El presidente chileno Sebastián Piñera y su reivindicación a los pueblos originarios

10/08/2018
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Una sorpresiva decisión del presidente chileno Sebastián Piñera, a contrapelo con el manifiesto desprecio contra los pueblos originarios por parte de buena parte de la sociedad europeizante de América Latina y de algunos de sus gobiernos, implementó un justo reconocimiento a las culturas de los pueblos de la región al impulsar el restablecimiento del nombre Rapa Nui (Isla Grande) al último eslabón del Imperio Incaico conocido desde los tiempos de la colonización hispana como Isla de Pascua.

 

"Queremos hacer un acto de reconocimiento histórico, de reivindicación: reconocer el origen y la historia milenaria de la isla", señaló en ocasión de formular recientemente desde la propia isla la aprobación de un proyecto de ley que viene durmiendo el sueño de los justos en el Congreso de su país desde 2016.

 

Las culturas de los pueblos originarios han venido siendo despreciadas por la predominante historia oficial que se difunde desde las escuelas iniciales hasta los ámbitos académicos y así se desconocen hechos trascendentes para toda la humanidad como la constitución iroquesa del Siglo XII, la segunda más antigua que se conoce, y cuyos 117 artículos sirvieron de base más de seis siglos después para la constitución de los Estados Unidos de América.

 

Tampoco se sabe que el calendario contemporáneo se corresponde con el elaborado por los mayas y adoptado mundialmente también siglos después, en tanto que la moderna siembra directa de la que se ufanan los productores argentinos también era practicada por los mismos mayas desde varios siglos antes de la llegada de los españoles a sus tierras, lo que les permitía unas enormes cosechas que daban lugar a cerca de ocho meses de tiempos libres a una población que podía dedicarse a cosas tales como la investigación científica.

 

Los incas fueron los que llevaron adelante una política de justicia social que llegara a ser que dicho estado mereciera, por parte del historiador Louis Baudin, la denominación de “El Imperio Socialista de los Incas” en el cual no había indigentes al punto de que en su lengua no existía una palabra que significase pobre y en el que su sistema de correos permitía que en un par de semanas una carta, redactada en base a nudos sobre hilos, llegara a los lugares más distantes.

 

La trascendencia de la cultura incaica era levantada en la Argentina por José Francisco de San Martín quién recomendaba la lectura de los “Comentarios Reales” del historiador mestizo Garcilaso de la Vega, más conocido como el Inca Garcilaso, hoy peruano, editados en 1609, y hasta organizó una colecta para su reedición local, cosa que no se concretó ni se sabe que se hizo del dinero obtenido. El propio San Martín, lo mismo que Manuel Belgrano, impulsaban al inca Juan Bautista Túpac Amaru como rey de las Provincias Unidas del Río de la Plata tras la declaración de la Independencia en el Congreso de Tucumán de 1816.

 

Pero los incas también fueron grandes navegadores como que recorrieron la Polinesia; es probable que hayan estado en contacto con los mayas ya que el maíz que era parte esencial de su alimentación, junto con el pescado, era oriundo del norte de América Central y del sur de América del Norte y era el gran cultivo maya al punto de que de él surgieron sus dioses; y hacia el sur recorrieron el Océano Pacífico y llevaron su cultura a Rapa Nui,

 

Túpac Inka Yupanki, quién viviese entre 1440 y 1493 según se estima, hizo del gran fundador del imperio, Pachacuti Inka Yupanki, dedicó buena parte de su vida a la navegación mientras se dedicaba al desarrollo del estado creando el censo general de población, aplicando impuestos para la financiación del estado que generaba trabajos como el desarrollo de la red de caminos mientras en materia cultural se difundía la religión solar y el matrimonio a prueba permitía que los jóvenes determinasen si lo iban a confirmar o desistir al cabo de un  año.

 

Los trabajos de Arturo Bullard y José Antonio del Busto Duthurburu, historiador peruano y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Lima, defienden la teoría de que Túpac en uno de sus viajes llegó a Rapa Nui, además de otras islas del Pacífico sur y para ello el primero se basa en las construcciones de muros y monumentos de clásica arquitectura inca mientras el segundo agrega datos legendarios como la existencia del rey Túpa, a todo lo cual se debe agregar que en la isla existía una suerte de nobleza cuyos miembros eren llamados “orejones”, igual que sus pares del actual Perú.

 

Del Busto Duthurburu en su obra “Túpac Yupanki descubridor de Oceanía” remarca el viaje que llevara al inca a las islas Galápagos y a las de las Perlas, y la de Mangareva, acerca de lo cual también hay coincidencias con los trabajos de los historiadores Pedro Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa quienes señalaron que mientras Túpac Yupanki recorría la zona de Tumbes, Manta y la isla Puna recibió informaciones de comerciantes acerca de la existencia de islas lejanas que ellos conocían y a las que él decidió visitar

 

Al frente de una expedición de 20.000 hombres, dicen los investigadores, visitó Mangareva, a la que denominó Ahuachumbi (cinturón de tejido trenzado, en quechua) y Ninachumbi (cinturón de fuego), que también se presupone eran las Islas Marquesas y de Huahine, donde, al igual que en Rapa Nui, el investigador Jean Hervé Daude, al analizar los monumentos hallados, afirmó también que se trata de arquitectura inca.

 

Siguiendo dichas investigaciones todo indica que la expedición, de unos dos años de duración, partió de Manta, en el actual Ecuador; llegó a la Polinesia y de allí fue a Rapa Nui, como ahora se ha impulsado restablecer su denominación originaria; y desde donde regresó al Cuzco, en Perú, en un viaje que aportó numerosos conocimientos, entre ellos la existencia de los seres humanos llamados despectivamente “negros”, un puñado de los cuales fue trasladado por curiosidad al incanato un par de siglos antes de que llegaran a América como esclavos portados por los colonizadores europeos desd

https://www.alainet.org/es/articulo/194656
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS