Moscú no cree en lágrimas

14/10/2016
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El cruce de acusaciones y negativas entre Moscú y Paris, en el ámbito del Consejo de Seguridad de la ONU, reunido este último 8 de octubre, con el fin de analizar el proyecto presentado de manera conjunta entre Francia y España, esta última en función de mera presta nombre, para definir un plan de acción para “solucionar” la cuestión Siria, y en particular para resolver la crítica situación de la ciudad de Alepo, tuvo una contrapropuesta por parte de Moscú. Ambas mociones, a su vez, fueron rechazadas. En el primer caso con el veto ruso, y en el segundo, por el votó negativo de Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Egipto, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, España, Ucrania y Uruguay.

 

La propuesta francesa pretendía que Siria y Rusia no sigan aplicando la resolución 2249 que plantea una respuesta coordinada de los estados miembros de la ONU, para tomar las medidas necesarias, acordes con el Derecho Internacional, para actuar sobre el territorio controlado por el Estado Islámico, con el fin de prevenir y reprimir actos terroristas en Siria e Irak, entre otras especificaciones.

 

Washington, por su parte, se había comprometido a separar a los rebeldes “moderados” de los salafistas. Medida, por otra parte, imposible de implementar, ya que en la realidad el hilo que separa a los “moderados” de los “inmoderados” es inexistente. Para ello, se ha producido un blanqueo del frente al-Nusra, uno de los grupos “inmoderados” de mayor presencia en Siria, junto al Daesh y que respondía hasta hace fines de julio a al-Qaeda global, el cual ha protagonizado la parodia de renunciar a la obediencia del Ayman al-Zawahiri, el heredero de Bin Laden. El blanqueo, comprende incluso el cambio de nombre, ahora se denomina Frente Fateh al-Sham, al que también se incorporó otro de los grupos salafistas más letales como es la Jund al-Aqsa (Los defensores de al-Aqsa, Jerusalén para los occidentales).

 

El descarado intento de “moderarse” de al-Nusra, deja clara la intencionalidad maliciosa de la administración Obama y sus corifeos, al tiempo que,  tras el quiebre de lo pactado entre Lavrov y Kerry,  el 9 de septiembre último  la aviación norteamericana atacó posiciones del Ejercito Árabe Sirio en Deir ez Zor, en otro lamentable “error”, que dejó más de cien muertos, Se pretende culpar a Rusia de ataques a convoyes “humanitarios” que penetraban desde la frontera turca, según Moscú con insumos para “moderados e “inmoderados”, como si los antecedentes del presidente turco Tayyip Erdogan, no justificaran la desconfianza, de Damasco y Moscú.

 

La gran prensa adicta el régimen de Washington apunta a poner a Putin en el banquillo de los acusados, como si hubieran sido sus políticas las que expandieron la muerte en el mundo árabe y el presidente ruso fuese el creador de Daesh. Además de responsabilizarlo de los bombardeos sobre Alepo, donde se ha enquistado la élite de las fuerzas del Califa Ibrahim, que por lo visto harán de Alepo sus Termópilas.

 

El Departamento de Estado, con su operación “yo no fui” dio un paso al costado en estos últimos días, ordenando a Francia que ocupe su lugar como el espolón anti Bashar al-Assad.

 

Hollande, siguiendo las políticas de su antecesor Nicolás Zarkozy, aceptó feliz su papel de escudero. Francia desde el comienzo del conflicto en Siria, ha tenido una desesperada necesidad de protagonismo, envalentonada tras sus éxitos en Libia, donde los pilotos de los Rafale, se aburrieron de masacrar civiles.

 

La sanguinaria actitud francesa, la ha pagado con los atentados de Paris, y las acciones individuales de Niza y Saint-Étienne-du-Rouvray y ponen a toda su población en un lamentable estado de pánico, que ni siquiera se vio durante la ocupación alemana. Nunca está demás recordar el suministro de armas a los moderados sirios, por parte de Francia a comienzo del conflicto, armas que terminaron en manos de grupos wahabbitas, como al-Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) y otros nombres de fantasía como el  Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) y Ansar al-Din (AD.  Pocos meses después operaron contra la rebelión de Tuareg en el norte de Mali en marzo de 2012, cómo transitaron esas armas, por casi 6500 kilómetros solo Dios y la inteligencia francesa lo saben. Francia ha exterminado su poca moral política tras el obsecuente acto de secundar a Obama en su amenaza de bombardear Siria, tras el ataque de falsa bandera, con armas tóxicas al barrio damasquino de al-Ghutta en agosto de 2013. Iniciativa, que ni siquiera Londres estuvo dispuesto a acompañar.

 

Las amenazas de Obama provocaron la abierta intervención en el conflicto tanto de Rusia, como de China, obligando al presidente norteamericano a una deshonrosa marcha atrás.

 

El reciente cruce entre Moscú y Paris desactivó la visita del presidente Vladimir Putin, a la capital francesa el día 19, con el fin de inaugurar la catedral de la iglesia ortodoxa San Vladimir, en pleno centro de la ciudad. Si bien, la visita era de carácter privado, estaba previsto un encuentro entre François Hollande y el presidente ruso.

 

La razón rusa

 

Flanby Hollande no tardó en ganar espacio en la prensa anunciando este último lunes que solo se reuniría con Putin para hablar de la cuestión siria, espantado por los bombardeos a Alepo e insinuando incluso que los responsables de los bombardeos podrían acabar frente al Tribunal Penal Internacional acusados de crímenes de guerra.

 

Esto hizo que el presidente ruso desistiera de la visita, y vuelva a proponer a Washington una nueva rueda de negociaciones, ignorando las funciones de Hollande como tinterillo de partes.

 

La virulenta reacción de Rusia en Siria, es un baño en salud, para el presidente Putin, que sabe que más allá de responder a la vieja lealtad entre Damasco y Moscú, se remonta a la estrecha relación desde los tiempos soviéticos con el entonces presidente sirio Háfez al-Assad, padre del actual presidente.

 

Putin sabe muy bien que existen muchas posibilidades de que, producido el desbande wahabbita, tras su derrota en Siria, muchos de los milicianos “moderados” e “inmoderados”, que se calcula son unos 100 mil hombres, serán direccionados hacia sus territorios.

 

Rusia conoce muy bien la violencia fundamentalista, en el marco de las guerras chechenas (1994-1996) (1999-2009), innumerables fueron los sangrientos ataques, atentados, secuestros y emboscadas de las bandas del Imarat Kavkaz (Emirato del Cáucaso), alentados y financiados por el Departamento de Estado norteamericano. Solo por recordar las más sangrientas es bueno recordar la toma del teatro Dubrovka, de Moscú, en octubre de 2002, por un comando de 50 terroristas del Imarat, que secuestraron a 900 personas, exigiendo la retirada rusa de Chechenia y el fin de la guerra para la liberación de los rehenes. Tras tres días de negociaciones, el teatro es recuperado por los comandos especiales Spetsnaz del Servicio Federal de Seguridad (FSB) dejando un saldo final de 180 muertos entre terroristas y rehenes. Casi dos años después, el 3 de septiembre de 2004, un golpe todavía mucho más duró iba a estremecer a la nación rusa: un colegio de la localidad de Beslán, Osetia del Norte, es tomado otra vez por terroristas musulmanes chechenos e ingusetios: En la lucha entre los secuestradores y las fuerzas de seguridad, resultaron 370 personas muertas, de ellos 171 niños, y unos 200 desaparecidos, a lo que hay que agregar cientos de heridos.

 

En febrero de 2014, semanas antes de los últimos juegos olímpicos de invierno, en la ciudad de Volgogrado, la antigua Stalingrado, a 900 kilómetros de Sochi, dos atentados, en menos de 24 horas, contra un bus y en una estación de trenes dejaron 31 muertos y una cincuentena de heridos. Entonces, una muy sutil amenaza del presidente Putin a la inteligencia saudita encabezada por el tétrico príncipe Bandar bin Sultan, embajador 25 años en Washington y miembro conspicuo de la familia Bush, terminó por desactivar los planes terroristas.

 

El atentado contra el Airbus A321-231, vuelo 9268 de Kogalymavia en Sharm el-Sheij, Egipto, que terminó con la vida de las 217 personas que viajaban en él, la mayoría de nacionalidad rusa, a mediados de noviembre de 2015, es otros motivo de sobra para que Moscú atienda con mucho cuidado la cuestión del terrorismo wahabbita. 

 

A la vez, tanto Rusia, China e Irán, podrían sufrir gravísimas consecuencia en sus propios territorios, si los movimientos vinculados a al-Qaeda y Daesh y el Talibán, se siguen reactivando en Afganistán, donde se calcula hay unos 65 mil combatientes. En solo un año, Estado Islámico reclutó casi cuatro mil hombres, aunque la enorme mayoría, unos 45 mil, serían talibanes.

 

Las naciones que limitan por el norte a Afganistán (Tayikistán, Turkmenistán, y Uzbekistán) y que forman un permeable colchón con la frontera rusa, cuentan también con organizaciones fundamentalistas, que podrían filtrase hacia Rusia, pero también a China, donde,  desde hace años,  opera el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (MITO) en la región autónoma china de Xinjiang e Irán. Solo con el combate a las bandas de narcotraficantes afganos que cruzan sus territorios trasportando opio, ya le ha costado la vida a más de tres mil hombres de la Guardia Revolucionaria. De esta manera, se entiende la obligación vital de Rusia y sus socios en Siria, de exterminar estos movimientos, antes que puedan invadir sus fronteras.

 

Son muchos los salafistas rusos en Afganistán, otra vez entrenados por británicos y estadounidenses, según Zamir Kabulov, representante especial de Vladimir Putin para Afganistán.

 

Según el general Igor Sergun, jefe de la Dirección General de Inteligencia militar rusa, Estados Unidos proyecta la desestabilización de Asia Central para rodear a Rusia y China, con una red de regímenes leales a Washington. Quizás con el razonamiento del general Sergun, se pueda entender el “fracaso” estadounidense en Afganistán tras 15 años de ocupación

 

Las razones son muchas y obvias que tiene el presidente ruso Vladimir Putin para no creer en lágrimas.

 

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC

 

https://www.alainet.org/es/articulo/180971
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