El neoliberalismo millenial y la campaña de Bolsonaro

26/10/2018
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Ilustración: CELAG
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Comunicación política digital en la campaña presidencial de Jair Bolsonaro

La intensa campaña electoral en Brasil desencadenó un gigantesco respaldo en primera vuelta hacia la candidatura del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 46% de los votos, pero también dejó como saldo una centralidad casi absoluta de las redes sociales dentro de la arena político-mediática del “gigante sudamericano”. Citando las palabras que Manuel Castells atribuye a Philip Howard (2006), este último fenómeno podría tratarse a primera vista de un nuevo episodio de “campañas hipermediáticas”. Sin embargo, el mediactivismo en redes sociales propias y “vinculadas” que desplegó Bolsonaro principalmente entre el pasado 6 de septiembre -jornada en que fue apuñalado en el abdomen durante un acto de campaña en Minas Gerais- hasta abandonar la vida hospitalaria el 29 de aquel mes resulta digno de ser analizado, puesto que durante este período de tiempo se vio obligado por circunstancias excepcionales a recurrir a las diferentes plataformas digitales para la difusión de su imagen y de sus propuestas en tiempo real. Este artículo pretende adentrarse en las características de la exitosa campaña presidencial del excapitán del Ejército desde la perspectiva de la comunicación política digital.



Fuente: https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1041044562909777920


La campaña de Barack Obama del año 2008 significó un verdadero punto de inflexión en la utilización de las redes sociales para los fines de la comunicación política. De allí en adelante, los candidatos del arco político-ideológico más diverso se han valido de las nuevas tecnologías digitales para consolidar discursos tendientes a captar, alcanzar y organizar a sus efectivos y potenciales votantes, sin por ello relegar los actos territoriales, la interacción cara a cara y, por supuesto, la difusión de mensajes en los medios masivos de comunicación más tradicionales. La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, país con una penetración de Internet cercana al 70%, trajo consigo un escenario marcado por el crecimiento del impacto de la actividad en redes sociales y su primacía por sobre otros medios.
 

Fuente: https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1042433640418947072


Neoliberal millenial

Amílcar Salas Oroño y Camila Vollenweider plantean en un reciente artículo[i] que Jair Bolsonaro “le adhiere a aquella perspectiva neoliberal un fascismo declarado respecto de las minorías. (…) Su mezcla de militarismo para la vida cotidiana (en pleno contexto democrático), discurso socialmente elitista y educacionalmente meritocrático, políticas públicas hiperneoliberales y alineamiento directo con EE.UU., hacen de sus posiciones algo novedoso”. En una amalgama entre conservadurismo social clasista y marketing político, el candidato de la ultraderecha despliega a sus 63 años una fuerte devoción por las redes sociales, que le han permitido empatizar con un buen número de electores jóvenes. El crecimiento de las redes de Bolsonaro en el último año fue exponencial: de 4 millones y medio de seguidores (4.719.576) en Facebook, 670.580 en Twitter y 612.043 en Instagram, el candidato del Partido Social Liberal (PSL) ascendió a unos 7,5 millones de seguidores en Facebook, más de 1 millón y medio en Twitter -tal vez su pata más débil en cuanto a cantidad de seguidores, aunque con un alto número de interacciones- y se ubica por encima de los 4,6 millones de fans en Instagram y más de 1,8 millones en YouTube. Bolsonaro cuenta en sus plataformas digitales -a excepción de Twitter, donde lidera Marina Silva- con un número de seguidores superior al de cualquier otro candidato en disputa[ii]. A partir de altos niveles de interacción con sus audiencias, el gran vencedor de la primera vuelta logró expandir su auditorio político en redes: según “Elecciones Sin Fakes”, el 32% de sus seguidores tiene entre 18 y 24 años, convirtiendo a Bolsonaro en el segundo entre los candidatos presidenciales con más seguidores en este rango etario, mientras que en la franja de entre 25 y 34 años encabeza las mediciones.