El narco pone en aprietos a EPN

21/03/2016
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 pena nieto rt small
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El narcotráfico ha sido el asunto que más incomodidades ha hecho padecer al gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) durante las primeras semanas de este año. En escasas 10 semanas han estallado tres escándalos que han puesto en evidencia uno de los temas más incómodos para la cúpula mexicana: los posibles lazos de complicidad y protección existentes entre políticos y narcotraficantes al más alto nivel.

 

En Washington algo saben.

 

En principio, horas antes de que la revista Rolling Stone humillara a todas las instituciones de seguridad y justicia en México al dar públicamente con el paradero del capo más buscado del país antes que ellos, el Chapo fue recapturado. Festejado con desparpajo y autocomplacencia por los principales titulares del gobierno federal, quienes aseguraron que el suceso significaba un gran logro de sus corporaciones de inteligencia civiles y militares, prestigiosos portales norteamericanos especializados en temas militares filtraron que elementos de unidades especiales de aquel país participaron en el operativo para dar con el traficante.[1] ¿Aguando la fiesta? No. Sólo enviando un claro mensaje a EPN y la opinión pública mexicana: sin la intervención directa de EU, los temas prioritarios de la seguridad en México no pueden ser resueltos.          

 

Y cuando los medios afines al régimen seguían generando historias alrededor de la recaptura y los supuestos amoríos que mantuvo el capo con una de las actrices de moda en el país, asestan otro golpe mucho más frontal a EPN: la aprehensión en España de Humberto Moreira, uno de los principales operadores políticos que cimentaron su camino a Los Pinos. ¿Cuándo? Ah, exquisito momento: en medio de su gira por oriente medio.

 

Llama poderosamente la atención la precisión de los escándalos que rodean los viajes de EPN al extranjero, sobre todo porque pareciera que el círculo cercano del mexiquense no ha aprendido las lecciones de Francia, cuando la fuga del Chapo empañó la presencia de la delegación oficial mexicana en París durante la conmemoración del Día Nacional Galo, como lo describimos en esa oportunidad.[2] Ahora, ¿cuál sería el interés de los españoles en arruinar la visita de EPN a la península arábiga? En principio de cuentas, parece que el autor intelectual de los hechos dejó una huella infalible: una pizca del humor negro anglosajón: #MisiónCumplida. De igual forma es preciso analizar las imputaciones a Moreira con el fin de entender la velada y fuerte advertencia lanzada a EPN: lavado de dinero para el Cártel de “Los Zetas”. Este hecho no es menor, pues si la conexión entre Moreira y el lavado de dinero proveniente del crimen organizado se consolida, el siguiente paso sería develar si éste efectivamente financió la campaña del hoy presidente mediante mecanismos que fueron tachados precisamente como “característicos del blanqueo de dinero”, como el Monexgate denunciado por el equipo de López Obrador en 2012.[3]

 

Para fortalecer esta hipótesis se sumarían las recientes declaraciones de Rosa Isela Guzmán Ortiz, supuesta hija mayor del Chapo Guzmán, quien declaró en entrevista con el rotativo británico The Guardian que su padre habría financiado las campañas de varios políticos importantes del país, con quienes habría pactado su fuga en julio de 2015 del Penal de Máxima Seguridad del Altiplano. Además, agregó que su reciente recaptura fue producto de traiciones de esos mismos políticos a los que apoyó en el pasado.[4]

 

Vale la pena resaltar que ante el artículo del The Guardian, la actual administración federal se ha limitado a desmentir a través de sus multimedia cercanos la identidad de la supuesta hija, evitando dar vuelo a los posibles vínculos entre el poder político y el crimen organizado, así como las posibles visitas del capo a EU.  Esta estrategia parece una copia de la usada por ese mismo equipo en 2012, cuando el mismo medio puso contra las cuerdas a EPN en la recta final de su campaña presidencial al corroborar un reportaje de la revista Proceso que demostraba un acuerdo secreto signado con Televisa para darle cobertura mediática favorable e impulsar su imagen de cara a los comicios de 2012. ¿Do you remember “si la televisión hiciera presidentes…”?

 

Pero volviendo a la detención de Moreira, si efectivamente Washington estuvo detrás de la detención e imputación de Moreira, ¿qué hecho provocó su ira? Todo indica que fueron los acuerdos en materia petrolera signados por EPN con el fin de coordinar acciones para estabilizar al alza el precio del hidrocarburo, pues el golpe se da casi en consonancia con su anuncio. Del lado mexicano, este hecho parece un intento desesperado por salvar su gestión del abismo fiscal pues el derrumbe del precio del petróleo junto al alza de las tasas de interés en EU, ha representado la primerísima causa de la abrupta desvalorización del peso, fenómeno que además ha provocado el riesgo latente de una gran crisis financiera a mitad de sexenio.

 

Sin embargo, resalta la incapacidad de Los Pinos para leer el entorno internacional y entender que la caída en los precios del petróleo no tiene su origen en la oferta y la demanda, sino en la guerra multidimensional que libra Washington/Wall Street contra Moscú, como lo expuso magistralmente Alfredo Jalife en un artículo titulado Morgan Stanley encabeza el desplome del petróleo[5]; y ante la cual la cúpula mexicana no tiene ni voz ni voto por estar tan entregada al diktat imperial. Incluso, con un simple ejercicio de memoria sabrían que tres décadas atrás Washington intentó la misma estrategia contra la Unión Soviética y derivó en la quiebra de Latinoamérica y la implantación del modelo neoliberal.

 

¿Y el golpe del The Guardian? ¿Podría ser una reacción al inicial y demencial respaldo que dio EPN a Donald Trump a través de Francisco Guzmán, jefe de la Oficina de Presidencia, quien declaró el pasado 1° de marzo: el gobierno de Enrique Peña Nieto espera que el aspirante republicano Donald Trump o cualquier candidato que resulte ganador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos colabore con México?[6]

 

¡Menuda idea la del equipo de EPN, asegurar que también con Trump trabajarían antes que reprochar su profunda retórica antimexicana! Ante ello, de poco sirve la comparación con el discurso fascista realizada días después, pues en política exterior muchas veces la primera impresión es la que cuenta.

 

¿O será que desde Washington le recuerdan a EPN que conocen todos los detalles del proceso que lo instaló en Los Pinos gracias al espionaje dado a conocer por Snowden, por lo que antes de pensar por él debe cumplir las promesas aún pendientes con ellos, entre las que estarían presumiblemente la privatización del sector salud en beneficio de las aseguradoras de Wall Street, o la reforma al agua y tenencia de la tierra, para terminar con el ciclo legal de la reforma energética?

 

 

[1] Delta Force de EU involucrada en recaptura del “Chapo”: veteranos militares. Aristegui Noticias, 11 de enero de 2016. Disponible en: http://goo.gl/Jo3Ugs

 

[2] El Chapo y otras lecturas de la crisis mexicana. Consúltese en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=201160

 

[3] Dinero sucio en el “Monexgate”. Jesusa Cervantes, Revista Proceso, 13 de febrero de 2014. Disponible en: http://goo.gl/Rdck9c

[4] El Chapo entered US twice while on the run after prison break, daughter claims. The Guardian, 4 de marzo de 2016. Disponible en: http://gu.com/p/4h6zf/stw

 

[5] Bajo La Lupa. Diario La Jornada, 28 de febrero de 2016. Disponible en: http://goo.gl/5ZwZAK

 

[6] Trump o cualquiera que gane en EU deberá trabajar con México: Presidencia. El Financiero, 1° de marzo de 2016. Disponible en: http://goo.gl/qWAe5e

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176208
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