La escalada de violencia que se ha generado en Ecuador por las decisiones del Gobierno del Presidente Lenín Moreno, se ha desbordado. Tras siete días de paro, el pasado miércoles, 9 de octubre, miembros de la Policía Nacional y las fuerzas de control se enfrentaron contra indígenas, dejando como saldo personas fallecidas.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) por medio de un comunicado denunció que debido a la “represión desmedida por las políticas del Ejecutivo existen compañeros que perdieron la vida”. Entre los fallecidos estarían Inocencio Tucumbi, dirigente de la CONAIE de Cotopaxi, según la Defensoría del Pueblo; José Rodrigo Chaluisa, según informó el dirigente indígena de esta provincia Leonidas Iza; Raúl Chilpe, quien murió al ser atropellado cuando participaba en un cierre de carreteras en la provincia andina de Azuay; Marco Oto, joven que cayó de un puente en el centro de Quito en circunstancias en que la policía reprimía a los manifestantes. Por otro lado, el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión Intriago, informó que, desde el 3 de octubre, han sido detenidas 864 personas, la mayoría de las cuales ha sufrido abusos de la fuerza pública.

El Gobierno del país sudamericano aseguró que ya se han llegado a los primeros diálogos con los pueblos indígenas, algo que fue desmentido en pocas horas por la misma CONAIE. Como si no fuera poco, de nuevo, el Presidente Moreno ha culpado al expresidente Rafael Correa y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de ser los responsables de las manifestaciones, asegurando que es un plan de su parte para “desestabilizar la democracia”.