El bloqueo económico: un crimen contra la humanidad

03/04/2019
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Del colonialismo capitalista al bloqueo del siglo XXI

 

Estados Unidos, en general, fue consolidando su dominación a nivel regional sustituyendo la ocupación colonial española con la constitución de empresas comerciales en la región. Las relaciones coloniales que refuncionalizaron las formas económicas y políticas locales se fueron transformando en relaciones de dominación económica bajo las cuales, poco a poco, van dejando de utilizarse las cadenas físicas y políticas, se empiezan a trenzar otro tipo de cadenas mediante el comercio, las finanzas, el transporte y las comunicaciones.

 

Con la inauguración de Naciones Unidas en 1945, se fundan simultáneamente un conjunto de instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que en conjunto lograron sustituir la dominación colonial por la dominación neocolonial a través del financiamiento del desarrollo y la cooperación técnica, que fueron la forma en que garantizaron el saqueo de los países del sur. Mucho más nueva es la Organización Mundial del Comercio.

 

Poco después, los ejércitos de ocupación fueron derrotados en muchas naciones como India o Argelia, pero en su lugar se instauraban los mecanismos de control más despiadados y efectivos que nunca antes había conocido la humanidad.

 

Las naciones del tercer mundo realizaron intentos por democratizar el derecho de las naciones de forma efectiva en la Conferencia de Bandung: “declarar que el colonialismo, en todas sus manifestaciones, es un mal al que hay que poner fin rápidamente”, pero no pudieron evitar la absoluta hegemonía de la institucionalidad liberal y expoliadora. La transformación del colonialismo moderno en desarrollo capitalista, es una forma de neocolonialismo, que profundiza la subordinación del conjunto de la vida de los pueblos al capital.

 

Trump: Juez y ejecutor del bloqueo

 

La humareda en forma de hongo de las bombas atómicas lanzadas contra Hiroshima y Nagasaki, representa la mayor devastación provocada contra la humanidad por una parte de de la misma humanidad. Fue la destrucción de dos ciudades en las que murieron cerca de 500.000 personas tanto por el impacto de la bomba como por las consecuencias de la radiación.

 

Los pretextos esgrimidos para justificar la utilización de las bombas, no son suficientes para que la tristeza se desvanezca ante lo sucedido: ni la sombra perversa de la guerra iniciada por Hitler ni la propaganda de la supuesta posición salvadora de Estados Unidos para implementar la paz, borrarán de la memoria este horror.

 

Un país, un ejército que se otorga a sí mismo la autoridad de asesinar premeditadamente a tantas personas civiles no tiene justificación alguna. Porque ningún pueblo puede ser exterminado brutalmente sin compasión, habiendo personas adultas mayores, niñas(os), bebés, que no tienen nada que ver con los motivos de las guerras.

 

Si bien toda guerra tiene consecuencias directas e indirectas con la población civil, las bombas fueron lanzadas premeditadamente contra población civil, pero no es la única forma de violencia genocida que ataca a la humanidad. Las guerras han costado millones de vidas a lo largo de los siglos, por ejemplo, 60 millones personas murieron en la II guerra mundial, otras 60 millones de personas murieron en la colonización española en América Latina, etc.

 

Existen otras formas de genocidio legalizado que causan la muerte de 10 millones de personas al año por falta de alimentos y/o enfermedades vinculadas a su escasez, 8 millones son niños. Mientras que 40 millones de personas mueren al año por enfermedades vinculadas a la mala alimentación: enfermedades cardio y cerebro vasculares, presión alta, diabetes, cáncer y otras denominadas enfermedades crónicas no transmisibles.

 

Finalmente, el bloqueo económico es la forma más cobarde y brutal de ejecutar medidas de exterminio contra un pueblo, aunque por lo general, no se llega a percibir la magnitud de sus efectos negativos porque son guerras encubiertas y no declaradas contra la población civil. Son asesinatos lentos y masivos contra los pueblos fuera de toda ética humana que son ejecutados a través de mecanismos financieros y comerciales, llevados a cabo por personeros de los gobiernos imperialistas vestidos con traje y corbata.

 

La decisión de bloquear a una nación simplemente la toma el genocida mundial que ocupa circunstancialmente el cargo de presidente en su país apoyado por toda su institucionalidad nacional y en contra de la voluntad internacional.

 

Significado y consecuencias del bloqueo

 

La economía de la nación bloqueada queda restringida, existe desabastecimiento de varios productos, se elevan los precios de muchos otros, el estado sufre la usurpación de la riqueza dineraria depositada en otros países y es víctima de la conspiración de las divisas. Todos estos ataques son dolor y sufrimiento para el pueblo.

 

La potencia se da el derecho de privar de la riqueza general mundial a una nación que tiene el derecho de intercambiar con todas las naciones del mundo en el marco de la solidaridad e incluso de las mismas reglas del mercado mundial. La misma base de libertad de comercio que postulan y que no es tal, la violan cuando se trata de atacar a sus víctimas.

 

Priva del intercambio completo de un pueblo con otros pueblos, incluso aquellos con los que el pueblo bloqueado no tiene diferencias. Es decir, el intercambio mundial de riquezas y mercancías que se ha desarrollado por miles de años como forma de complementariedad y enriquecimiento mutuo, le es privado a una nación unilateralmente.

 

No existe nación que en la época moderna que pueda producir todos los bienes que consume porque la economía se ha configurado a escala planetaria y cada nación se ha ido adaptando a esa realidad. Aún con la discriminadora división mundial del trabajo, cada nación soluciona, en gran medida, los problemas de supervivencia de su población a través del mercado mundial.

 

Por eso, el bloqueo económico debería estar mínimamente prohibido o penalizado por las naciones del mundo. Es casi tan letal o, tal vez, peor que privar directamente a la población de fuentes de agua, hecho que sí está prohibido. La riqueza es producto del trabajo de los trabajadores a nivel mundial, ningún genocida es su propietario ni puede subrogarse el derecho de privar de las relaciones internacionales a ningún pueblo.

 

El aislamiento de una persona sin contacto ni comunicación con otra por más de catorce días, le genera serios daños físicos y psicológicos. La incomunicación económica de una nación con el resto del mundo, ya sea por unos años como lo están haciendo con Venezuela o por muchas décadas como lo hacen con Cuba, tiene serios daños en la supervivencia de la población de esas naciones. Es un genocidio.

 

¿Socialismo vs capitalismo?

 

Mucha gente de buena voluntad que probablemente no tenga fuentes más diversas de información del acontecer general, es convencida por los medios masivos de que la violencia, el bloqueo y la amenaza de invasión de Estados Unidos a los países como Afganistán, Irak, Libia, Siria, Cuba y ahora Venezuela, se justifica porque sus gobiernos son amenazas socialistas, que supuestamente han fracasado por su ineficiencia y que el capitalismo invasor siendo más eficiente es la solución. De esta forma una parte de los gobiernos, ya sea que están presionados o que se brindan servilmente, dejan de condenar estos crímenes o, por lo menos, son permisivos. En este razonamiento existen algunos problemas serios que deben ser dilucidados.

 

El primero es que cualquier nación del mundo que tenga los problemas políticos internos más diversos, tiene el derecho a la autodeterminación para resolver soberanamente sus conflictos, ningún país, menos Estados Unidos, tiene el derecho de invadir, intervenir y amenazar con la destrucción porque es un grave quebranto del derecho internacional. Pero con su propaganda hacen pasar por salvación sus crímenes, parece ser que las historietas de los comics de superhéroes cumplen su función ideologizadora efectivamente en gobiernos regionales que se venden a apoyarlos.

 

El segundo problema es que no se trata de una competencia entre diferentes modelos de gobierno entre capitalistas y socialistas, se trata de un ataque inhumano de una potencia contra pueblos dignos pero indefensos en relación a la fuerza y brutalidad del imperio. De hecho todos los países invadidos habían demostrado que los gobiernos pueden gobernar para sus propios pueblos mejorando sus condiciones de vida, antes de los ataques económicos y militares.

 

El bloqueo es abuso prepotente pero también es fracaso y miedo

 

La conformación de Prosur por parte de varios países latinoamericanos que se están alineando con Estados Unidos para intervenir Venezuela, para profundizar el neoliberalismo y el saqueo en América Latina, significa el repliegue de Estados Unidos a su supuesto “patio trasero” como consecuencia del debilitamiento de su posición hegemónica a nivel mundial.

 

Saliendo de la II guerra mundial, Estados Unidos jamás pudo consolidar una economía sólida y competitiva en los términos que su modelo liberal de economía de mercado fundamenta. Su industria siempre fue poco competitiva y tuvo que ser apoyada y aceitada por los beneficios de las ventajas extraeconómicas que tenía Estados Unidos, como ser el señoreaje del dólar, la deuda externa de países en desarrollo, el control de los precios y los stocks de varias materias primas, recojo de rendimientos de capital en el extranjero y otros.

 

Estados Unidos invade Vietnam pero sale derrotado por la organización y valentía de un pueblo. Luego de esa experiencia y previamente las invasiones militares, ejerce presión económica sobre las naciones que desea atacar por largos períodos de tiempo, incluso ataca fuentes de supervivencia física como lo hizo en Irak con el agua para su segunda ocupación, con el objetivo de debilitar absolutamente a sus víctimas ya que militarmente, a pesar de su poderío, ninguna de sus invasiones le ha consagrado como triunfador absoluto, no tuvo éxito en su objetivo de someter a los pueblos, solo generó destrucción y neutralización de gobiernos opuestos a su política.

 

Frente la multipolarización de la economía mundial donde emergen bloques que van cobrando fuerza, Estados Unidos utiliza todos los mecanismos para preservar un mínimo de su poder a través de la violencia y el despojo ajeno. Por eso, el bloqueo es el resultado del fracaso de la economía estadounidense que pretende apropiarse del petróleo venezolano para salvarse.

 

Pero también el bloqueo económico es miedo, es su terror a que las naciones empiecen a autonomizarse de su control y que empiecen a desarrollarse por su propia cuenta y para beneficio de su propia población. Estados Unidos está consciente de que si una nación más, como Cuba, demuestra que es posible soportar su bloqueo y conspiración para forjar su propio destino, entonces muchas otras naciones se irán sumando. Esa es la mayor pesadilla por la que Estados Unidos amenaza con invadir y destruir Venezuela.

 

La conspiración contra el sistema eléctrico no es más que la extensión del bloqueo económico para asfixiar al pueblo bolivariano.

 

Sufrimiento y resistencia

 

Es importante que todos denunciemos el crimen velado del bloqueo, su origen y sus consecuencias. Es importante que todos los latinoamericanos detengamos esta forma profiláctica de genocidio para que todas las naciones resuelvan sus conflictos de manera soberana y humana. No puede ser el sufrimiento de nuestros pueblos la escalinata para que Estados Unidos atenúe la profunda crisis en la que se encuentra. Los gobiernos serviles que están retornando al neoliberalismo no se dan cuenta que no hay salida para Estados Unidos, ha fracasado, es una potencia acabada, ni siquiera piensan en un bienestar básico para su propia población.

 

Si bien el bloqueo restringe las condiciones locales de supervivencia, también genera resistencia y dignidad. Estados Unidos se está jugando al todo por el todo para invadir militarmente a Venezuela y, hasta ahora, ha fracasado en varios intentos. Cada vez que falla, el pueblo venezolano se fortalece y proyecta una alternativa a la decadencia de la hegemonía norteamericana.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/199114
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