Colombia: la hora de las definiciones

14/06/2018
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Gustavo Petro (izq.) e Iván Duque (derh.), candidatos presidenciales para los comicios de 2018 en Colombia
Foto: Canal 1
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Este domingo 17 de junio más de 36 millones de colombianos estamos llamados a tomar una decisión trascendental para el futuro del país en la segunda vuelta presidencial entre el candidato del continuismo representado en Iván Duque Márquez y el candidato del cambio, Gustavo Petro Urrego. Las últimas encuestas muestran un crecimiento del candidato Petro. De acuerdo con la encuesta del CELAG con información recogida entre el 29 de mayo y el 6 de junio, la diferencia entre Petro y Duque es ahora de 5,5%. Duque encabeza la intención de voto con 45,5% y Gustavo Petro obtiene el 40% de los apoyos. Otras encuestas dan una mayor ventaja a Duque pero muestran todas ellas un mayor crecimiento de Petro. Ninguna de las encuestas midió el efecto en la campaña de Petro de la adhesión y respaldo de Antanas Mockus y Claudia López quizás dos de las figuras más representativas de la Coalición Colombia que tuvo como candidato a Sergio Fajardo que junto con el senador Jorge Enrique Robledo, han anunciado su voto en blanco.

 

Esta encuesta estima que se mantendrá la tasa de participación que se presentó en la primera vuelta presidencial que fue del 54% del censo electoral, 19,6 millones de personas. Un 7% serán votantes nuevos que no participaron en primera vuelta, la mitad de esos nuevos votantes apoyaría a Petro (51%) y el 36% se inclinaría por Duque. El nivel de indecisos es del 6,8%. En el electorado que respaldó a Sergio Fajardo que obtuvo un poco más de 4.6 millones de votos, el 23,8%, se inclina mayoritariamente hacia Gustavo Petro (39%), Duque (29%), blanco 21%, con un nivel de indecisión del 11%. Las mayores diferencias de intención de voto a nivel regional se registran en Antioquia/Eje Cafetero, donde Duque obtiene el 59% frente a 25% de Gustavo Petro. Dado el peso demográfico de esta región la diferencia es significativa y podría ser decisiva en la elección.

 

Esta campaña ha sido sui generis puesto que desmovilizada la guerrilla más numerosa del país, las FARC ahora convertida en movimiento político legal, la agenda política de la campaña se ocupó de problemas que preocupan a los colombianos/as como la salud, las pensiones, la educación, el modelo de desarrollo y la desigualdad que de acuerdo con la clasificación de la ONU es la tercera economía más desigual del mundo solo superada por Angola y Haití. El programa de Duque es el continuismo con políticas neoliberales que se han implementado en Colombia desde los años noventa del siglo XX. Este candidato solo propone retoques a dichas políticas mientras que el programa de Petro propone reformas a dichas políticas que en su conjunto contribuirían a la construcción de una sociedad más justa, menos inequitativa y más democrática.

 

Sin haberse convertido en el tema central de la campaña los acuerdos de Paz y la continuidad de las negociaciones que se realizan actualmente entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, que se adelantan actualmente en La Habana siguen siendo uno de los temas que dividen a la opinión pública nacional. Este tema paradójicamente podría ser factor decisivo este domingo 17 de junio. En efecto, este viernes 15 de junio termina el V ciclo de las negociaciones y se espera que desde La Habana se dé a conocer un acuerdo en torno a tres puntos que han venido trabajando a lo largo de este ciclo: un acuerdo para un cese bilateral de fuego y sus mecanismos de verificación; los mecanismos para la participación de la sociedad civil en el proceso que los Elenos consideran central en el proceso de negociación y un acuerdo marco para avanzar en los otros cuatro puntos de la Agenda. Un acuerdo en estos temas colocará nuevamente el tema de la paz en manos de los ciudadanos y en su decisión este domingo.

 

Gustavo Petro ha sido claro en este punto. De ganar la presidencia de la República ha señalado en reiteradas ocasiones dará continuidad a la negociación con el ELN y cumplirá con los acuerdos suscritos entre el Gobierno de Santos y las FARC. Por ello la promulgación de un acuerdo del Gobierno con los Elenos daría un elemento más de diferenciación entre los amigos de la paz y quienes quieren la continuidad de la guerra. En efecto, Duque ha señalado que revisará los Acuerdos con las FARC y que los elenos deben concentrarse, entregar las armas y someterse a la justicia, es decir, que lo que propone es una rendición incondicional de la guerrilla que no ha podido ser derrotada militarmente en el campo de batalla. De modo que un triunfo de Duque será la continuidad de la guerra con los Elenos y eventualmente el fortalecimiento de las disidencias de las FARC que han crecido por los problemas en la implementación de los Acuerdos que apenas tiene un cumplimiento de cerca del 25% de lo acordado. Una eventual revisión de los acuerdos con las FARC generará aún mayor incertidumbre sobre todo en los mandos medios de la extinta guerrilla de las FARC y posibles deserciones hacia la guerrilla del ELN y de las disidencias.

 

De modo que a pocas horas de las elecciones nuevamente el tema de la negociación política del conflicto armado se pone en manos de los ciudadanos. A lado de Petro estaremos por supuesto los que queremos un cierre definitivo y completo del conflicto armado, el cumplimiento de los acuerdos, el funcionamiento del sistema de Justicia Especial para la Paz, JEP, el despegue de la Comisión de la Verdad, el funcionamiento de la Comisión de Búsqueda de las Personas Desaparecidas, la reparación integral a los 8,5 millones de víctimas del conflicto armado, y del lado de Duque estarán los que quieren la continuidad del conflicto armado y el aniquilamiento de la guerrilla así como la revisión de los acuerdos que será difícil dado el blindaje que tienen los acuerdos con las FARC. Un Gobierno de Duque será, de cumplir con sus promesas de campaña, la continuidad de la confrontación armada. Así de simple y de preocupante es el tamaño de la decisión que tomaremos los ciudadanos/as este domingo.

 

Un segundo elemento es la derrotada del régimen con su sistema de partidos, gremios económicos, medios de comunicación que han manifestado su firme y decidido respaldo al candidato Duque. Es todo el sistema dominante, el ancien regime, contra Petro. Los partidos tradicionales con los expresidentes Pastrana, Gaviria y Uribe, los partidos liberal, Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de la U, partido Conservador, todos haciendo activa campaña a favor de Duque junto con el Consejo Gremial Nacional que agrupa a los principales gremios económicos del país y al lado de ellos los principales medios de comunicación, todos han manifestado su activo respaldo a Duque. Del lado de Petro están los gremios sociales y populares, los sindicatos, las organizaciones de ambientalistas, animalistas, mujeres, campesinos, intelectuales y artistas.

 

La pregunta es si nos alcanzará el respaldo electoral para derrotar al viejo régimen que se niega a permitir los mínimos cambios democráticos que promete el candidato de la Colombia Humana, el domingo los sabremos. De todas formas se ha configurado un haz de fuerzas de una Colombia democrática que quiere un cambio, que busca un cambio y que se ha puesto en movimiento para lograrlo.

 

Bogotá 14 de junio de 2018.

 

Pedro Santana Rodríguez

Director Revista Sur

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193483
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