Hacia un Pacto Mundial de Migraciones

03/01/2018
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“El mundo no sabe qué hacer con los migrantes” fue el concepto lanzado por Jorge Martín Arturo Argüello, ex embajador argentino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al abrir el seminario denominado “Hacia un Pacto Mundial de Migraciones” durante el cual diferentes expositores, estudiosos del tema, puntualizaron la necesidad de generar acuerdos trascendentes tanto a nivel global como regional y hasta al interior de los países.

 

Durante la jornada, organizada por la “Embajada Abierta”, que preside Arguello, y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires liderada por Ángel Armando Alejandro Amor, quien también preside la Asociación Defensores del Pueblo de la República Argentina (ADPRA), profundizaron la problemática académicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y de un par de defensorías del pueblo.

 

El sociólogo Lelio Alberto Mármora, director del Instituto de Migraciones y Asilo y también director de la Maestría en Políticas y Gestión de las Migraciones Internacionales de la UNTREF, puntualizó la importancia que adquirieron los negocios en la materia destacando que, por ejemplo, el traslado de un africano a Europa, a través del Mar Mediterráneo o de nuevas alternativas le cuesta al mismo unos 2.000 euros que van a parar a los bolsillos de los traficantes.

 

Mármora, que fue director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), señaló que incluso la cuestión del negocio alcanza a los recursos de los países y así es como Turquía pactó con la Unión Europea retener un total de tres millones de migrantes en su territorio a cambio de percibir una retribución anual de 3.000 millones de euros.

 

También puntualizó la existencia de otras alternativas, como la “mafia libia”, surgida tras el derrocamiento y muerte de Muamar Muhamad el Gadafi, que retiene a migrantes desde países africanos situados más al sur y mientras acuerda con Europa impedirles que crucen el Mediterráneo los esclaviza y utiliza en su beneficio.

 

En cuanto a otras regiones se refirió al cruce de fronteras entre los Estados Unidos de América y México y a las diferentes respuestas de las autoridades de Washington pero puntualizó que también el propio México es receptor de una fuerte inmigración de centroamericanos, en particular de sus vecinos guatemaltecos de los cuáles este año recibió más de 60.000 ilegales y en el caso de la Argentina se observa que han llegado dos millones de migrantes de la región pero que también ha emigrado, principalmente hacia la UE y los EUA un millón de nativos.

 

Tras analizar diferentes aspectos de la cuestión, como el de la seguridad y el crecimiento de muertes de migrantes, dejó en claro la importancia del negocio que a lo largo de la última década dejó a quienes lo usufructúan una suma que se fue incrementando desde los 10.000 millones de dólares estadounidenses anuales a los actuales 30.000 millones, cifra que duplica, por ejemplo, el producto interno bruto (pib) de un país de emigrantes del África Subsahariana como Mauritania.

 

A su vez, la antropóloga María Inés Pacecca, docente del Departamento de Ciencias Antropológicas e investigadora del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, se refirió a las convenciones internacionales sobre migración y recalcó que las mismas, aprobadas en los organismos internacionales, luego tuvieron un bajísimo promedio de ratificaciones y destacó que el Brasil es uno de los países que no lo hicieron.

 

Aunque no lo puntualizó, cabe explicarlo en que dicho país de lengua portuguesa y con una población de ascendencia africana como primera minoría nacional delante de los de origen europeo, aborigen y asiático, mediante el rechazo a los acuerdos migratorios internacionales apunta a evitar la llegada de nuevas corrientes de afros, sobre todo de los estados atlánticos del ex imperio lusitano.

 

Una postura que incluso mantuvieron los recientes gobiernos del Partido de los Trabajadores a contracara del resto de los estados suramericanos como la Argentina, Colombia, Venezuela y demás que buscaron alternativas a la crisis haitiana.

 

Abraham Leonardo Gak, Defensor del Pueblo en el municipio bonaerense de Morón y director de la revista “Voces en el Fénix”, que se edita en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, realizó una interpretación histórica acerca de las migraciones en el mundo, se refirió a la cuestión cultural de sectores en la Argentina de considerar como extranjeros a los aborígenes pero hizo el centro de su intervención a los impactos que provoca el cambio climático y al respecto señaló que se espera que hacia el año 2050 el número de migrados llegue a los 200 millones de seres humanos.

 

Por su parte la socióloga Gladys Baer, magister en Políticas de Migraciones Internacionales por la UBA y docente en la UNTREF, indicó que en la Argentina los últimos registros registraron 1.805.957 extranjeros que representaban el 4,5 por ciento de la población total y de los cuales el 81,4% eran oriundos de Suramérica, mientras que el 80% pertenecía a la franja etaria de los 15 a los 64, es decir en una edad laboral, de los cuales el 6% eran desocupados y el 83% contaba con Documento Nacional de Identidad (DNI).

 

Diego Bertrand, director regional de la OIM para América del Sur, sostuvo que la migración actual alcanza al 3% de la población mundial y que mientras merma el flujo hacia Europa se acrecienta con otros destinos destacando la importancia de los traslados de personas de alta calificación que son atraídas por grandes corporaciones transnacionales para su desempeño en tareas de altas tecnologías

 

La jornada, desarrollada en la Defensoría del Pueblo de la CABA, fue completada con un filme en el cual inmigrantes a la Argentina de latinoamericanos y africanos expusieron su agradecimiento al país por haberles permitido mejorar su vida; una intervención de Juan Sarrafián, presidente de la Federación Argentina de Colectividades quién realizó una convocatoria a la “paz social”; una nueva intervención de Argüello, también ex embajador en los EUA y en Portugal, quién remarcó el rechazo que generan las políticas xenófobas del presidente estadounidense Donald John Trump y remarcó el importantísimo rol que en el escenario internacional juega en pro de una nueva convivencia humana el papa argentino Francisco.

 

Finalmente, y como cierre, Alejandro Amor destacó que la migración constituye un derecho humano y advirtió sobre los graves riesgos que se avecinan para la sociedad mundial si no se encuentran soluciones a los graves problemas existentes, comenzando por el hambre, que pueden provocar verdaderas estampidas migratorias, sobre todo si se tiene en cuenta la gran expansión poblacional en países como la India, frente a las cuales la respuesta en crecimiento es una suerte de neo nazismo que se desarrolla en varios países de Europa.

 

- Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190126
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