Chile: Triunfo de Sebastián Piñera

18/12/2017
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Si bien muchos analistas coincidíamos en un triunfo del abanderado de derechas Sebastián Piñera; muy pocos imaginaron una derrota tan aplastante del candidato oficialista Alejandro Guillier. Se podrían esgrimir muchas razones para explicar tan bochornoso resultado. Desde la débil estatura política del candidato que debió ocupar el lugar que le fuera negado a Ricardo Lagos, hasta una crisis profunda del sector progresista que se ha escindido en dos sectores bien diferenciados: Nueva Mayoría y Frente Amplio.

 

Para muchos, el macizo triunfo de Piñera viene a fortalecer lo que se ha dado en llamar la “Restauración Conservadora” en la región. De hecho, el presidente Mauricio Macri no disimuló su preferencia por el candidato de derechas en las elecciones chilenas. No obstante, habría que matizar las adjetivaciones frente a Sebastián Piñera.

 

Estamos ante un presidente electo de “centro-derecha”, más próximo al mundo social-cristiano que a los nostálgicos de la dictadura militar de Pinochet. El abultado triunfo en las recientes elecciones se explica, en gran medida, por un apoyo explícito de amplios sectores de la Democracia Cristiana hacia su candidatura.

 

En el plano interno, es un hecho de la causa que la presidencia de Piñera no cuenta con mayoría en el parlamento; de manera que muchas de las reformas emprendidas por la señora Bachelet seguirán su curso ya trazado. En el plano externo, es probable que el gobierno de Chile tome posiciones más definidas junto a la Casa Rosada; por ejemplo, frente a la crisis venezolana. Con todo, el gobierno Piñera no representa ningún acontecimiento traumático para el mentado “modelo chileno”, por el contrario, se trata más bien de su actualización y fortalecimiento.

 

Una ventaja insospechada del futuro gobierno de Sebastián Piñera lo constituye la fragmentación de las fuerzas opositoras. El llamado “mundo progresista” ha entrado en una suerte de “purgatorio político” en que los partidos y movimientos que lo componen deberán esclarecer sus proyectos, sus alianzas y sus liderazgos; una tarea portentosa que puede durar años, muchos años.

 

Álvaro Cuadra

Doctor de la Sorbonne. Paris-France

 

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/189905
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