“Como ovejas en medio de lobos…”

Cristian@s en la marcha contra el indulto a Alberto Fujimori

30/12/2017
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Si juntamos al genocida Alberto Fujimori ahora suelto, vivito y coleando gracias al indulto reciente que generó la multitudinaria marcha, (indulto que insulta la memoria de las víctimas del fujimorato: 1990 a 2000); al corrupto Presidente PPK cuya estabilidad depende hoy del fujimorismo mayoritario en el Congreso de la República, a la “diabólica” (engañosa) Mercedes Araoz, Presidenta del Gabinete Ministerial, a todas luces cómplice directa del indulto a Fujimori; y al experimentado en represiones y nuevo Ministro del Interior Vicente Romero, fujimorista hasta los tuétanos, tenemos, entonces, a una verdadera jauría de lobos en la cúpula del Estado, de la cual los/las policías de la USE (Unidad de Servicios Especiales) son apenas sus peones.

 

Es incomún, pero no inédito, que un importante grupo de cristianos/as se manifieste con postura decidida y discurso diáfano en una marcha ciudadana contra el indulto al más cruel dictador de la historia del Perú, como lo hicieron el 28 de diciembre decenas de hermanos/as, católicos y evangélicos de las más distintas denominaciones, incluyendo pentecostales. La gran mayoría eran jóvenes (hombres y mujeres), pero también algunos “dinosaurios” (como ellos mismos asumen) del otrora dinámico ecumenismo en Perú.

 

Los cristianos han estado presentes en las manifestaciones históricas contra el fujimorato. Y en estos días vuelve a nuestra memoria, inevitable, la gran marcha de “Los cuatro suyos” que contribuyó decididamente a la caída y posterior vergonzosa fuga de Alberto Fujimori en noviembre del 2000. Un importante grupo de cristianos marcaron su presencia en ese entonces. El siglo XXI, sin embargo, ha traído novedades en el campo religioso. Destacamos una, sin duda de gran importancia. Hay en el Perú de este siglo una clara derechización del discurso religioso, cristiano hegemónico, que se aproxima peligrosamente al fascismo. Fascismo que aquí resumimos en dos ideas básicas: considera peligroso y eliminable a todo diferente en cualquier campo, por ejemplo, izquierdistas, no creyentes, homosexuales, etc. El fascismo, también, se manifiesta más libre y desvergonzado conforme se aproxima al poder político. No es un fenómeno aislado el peruano. El candidato a la Presidencia de Brasil (elecciones de 2018) Jair Bolsonaro, evangélico y exmilitar, se declara abiertamente de ultraderecha, homofóbico, no admite igualdad hombre/mujer, es contrario a los Derechos Humanos y afirma que la dictadura militar de los años 60 cometió un grave error al no eliminar a todos los comunistas. No hace falta decirlo, es un abierto y confeso admirador de Donald Trump.

 

En el Perú actual, los líderes religiosos más notorios se encaminan en esa dirección fascista. Es en ese escenario que se debe valorar la participación de los “Cristian@s por la Democracia” en la reciente marcha. Si las generaciones anteriores de cristianos no se han sentido desafiadas por ese hecho es porque ya han muerto espiritualmente. No llegan a ser ni siquiera lámpara escondida o sal insípida. ¿En dónde está la izquierda cristiana de rica historia política militante de la segunda mitad del siglo pasado? Es un gran misterio. En todo caso, la fuerza de la derecha cristiana, en los medios, en el espacio público y en el campo político, da la apariencia de haberlos borrado del mapa. Otra opción, también plausible, es que la mayoría de cristianos se sienta fujimorista o aprista; es decir, están al lado del enemigo común de la patria: el engendro del FUJIAPRISMO/PPK que ensombrece el futuro próximo del país.

 

La participación de los cristianos en la marcha reciente muestra, claramente, que no son un bando de desorientados. Estaban muy bien organizados, con megáfonos propios, banderola con identidad propia, carteles con mensajes políticamente muy maduros. Todo de producción propia, artesanal, sin imposición de cualquier líder, nada de alienación ni improvisación. No había lineamientos impuestos de cualquier jerarquía. No eran papagayos repitiendo cosas que no entendían. Durante la marcha, la prensa amarilla (o naranja como el fujimorismo) intentó sorprender con preguntas capciosas a los jóvenes cristianos. No encontraron a ningún distraído y tuvieron que correrse ante la contundencia de las respuestas. Me consta. En el escenario religioso peruano contemporáneo ese sector de cristianos son la contraparte política teológica del movimiento fascista conservar CMHNTM (“Con mis hijos no te metas”). Pero, está claro, que su horizonte de acción política transciende toda la mezquindad conservadora que caracteriza a CMHNTM. La prensa aún no les ha prestado atención. Coreaban en la marcha, al mismo ritmo que el mar de ciudadanía que inundó las calles de Lima: “Fuera fuera PPK”, “El indulto es un insulto”, “Vicente Romero, no tenemos miedo” e “Iglesia escucha, únete a la lucha”, entre otros.

 

En el grupo había pastores, pastoras, presbíteros y muchos laicos. Sin duda que son una minoría. Cuatro gatos, puede decir, con razón calculada, la multitud de indiferentes, sumados a los seguidores de la otra jauría, la “espiritual”: Julio Rosas, Rodolfo Gonzáles, Alberto Santana, etc. Todos ellos líderes de CMHNTM. Pero es precisamente ese un elemento importante del mensaje profético. Su legitimidad política y teológica no resulta del número. Del peso de la manada. Resulta sí de su sintonía con la verdad ciudadana que busca la justicia social negada, postergada y ahora revertida (con el indulto) a las víctimas del gobierno de Alberto Fujimori por las élites sociales representadas por el FUJIAPRISMO. Verdad que se va abriendo paso en medio de lobos rapaces, políticos y religiosos, que actúan de forma coordinada. ¿Quién no recuerda el “show” mediático del pastor Alberto Santana y Keiko Fujimori en el coliseo Amauta, con un grupo de pastores haciéndole el juego a la “diabólica” (de diábolos) candidata durante su última campaña a la presidencia de la república (2016)? Campaña que perdió por segunda vez. ¿Quién no recuerda las siniestras palabras de Rodolfo Gonzáles orando por Keiko? O los llamados desde el púlpito, de ese mismo oscuro personaje, a matar homosexuales. ¿Quién no recuerda los mensajes del Cardenal Cipriani en defensa del asesino Fujimori durante y después de su gobierno? ¿Necesitan, los cristianos, alguna otra prueba de que Dios no escucha las oraciones de esos lobos disfrazados de pastores?

 

El movimiento “Cristian@s por la Democracia”, así se denominaron en la marcha, muestra haber superado los límites que las iglesias y denominaciones, pastores, obispos y apóstoles (luego tendremos Querubines y semidioses) imponen a sus feligreses con mensajes más fujimoristas que bíblicos. Muestra también, el movimiento, clara comprensión de que el enemigo estratégico no es CMHNTM, ni el “qué dirán nuestros hermanos”. Está claro para el movimiento que el enemigo lo constituyen “principados y potestades” del rango del fujiaprismo aliado ahora al gobierno con pies de barro de PPK. Ningún mesianismo en el movimiento, diferente, por tanto, a algunos énfasis de la Teología de la Liberación de décadas pasadas. Desencanto también con las izquierdas divididas, incapaces de lavar la ropa sucia en casa. No se habla de alternativas, porque no las hay. La marcha fue también, en su conjunto, un clamor inmenso para repensar proyectos políticos alterativos. El pueblo está atento a los vanguardismos mezquinos, a los androcentrismos que permanecen, a los oportunistas de siempre. La izquierda dividida no puede seguir haciéndole el juego a los lobos de rapiña que saquean al país. El movimiento de protesta tendrá que transformarse en movimiento de propuesta.

 

Además de carteles y firmes convicciones el grupo de cristian@s llevaba su agua y vinagre. Para quien no sabe y quiera incorporarse a la lucha, agua y vinagre es efectivo para resistir el efecto de los gases lacrimógenos. “Astutos como serpientes” además de “simples como palomas”, como dice el Evangelio. Saben bien en dónde están y a dónde el compromiso cristiano los ha enviado. Estoy seguro que ni Aldo Mariátegui (descendiente desviado e indigno del ilustre pensador José Carlos Mariátegui) ni Rodolfo Gonzáles, los dos simples operadores mediáticos del fujiaprismo, jamás podrán engañarlos.

 

dariopbr@terra.com.br

 

 

 

 

 

 

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