historia lo absuelve

 

La historia ya lo absolvió, porque Cuba sigue firme en las convicciones que Fidel encarnaba. Entonces, y así lo demuestra la historia, las suyas eran convicciones de todo un pueblo, no sólo de un líder, de una élite o de un grupo, por más iluminados y predestinados que se sientan. Sin Fidel Cuba sigue peleando como si estuviera él.

 

No importaba Fidel, sino el pueblo y su revolución[28]

 

Sin duda ese es su mayor legado, su mayor virtud, su mayor herencia y trascendencia. Ello a pesar de sus defectos, que los tuvo, como no dejar el poder nunca, cuando quizá pudo estar trabajando por la revolución desde otra posición. La continuidad de Cuba es lo central. Él ha pasado a la historia, no de los festejos edulcorados, sino de aquellos que se hacen cotidianamente por quienes siguen su ejemplo. Ello es quizá la mayor desgracia para los gobernantes de EEUU, que han gastado vidas, dinero, tiempo en “matar” a Fidel, sus ideas y su práctica. Y en ese esfuerzo, condenar sin piedad a un pueblo, como lo hacen a través del bloqueo inhumano.

 

No se puede matar una ilusión

 

No entienden entonces que no se puede matar un sentimiento, una ilusión, un porvenir abrazado por un líder y un pueblo. Para ello debían separar al líder del pueblo y luego matar a todo el pueblo. ¿O quizá si lo entienden?, y por eso continúa el bloqueo, para matar de hambre a un pueblo rebelde, autónomo, libre, independiente. ¿Pero un pueblo puede condenar a otro a la muerte por disentir con sus objetivos y estilo de vida? Eso se vio muy corrientemente en la época colonial e imperialista. Tal parece que ese pensamiento sigue vigente. No es una crítica, es un dato de la realidad.

 

Obrero por el futuro de Cuba

 

La historia viene registrando que Fidel fue un obrero más de la revolución. Que se encaramó desde muy temprano, con el consenso de todos, en el primer puesto, pero que también se lo ganó a pulso, a tesón, a temple, a pasión, a sudor, a ingenio, a astucia. Ojalá el bloqueo acabe, que sería el mayor homenaje que Fidel hubiera deseado. Y desde donde esté seguro viene dando discursos, organizando, dirigiendo, para que su Cuba siga siendo tan revolucionaria como la dejó. Y como dice el ex secretario de la ONU[29], Ban Ki Moon, también las reformas que hoy emprende Cuba, fortalezcan la libertad, el desarrollo y la revolución para seguir dando una mejor calidad de vida a su población.

 

 

[5] Véase los innumerables homenajes en Cuba: http://lademajagua.cu/tag/fidel-castro-ruz/

[7] Digo intentó, porque creo que nadie puede ser 100% un revolucionario durante el 100% de su vida, en tanto nadie puede ser un santo 100% durante el 100% de su vida, pues todos los santos han sido pecadores antes de su transformación a la santidad, o por lo menos seres “normales”.

[8] https://www.rebelion.org/noticia.php?id=166084 interesante artículo de Marcos Roitman Rosenmann, que diferencia caudillos de líderes. En su concepción de líder encaja Castro.

[9] https://www.alainet.org/es/articulo/203122 ver el texto de Gabriel Jiménez Emán en ALAI.

[10] Che Guevara. El socialismo y el hombre en Cuba. (1965) en https://www.marxists.org/espanol/guevara/65-socyh.htm

[11] Ver este informe de la oposición al régimen cubano. https://www.actuall.com/criterio/democracia/el-comunismo-cubano-y-la-fortuna-del-dictador-fidel-castro/ pero “El Mundo” señala que “…Forbes' ha continuado señalando -con al menos tres reportajes- que Castro sí era multimillonario. Pese a ello, no han publicado ninguna prueba o documento que pueda avalar sus cálculos.” (subrayado en el original) https://www.elmundo.es/loc/2016/12/02/58404ca122601dbb038b45c6.html

[12] https://www.actuall.com/criterio/democracia/el-comunismo-cubano-y-la-fortuna-del-dictador-fidel-castro/ En este texto de la contra cubana se dice: “El drama de Cuba es que su marco institucional ha quedado secuestrado por una oligarquía de perversos y psicópatas que oprimen a millones de personas para seguir robando la riqueza del país. No existe la democracia, es decir, no existe la libertad de elegir a los representantes públicos. Ni existe atisbo de independencia judicial de jueces y tribunales. Por supuesto, no existe la libertad de prensa. Ni existe la libertad de reunión. No existe la propiedad privada. Ni existe la libertad empresarial. // Sin embargo, la dictadura comunista en Cuba ha logrado sobrevivir durante 60 años, gracias a la ingenuidad de la comunidad internacional y la debilidad de los Gobiernos de Europa y América.” Ni una palabra de los avances cubanos en salud, educación, etc. Y se cuidan de decir que todo es culpa de ese pueblo que lo aguanto o consiente, sino que derivan la responsabilidad a los otros gobiernos tutelares de la democracia representativa. ¿Es serio eso?

[15]  En promedio los dictadores tienen 30 años en el poder. https://www.cambio16.com/los-dictadores-de-mayor-duracion-del-mundo/

[16] Ver: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38153673 en este informe la BBC casi condena a Castro, y supone que el bloqueo de EEUU a Cuba es porque se cometieron abusos contra los derechos humanos, cuando, como dice Jalife Rahme, fue por no someterse a sus designios: https://www.youtube.com/watch?v=LoxekWTZu6o véase los primeros minutos.

[18] “Cabalgando con Fidel”. Puede escucharla: https://www.youtube.com/watch?v=MBydSAqSQgo

[24] file:///C:/Users/Jes%C3%BAs/Downloads/38523-Texto%20del%20art%C3%ADculo-130874-1-10-20190801.pdf se reconoce mucho que Fidel hablaba, directa o entrelíneas, de la necesidad de que haya una confianza política del pueblo y los gobernantes.

[28] https://news.un.org/es/story/2019/11/1465061 El pedido de cese del bloqueo continúa, tras la muerte de Fidel, en una tarea no cumplida. No importa quién presida Cuba, importa que esa política no siga más. No era Fidel el que no se arrodillaba ante los EEUU para pedir el cese del bloqueo, sino es todo un pueblo digno que pide el cese por derecho, justicia y humanidad.

https://www.alainet.org/es/articulo/203693
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