El cambio de estrategia del golpe suave

01/12/2017
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Si bien a principios de siglo la estrategia del Golpe Suave, mantuvo una serie de tácticas orientadas a desestabilizar a los gobiernos democráticamente elegidos en Latinoamérica y en oposición a los intereses político económico de EEUU1. Con el desarrollo de la nanotecnología, la nueva estrategia del Golpe Suave ya no se dirige principalmente al gobierno sino que esta vez incluye al sujeto, es decir al ciudadano. Ahí donde, se van insertando nuevas formas de control y sometimiento, ahí donde ya no es necesario socavar al gobierno e instalar un régimen dictatorial, porque ahora la dictadura se ejerce directamente sobre el individuo en un ambiente de aparente democracia, y donde en este cada vez más acelerado avance de la tecnología, los medios de comunicación ya no necesariamente son la principal herramienta de manipulación de las conciencias.

 

El llamado 21F denominado por el gobierno como el Día de la Mentira, fue una demostración de esta nueva correlación de fuerzas que ya no se limitaba solamente al partido de gobierno y a los partidos de oposición ampliamente deslegitimados, el espectro político incluyó principalmente a la sociedad y su rol como actor decisor en las urnas manipulando la información, creando en aquel entonces un rumor sobre la corrupción del gobierno y desencadenando una agresiva campaña mediática dirigida a mostrar evidencias parcializadas y distorsionadas de la realidad para imponer un razonamiento dicotómico y altamente subjetivo, insostenible racionalmente pero que fue determinante como consigna. Decir No a la corrupción No demostrada, y que arrastró a una masa votante significativa hacia el voto contra la repostulación de la dupla Evo y Álvaro. Pero que también evidenció de parte del gobierno, una falta de lectura política de la nueva configuración de poder, que ubicaba a los sectores de oposición de la mano del avance tecnológico mediático para hacer aún más sofisticada la estrategia del Golpe Suave.

 

Si bien este “golpe” a la democracia, manipulando el voto de los ciudadanos y canalizando sus rechazo con pruebas no comprobadas repite un viejo patrón ya utilizado anteriormente, cuando el MNR ganó “democráticamente” las elecciones del 2002 a pesar del amplio rechazo que tendría Gonzalo Sánchez de Lozada antes de comenzar la contienda electoral, todo esto bajo la construcción de un discurso, hábilmente manipulado, que utilizó el concepto de crisis como la amenaza al desarrollo del país y a Sánchez de Lozada como el único que podía controlarla, y a pesar que la historia demostró todo lo contrario. Nuevamente vemos aplicar la misma dinámica, pero esta vez con nuevas herramientas.

 

Actualmente, Bolivia entra nuevamente a una fiesta electoral, esta vez para decidir el cambio de magistrados de un Órgano judicial, altamente cuestionado y deslegitimado, pero que además decide admitir la repostulación del candidato Evo Morales a la contienda electoral del 2018. Si bien el actual presidente goza de mucha popularidad entre sus seguidores, al parecer el gobierno nuevamente deja de lado la misma lectura que debió hacer antes del 21 F sobre el avance nanotecnológico y su aplicación en la nueva correlación de fuerzas a pesar de haber aprendido sin embargo sobre el manejo mediático al que intenta responder oportunamente y tomando acciones inmediatas sobre el tema de la corrupción en su gobierno.

 

Las actuales elecciones judiciales, sin embargo, vuelven a convocar a la ciudadanía a elegir un candidato en medio de un amplio desconocimiento de la sociedad, sobre las propuestas de los candidatos y una amplia campaña mediática de los partidos de oposición que induce a la población al Voto Nulo, que se suma a la decisión del Tribunal de validar la repostulación del presidente Evo Morales justo días antes de la elección de los magistrados y que será utilizado como bandera por la oposición para insistir en la injerencia del gobierno sobre el Órgano Judicial.

 

No obstante, y nuevamente volviendo al campo de la correlación de fuerzas tenemos a la ciudadanía como actor decisor central frente ya no solo a una amplia campaña mediática de deslegitimidad del Órgano Judicial que se respalda en los hechos de un sistema burocrático e institucional que después de más 10 años del gobierno del MAS se ha mantenido, junto con un aparato institucional que lamentablemente hasta la fecha pareciera seguir impenetrable en los círculos de decisión que afectan a la ciudadanía, y en donde surgen problemas evidentes de gestión de la información que reafirman la burocracia institucional anquilosada, no permitiendo al ciudadano apropiarse de sus instituciones y consolidar el proceso de cambio a este nivel, y lo peor reproduciendo antiguos vicios de corrupción y clientelismo que deslegitiman no solo a dicha institución sino también la gestión de gobierno, a pesar de los importantes logros y avances obtenidos a lo largo de su gestión y vale decir, de los que se agarra la oposición para defenestrar los años de crecimiento económico sostenido del país en la región.

 

A este contexto se suma el escándalo del Banco Unión que demuestra una falta de control efectivo sobre el dinero del pueblo, pero además algunos casos de corrupción que involucran a funcionarios de gobierno, como en el caso de Migración. Tenemos sin embargo para el análisis sobre la nueva ronda electoral, un nuevo contexto que involucra nuevos elementos, y que si bien es parecido al del 21F donde se habla de niveles de corrupción, pero un poco más disminuidos, esta vez no sólo golpea al gobierno mediáticamente sino también al ciudadano que lo respalda.

 

Tenemos entonces una población sometida a un neoliberalismo nanotecnológico, no solo en Bolivia sino a nivel mundial, poco organizada para entender y en consecuencia enfrentar las nuevas formas de sometimiento. Primero golpeada por el incremento de la criminalidad, la trata y tráfico, el feminicidio, el tráfico de órganos, el uso del ciberespacio, para penetrar su individualidad y reducirla a un guiñapo a través del bullying mediático, sino que también tenemos nuevas formas de someter ya no solo la psicología de los individuos y la biología a partir del uso de transgénicos, alimentos modificados genéticamente y la bioingeniería genética, además de la campaña de prevención de las vacunas como las del FLU o la última versión del VPH, que inducen a la insuficiencia ovárica, según algunas investigaciones2 sino también de enajenar su capital más preciado el cerebro humano a través de la contaminación electromagnética3.

 

Resulta necesario analizar por tanto en este contexto los 100 días antes de la contienda electoral por los magistrados, como un nuevo ensayo de la estrategia del Golpe Suave, que en un juego de aparente democracia, pretende someter nuevamente la conciencia pero también la voluntad de la ciudadanía, ya no solamente apelando a la herramienta mediática como punta de lanza sino también a factores de desestabilización que contribuyen a manipular a los ciudadanos días antes de emitir su voto.

 

Observamos entonces no solo una campaña mediática de desprestigio del gobierno sino también una campaña de vacunación del HPV que curiosamente es impulsada por sectores de oposición que junto con el gobierno inducen a la vacunación de las niñas y jóvenes bajo el discurso de prevención, a pesar de toda la controversia a nivel mundial contra la vacuna, -que es una de las más caras y que sería pagada con el dinero de los contribuyentes-, por las graves secuelas que trajo en las adolescentes y jóvenes la vacuna del Gardasil cuyos manufacturadores Merck y GlaxoSmithKline enfrentan juicios a nivel mundial tanto en el mundo desarrollado como en el sur global, y que evidencia la necesidad de abrir el debate al respecto. No resulta raro entonces observar que la campaña del HPV, se instala dentro de los tres meses antes del 3 de Diciembre.

 

Pero también vemos la intervención cada vez más agresiva de empresas que controlan el espacio electromagnético y que lanzan sus ofertas al nivel más bajo de facturación permitiendo el acceso de amplios sectores de la ciudadanía al servicio del WIFI y desencadenando nuevas alteraciones en el espacio físico y biológico de las personas en tanto se manipula un espacio virgen para la sociedad que aún desconoce de los avances nanotecnológicos y donde por lo tanto no existen los mecanismos legales y tecnológicos para controlar e impedir el libre accionar de estas empresas que devienen de grandes corporaciones transnacionales y que detentan este nuevo y lucrativo negocio de la salud a través de la manipulación nanotecnológica de los cuerpos.

 

Según el Dr. Johansson, reconocido investigador del “Karolisnka Institute” en Suecia, la manipulación y mercantilización del espacio electromagnético y la contaminación del mismo ha desencadenado en los países del primer mundo un incremento significativo de cáncer de mama y de tumores cerebrales, además de un importante incremento de las alergias de la piel, principalmente del asma en los niños, que incluiría problemas cognitivos, por la cualidad de la contaminación electromagnética como estresor permanente, similar a la de un ruido alto continuo4. Pero además Devra Davis5 reconocida epidemióloga en EEUU, señala como uno de los factores más importantes de esta contaminación electromagnética la presencia de un constante pulso irregular eléctrico que impide al cuerpo conseguir el descanso, manteniendo las células neuronales principalmente en una sobreexcitación permanente. Asimismo otras investigaciones científicas señalan también la incidencia en las células intracraneales con respecto a la exposición de las ondas del WIFI y de los celulares móviles, en las que se observan daños importantes sobre el ADN en el proceso de reproducción celular neuronal6 y entre los principales síntomas, “la alteración del sueño, nauseas, mareos, pérdida de la memoria, alteraciones en la presión sanguínea, cambios en la permeabilidad en la barrera hematoencefálica”7, etc., siendo afectados principalmente los niños y mujeres embarazadas en el lado más siniestro de este capitalismo racional y que incluiría daños irreversibles.

 

En este contexto político se repite la ya conocida doctrina del shock de mantener a la población en estado shock para impedir que tome decisiones que normalmente tomaría en una situación de calma aparente antes de la ronda electoral. Con una campaña mediática que repite incesantemente la necesidad del Voto Nulo a una población sobre estresada, expuesta a una sofisticada espiral de violencia física y psicológica y que distorsiona la información en más del 85% de medios que pertenecen a la empresa privada a 100 días antes del día en que la población tiene el poder de decidir o bien de decidir no decidir con el Voto Nulo. No se necesita ser muy lúcido para entender con estos elementos como se juega en el nuevo espacio político con la decisión del electorado bajo el aura de una democracia ficticia y el cambio de estrategia de la conocida guerra del Golpe Suave.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Captación de jóvenes líderes para ser entrenados en otros países e intervenir en el juego político desencadenando mayor violencia y polarización de la ciudadanía, cooptación de líderes sindicales, autoridades originarias, etc., para confundir a las bases. Uso de medios de comunicación masiva para empujar a la población a una mayor confrontación. Especulación de la canasta básica familia y toma de las instituciones del Estado, entre otros…

 

3 Ver Olle Johansson "Health effects of electromagnetic fields" https://youtu.be/mN1nl9GNpUU via @YouTube.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12483040

 

5 "The truth about mobile phone and wireless radiation" -- Dr Devra Davis https://youtu.be/BwyDCHf5iCY via @YouTube

7 The health hazards of mobile phones BMJ 2000; 320 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.320.7245.1288 (Published 13 May 2000) Cite this as: BMJ 2000;320:1288 http://www.bmj.com/content/320/7245/1288.full

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/189573
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