Los medios invisibilizan a Lula y Haddad, y Bannon asesora a Bolsonaro

10/08/2018
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Mientras el expresidente Lula da Silva sigue preso y su candidato a la vicepresidencia –y eventual sucesor, de no permitírsele presentarse a las elecciones presidenciales del 7 de octubre- Fernando Haddad, junto a otros dirigentes que los respaldan, fueron impedidos de participar en un debate televisivo, el estadounidense Steve Bannon es presentado como asesor de la campaña del ultraconservador Jair Bolsonaro.

 

De participar en las elecciones, Lula sigue al frente de los sondeos de opinión con un 30%, seguido de lejos por Bolsonaro, quien se convertiría en el favorito en caso que el expresidente no pudiera presentarse.

 

El estratega político que ayudó a Donald Trump a llegar a la presidencia de Estados Unidos, Steve Bannon, será consejero en la campaña del ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro, informó el diario brasileño O Globo. “Bannon se puso a disposición para ayudar, eso, obviamente, no incluye nada financiero. El apoyo será con una sugerencia de internet, de repente un análisis, o interpretar datos, esas cosas”, dijo el hijo de Bolsonaro.

 

“Conversamos y concluimos tener la misma visión de mundo. Él afirmó ser entusiasta de la campaña de Bolsonaro y ciertamente estamos en contacto para sumar fuerzas, principalmente contra el marxismo cultural”, publicó en su cuenta en Twitter.

 

Bolsonaro, quien no esconde su admiración por Trump, es un capitán de la reserva del ejército que, con un discurso autoritario, radical, xenófobo y repleto de ataques contra las políticas raciales y de igualdad, lidera por estrecho margen los sondeos electorales para la presidencia de Brasil si el líder del Partido de los Trabajadores, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, no logra presentarse como candidato.

 

Bannon, ejecutivo de medios estadounidenses, exbanquero de inversiones y expresidente ejecutivo de Breitbart News, un sitio web de noticias de extrema derecha, fue jefe de campaña de Trump y su jefe de estrategia en la Casa Blanca por siete meses, hasta el 18 de agosto de 2017 cuando fue despedido, cuando participó en varias campañas y ha ayudado a varios movimientos políticos europeos de extrema derecha.

 

De acuerdo con las últimas encuestas, en un escenario sin Lula, Bolsonaro es favorito por un escaso margen y lidera las intenciones de voto con un 17 por ciento, por delante de la ecologista Marina Silva (13), el laborista Ciro Gomes (8) y el derechista Geraldo Alckmin (6%).

 

La revista británica The Economist publicó un editorial en el que aseguraba que Bannon es un peligro para la democracia. “Bolsonaro sería un presidente desastroso. Su retórica muestra que no tiene suficiente respeto hacia muchos brasileños, incluyendo a personas gay y negras. Hay poca evidencia de que entiende suficientemente los problemas económicos de Brasil como para poder solucionarlos. Sus reverencias a la dictadura lo convierten en una amenaza para la democracia”, sentenció la revista.

 

Un debate que censuró al PT y a Lula

 

El Partido de los Trabajadores (PT) realizó un “debate con Lula” donde participaron su compañero de fórmula Fernando Haddad, ex alcalde Sao Paulo, la dirigente del partido Comunista de Brasil (PCdoB)- Manuela D’Avila y Gleisi Hoffmann, presidenta del PT. La iniciativa surgió en respuesta al debate oficial que sucedió en paralelo, en el canal de televisión Bandeirantes, en el cual el gran ausente fue el ex mandatario debido a que está preso en Curitiba desde el siete de abril.

 

En el debate paralelo, transmitido en vivo por las redes sociales alternativas, Haddad y sus interlocutores abordaron temas de gran interés social como seguridad, empleo y salud, y expusieron sus propuestas de gobierno. “Haddad tiene en este momento el papel de ser el vice para dar voz al presidente en el día a día de la campaña; es la voz del presidente’’, declaró Hoffmann.

 

Horas antes del debate, Lula divulgó una carta en donde llamó “censura” la actitud de la Red Bandeirantes que no permitió que su representante y candidato a vicepresidente del PT, Fernando Haddad, participe en el debate entre los candidatos a presidentes. “La decisión viola el derecho del pueblo brasileño y también de los demás candidatos a discutir las propuestas de mi candidatura y hasta de que me critiquen mirándome a la cara y yo teniendo derecho a responder”, escribió el ex presidente.

 

Lula denunció la medida de la justicia que le denegó un último recurso para participar en los debates por videoconferencia desde su celda. Asimismo recordó que él es quien lidera las encuestas con una intención de voto del 30 por ciento por sobre los demás candidatos. Lula agregó que la medida de la jueza viola también la libertad de prensa, impidiendo que un medio de comunicación cumpla su deber de informar y prohibiendo a su público ejercer su derecho a ser informado.

 

Haddad, de 55 años, fue Ministro de Educación bajo los gobiernos de Lula y de su sucesora, Dilma Rousseff. Y en 2012 fue electo alcalde de Sao Paulo, la capital económica y financiera del país. Ante la posible denegación de la candidatura de Lula, quien se encuentra cumpliendo una pena de 12 años y un mes luego de que el juez Sérgio Moro lo condenara por la causa Lava Jato, Manuela D’Avila se presentaría como vicepresidente del ex alcalde.

 

El PT inscribirá formalmente la candidatura de Lula el 15 de agosto, último día del plazo legal, y convocó para esa misma fecha a miles de simpatizantes a movilizarse a Brasilia para dar su apoyo al histórico líder de centroizquierda. En los comicios de octubre se elegirán también a los 27 gobernadores, a los 513 diputados y a dos tercios de los 81 senadores brasileños. Los debates, junto con el tiempo de propaganda gratuita de radio y televisión, a partir del 31 de agosto, cumplen un papel importante en el desempeño de los candidatos.

 

Campesinos movilizados

 

Mientras tanto, unos 5.000 campesinos de todas las regiones de Brasil participaron este viernes en la Marcha Nacional Lula Libre, que encabeza el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en favor de la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Los movimientos campesinos se movilizarán hasta el 15 de agosto para demandar que se cumpla el derecho a la participación de Lula en las elecciones del 7 de octubre próximo.

 

El 15 de agosto llegarán a la capital (Brasilia), donde habrá una gran movilización para acompañar el registro del ex jefe de Estado como candidato presidencial. Además, el MST quiere plasmar en la calle el rechazo de la ciudadanía a las reformas económicas lideradas por el mandatario no electo Michel Temer, así como llamar la atención de la población hacia la crisis económica que padece el país.

 

- Juraima Almeida es investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194655
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