Siria: Rupturas en el infierno

03/08/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
Hillary Clinton festejando la muerte de Muammar Gaddafi hilary clinton laughs gaddafi
-A +A

Hillary Clinton renueva su vocación guerrerista en Siria, al tiempo las organizaciones terroristas intentan desmarcarse de su historia y pasar disimuladamente al bando de los “moderados”. Rusia, Turquía y Qatar deben jugar sus cartas.

 

Si la actual situación del mundo árabe, acarreada tras la famosa “Primavera”, tuvo un padre fue Barack Obama, y si tuvo una madre fue Hilary Clinton, la actual candidata a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Demócrata, en su rol de Secretaria de Estado desde 2009 a 2013. Ella fue la gran promotora de la guerra en Libia y Siria.

 

La ex Secretaria de Estado lo reconoció en una entrevista en The Atlantic en agosto 2014 donde declara: “Financiamos mal a los rebeldes sirios y surgió Estado Islámico”.

 

No conforme con su error,  que ha acarreado cientos de miles de muertos y millones de refugiados, insiste ahora en campaña, por boca de su asesor en asuntos exteriores, Jeremy Bash, que, de triunfar: “Renovaría y reajustaría la campaña estadounidense para seguir presionando la renuncia (“¿o asesinato?”) del presidente sirio Bashar al-Assad”, por lo que no escatimaría esfuerzos para demostrar la “naturaleza asesina” de al-Assad.

 

De ser cierta su voluntad, y no un mero artilugio electoralista, retrotraería al mundo a agosto de 2013, mes en que, Obama amenazó con arrasar Siria a fuerza de bombardeos, por la supuesta utilización de los hombres de al-Assad de armas químicas contra población civil en el barrio damasquino de al-Ghutta, a lo que se opusieron decididamente, tanto a Rusia como China. Ello obligó, a Washington, por primera vez en su historia, a tragarse la bravata, por temor a iniciar una escalada bélica de consecuencias imprevisibles. Si volver a operar abiertamente contra Bashar al-Assad, es una idea concreta de Clinton, ello exigiría, por los menos a Moscú, a mantener la misma actitud.

 

Aunque algunos crean que lo de la candidata demócrata solo una chicana electoralista, se ha producido un cambio sustancial en la guerra siria, que bien podría estar marcando claramente que la aspiración de Hillary Clinton no es meramente electoralista, sino una cuestión para ser tomada con muchísimo cuidado.

 

Con inusual importancia, la prensa del mundo ha comentado el divorcio entre el frente Jabhat al-Nusra, con al-Qaeda global.

 

Desde fines de 2012, al-Nusra se encuentra involucrado en la guerra y en 2013 hizo su juramento de lealtad bayat a al-Qaeda global y su nombre se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la guerra.  Cabe recordar que hacia finales del 2013, el Estado Islámico para Irak y el Levante (ISSIS o Daesh), la franquicia de al-Qaeda en Irak, al mando de Abu-Bakr al-Bagdadí, cruzó la frontera y se involucró en la guerra siria. Ello provocó la reacción de al-Nusra, que terminó en más de un enfrentamiento armado entre ambas organizaciones salafistas, con centenares de muertos de por medio, lo que obligó al jefe de al-Qaeda global y sucesor de Osama bin Laden, Ayman al-Zawahiri, a mediar en el conflicto, y obligar a al-Bagdadí a retornar a Irak. Ello finalmente determinó, en enero de 2014, la ruptura entre Daesh y al-Qaeda y el surgimiento de Estado Islámico con el otrora Abu-Bakr al-Bagdadí, como el Califa Ibrahim, líder militar y espiritual de la remozada organización.

 

Esto ha llevado a al-Nusra a la pomposa puesta en escena del jueves 28 de julio último, a través de un video, retransmitido por el canal opositor sirio Orient TV y la cadena qatarí al-Jazeera, donde puede observarse por primera vez a su líder Abu Mohammed al-Yulani, cuyo verdadero nombre Ahmed Hussein al-Sharaa, a cara descubierta, junto a dos altos miembros de la dirección del Frente. Uno de ellos, el veterano Ahmed Salama Mabrouk, histórico miembro de al-Qaeda, cercano Ayman al-Zahwari, llegado a Siria para unirse a la dirección de al-Nusra.

 

Además de la ruptura, que al-Qaeda aceptó dócilmente con un cálido mensaje de al-Zawahiri, al-Yulani, señaló que “La nueva formación no tendrá vínculos con ninguna organización extranjera”. Se sabe que la mayoría de las acciones de al-Nusra eran diseñadas desde la sede de al-Qaeda en Pakistán. En la misma declaración anunció que de ahora en adelante el Frente al-Nusra, junto a sus casi 10 mil hombres, pasa a llamarse Frente Fatah al-Sham (Frente de la Conquista del Levante).

 

Este no es solo un pretendido cambio de denominación, sino que intenta fundamentalmente, como lo bien explicitó al-Yulani, terminar con cualquier “excusa utilizada por la comunidad internacional para bombardear a los musulmanes del Levante”, ya que su organización, de hecho siria, tendría derecho a operar en ese territorio.

 

Financistas se buscan

 

La jugada de al-Yulani, no solo apunta a que cesen los bombardeos contra sus posiciones, sino también que se le quite la clasificación de “organización terrorista” y sean considerados como “moderados” como lo es el Ejercito Libre Sirio, y, de alguna manera, recibir los beneficios que acarrea la asistencia militar y económica de países como Francia, Reino Unido y obviamente de Estados Unidos.

 

De ser cierta la voluntad de Clinton de incentivar la guerra en Siria, quitarle el ominoso mote de “terroristas” a la nueva organización de al-Yulani, y clasificarlos como “moderados”, no sería más que mero trámite administrativo.

 

La duda que en la actualidad se enfrenta al-Yulani y los suyos, es cómo reaccionarán las diferentes organizaciones que conformaban el Frete al-Nusra como el Movimiento Hazm, Jabhat al-Shamiyya o el Frente Levante y formaciones más pequeñas como Harakat Nour al-Din al-Zenki y Asala wa-al-Tanmiya o Frente Auténtico.

 

Sin duda, de producirse el lavado de cara, habilitaría también al Emirato de Qatar, a volver, de manera intensiva, a financiar la guerra como lo hizo desde sus inicios en 2011.

 

El entonces emir de Qatar, Hamad bin Jalifa al-Thani, puso la pequeña y riquísima nación al borde de la bancarrota, por los desmesurados aportes que hizo a favor de los grupos rebeldes que intentaban derrocar al presidente Bashar al-Assad, a tal punto que, tras un golpe palaciego, el emir debió abdicar a  favor de su hijo Sheikh Tamim bin Hamad al-Zani, quien desde su asunción en junio de 2013, ha hecho lobby para conseguir que Jabhat al-Nusra fuera retirado de la lista de terroristas por Estados Unidos, lo que le permitiría, por otra parte, a la nueva formación retornar como parte a la mesa de negociaciones con rebeldes en Ginebra, que se reinician en agosto.

 

Será interesante seguir también la actitud que tomará Turquía, con un Recep Erdogan con la suma del poder, y fortalecido tas el fallido golpe de estado.

 

La guerra en Siria, tras la irrupción de Rusia, parecía haber conseguido una fecha de finalización. Faltan apenas cinco meses para el cambio de autoridades en Estados Unidos, aunque nadie sabe quién se hará cargo de la Casa Blanca, si tenemos la certeza de que el pueblo sirio seguirá desangrándose por mucho tempo más. 

 

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/179240
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS