En América Latina crecen los crímenes a líderes ambientalistas

28/03/2016
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Chico Méndez, Sabino Romero y Berta Cáceres

 

 Hace algunos años, el 22 de diciembre de 1988, fue asesinado frente a su casa unos de los más grandes líderes ambientalista de Brasil, Francisco Méndez, mejor conocido como Chico Méndez, defensor de la amazonia ante los desastres ambientales causados por las empresas monopolistas del caucho en ese país. Méndez había sido premiado internacionalmente por su gestión ambiental participativa.

 

El otro caso de resonancia internacional fue el del cacique yukpa Sabino Romero, de la comunidad chaktapa en la Sierra de Perijá en el estado Zulia, quien fue asesinado por sicarios el domingo 3 de marzo del 2013, cuando, en compañía de su compañera Lucía, se dirigía hacia El Tukuko a una asamblea que elegiría al cacique mayor de la comunidad. El portal Aporrea destacó para ese momento que “Sabino Romero consiguió motivos de derecho para exigir la delimitación de las tierras indígenas ancestrales yukpas, lo que fue siempre negado o subvertido por latifundistas y empresas de minería del carbón”. Pese a que este líder yukpa estaba amenazado de muerte, no dejó su lucha.

 

El asesinato de Sabino casi se oculta por coincidir en la misma fecha del fallecimiento del presidente Chávez, pero el caso salió a la luz pública nacional e internacional. Sus asesinos intelectuales aún están libres.

 

Por último tenemos el caso del reciente asesinato, por causas de defensa ambiental, de la lideresa Berta Cáceres  de Honduras, de 43 años de edad, asesinada en su casa el pasado 3 de marzo. Berta, extraordinaria luchadora ambientalista, madre de cuatro hijos, premiada internacionalmente, cayó bajo las balas asesinas de sicarios, que al parecer están vinculados a la compañía Hidroeléctrica Agua Zarca.

 

Jesús “Chucho” García con el congresista Keith Ellison en Washington DC

Protesta en EE. UU.

 

En 2007 tuvimos la oportunidad de agradecer al congresista afro estadounidense Keith Allison por su solidaridad con los pueblos afroindígenas y su apoyo a la política de Chávez para la solidaridad energética.

 

Este congresista también envió una carta al presidente  Obama pidiéndole que retirara el decreto ejecutivo donde el presidente de Estados Unidos expresa que Venezuela es una amenaza para Estados Unidos.

 

 Ante el crimen de la ambientalista Berta Cáceres y Nelson García, el congresista expresó el pasado 18 de marzo que “estoy profundamente triste y enojado por la muerte de Berta Cáceres y Nelson García, dos de los principales activistas del medio ambiente en la nación de Honduras.

 

Estos dos asesinatos fueron cometidos en menos de dos semanas de diferencia, y esto es un desafío permanente que debe ser atendido inmediatamente.

 

La señora Cáceres pasó décadas luchando por los derechos de la comunidad indígena de Honduras, ganando el Premio Ambiental Goldman -un premio reconocido internacionalmente- por su trabajo.

 

El día 18 de marzo los congresistas  Ellison y Henry C. “Hank” Johnson, junto con más de 60 miembros de la Cámara, enviaron una carta al secretario de Estado, John Kerry, y al secretario del Tesoro, Jack Lew, solicitando una averiguación sobre el crimen y frenar los fondos al gobierno hondureños antes de que este crimen sea aclarado y castigado los culpables”.

 

 CHU CHE RÍAS …

 

¿Crímenes ambientales en Barlovento?

 

Los crímenes ambientales al parecer seguirán en una espiral indetenible. Los crímenes ocurridos en el Estado Bolívar, concretamente en la población de Tumeremo, así lo evidencian.

 

En Barlovento, sobre todo en la construcción de la represa del río Cuira, donde los estudios de impacto no son favorables, se han venido dando casos silenciosos que poco han salido a la luz pública.

 

Pero también la deforestación en varios lugares del bosque protector de Caracas, como lo es la subregión de Barlovento, también es silenciosa.

 

Si bien es cierto no hay víctimas humanas, se está contribuyendo al desastre ecológico. Por último, la apertura de la boca de la Laguna de Tacarigua provocará una salinización de sus aguas y,  como decía Morochito Irízar, la salinización, es decir la entrada del mar a la laguna, será un crimen ecológico silencioso.

 

Morochito Irízar murió de mengua ante la ausencia de solidaridad desde la alcaldía del municipio Páez hasta las entidades responsables del ambiente.

 

“El asesinato de Sabino casi se oculta por coincidir en la misma fecha del fallecimiento del presidente Chávez, pero el caso salió a la luz pública nacional e internacional…”

https://www.alainet.org/es/articulo/176321
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