Indignación contra TNE-Fraude

01/12/2017
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El pueblo hondureño esperó pacíficamente el 26 de noviembre de 2017, día de las elecciones para elegir un nuevo presidente de la Republica. En 2009, año del Golpe de Estado contra Zelaya Rosales, quedaron los muertos, heridos, migrantes, desplazados, mujeres y niños huérfanos (as); igual, en 2013, quedó las denuncias de fraude electoral de Juan Orlando Hernández (JOH) contra Xiomara Castro de Zelaya del Partido LIBRE y Salvador Nasralla del Partido Anticorrupción, pero los dirigentes y militantes de los Partidos de la Alianza fueron pacientes.

 

El pueblo hondureño, pacífico y noble, recién se aprestaba a celebrar el triunfo de Salvador Nasralla como candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura (LIBRE, PINU-SD y militantes del PAC), pero de nuevo, este sueño está a punto de ser truncado. En esta elección, los dirigentes de la Alianza se prepararon para vencer el fraude de 2013, especialmente en lo relacionado con el tráfico de credenciales, el voto “canguro”, los muertos votando y las encuestas a boca de urna, que dieron el triunfo a JOH  antes de haberse terminado el conteo de más del 50% de las actas, y lo lograron.

 

En segundo lugar, se preparó para cuidar y proteger las actas electorales de alteraciones, lo cual también se logró, aunque los partidos de la Alianza contra la Dictadura no tienen representación en el Tribunal Nacional de Elecciones (TNE), y también a custodiar las actas y resultados obtenidos en todo el país.

 

Los primeros resultados del TNE, después de más de 5 horas de haber terminado el cómputo de las actas ingresadas al sistema, dieron el triunfo a Salvador Nasralla, lo que mostró una tendencia irreversible a su favor, lo que fue confirmado por el representante del Partido Unión Democrática (UD) al TNE, Marco Darío Lobo.  No obstante, hoy, al haberse escrutado más del 90% de las urnas, según cómputos del órgano electoral, esta tendencia favorece a JOH con una diferencia mayor de 36,000 votos.  Estos resultados no coinciden con los de las actas que tiene en su poder la Alianza contra la Dictadura, por lo que, aunque el TNE con autorización de su presidente, David Matamoros Batson, sigue contando a favor de JOH, el triunfo es de Nasralla.

 

Los observadores de la UE han pedido al TNE que deje de contar hasta no tener el 100% de las actas, pero también que el conteo de las actas con irregularidades se realice en forma pública y con representantes de la Alianza Opositora, lo que es fundamental, dado el poco margen de diferencia, ya que todavía hay más de 300,000 votos que contar. Pero, igual, se espera que aquellas actas contabilizadas como válidas y sus resultados, coincidan con las que tienen los partidos políticos.

 

Mientras tanto, el repudio y la indignación crece en la población contra el TNE, las actuaciones de sus representantes y sistema de conteo; se cree y la mayoría está convencida que se quiere desconocer el triunfo de Salvador Nasralla, usando el Partido de Gobierno a dicho Tribunal para que se preste a un nuevo fraude electoral, tal como lo fue en 2013.

 

El repudio y la indignación cubren todo el país, y la población protesta quemando llantas, tomándose calles y carreteras, y emitiendo consignas descalificadoras del proceso y de la elección de JOH como presidente relecto de Honduras en forma ilegítima y con la posible venía de los EEUU y la OEA. Esperan que el TNE rectifique, ya que de lo contrario las protestas serán permanentes, siendo evidente el impacto negativo principalmente en la comunicación y transporte, comercio y producción agroalimentaria e industrial. Pero también en la Inversión Extrajera Directa (IED), turismo y acceso a recursos financieros por el aumento del riesgo país, donde hay evidencia de un aumento en las tasas de interés por colocación de bonos soberanos.

 

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Protestas contra el fraude
 

Los dirigentes de la Alianza temen que el Tribunal Electoral haya manipulada los datos de las actas, cambiando la tendencia a favor de JOH, modificando incluso los votos del Partido Liberal.  De acuerdo a Marco Ramiro Lobo, algo pasó con la tendencia a favor de Salvador Nasralla, ya que después que se cayó el sistema, dicha tendencia no fue la misma; por ello, a lo mejor se resista a firmar el acta que dé como ganador a JOH a toda costa.

 

La Alianza de Oposición contra la Dictadura no reconocerá a JOH como Presidente de Honduras, si no se respeta la voluntad del pueblo y se cuentan las actas una por una y en  forma pública con representantes de los observadores internacionales; igual, llama a los países a desconocer dicho gobierno por ser ilegitimo y producto de un fraude electoral.

 

Cualquiera que sea la declaración de elecciones del TNE, el proceso queda viciado y llama a crear una nueva institucionalidad en materia electoral, y deducir responsabilidades a los involucrados, caso particular de los miembros de dicho organismo, sobre todo su Presidente. Ello debe ser un compromiso previo, donde ningún partido político podrá a ir a elecciones si siguen vigentes las prácticas poco transparentes y corruptas, específicamente la falta de representación de los partidos de oposición, la falta de voto electrónico y huella digital, depuración del padrón electoral, falta de penas para compra de votos canguros, venta de credenciales y el mecanismos de registro y transmisión de resultados.

 

Tegucigalpa, DC, 30 de noviembre de 2017

 

https://www.alainet.org/es/articulo/189567
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