Carta petitorio a los legisladores argentinos

10/03/2016
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Por la no derogación de la denominada Ley Cerrojo y Ley de Pago Soberano y concordantes y la continuidad de la Comisión Bicameral Permanente de Investigación del Origen y Seguimiento de la Gestión y del Pago de la Deuda Exterior de la Nación

 

Si le prestas dinero a un miembro de mi pueblo, al pobre que vive a tu lado, no te comportarás con él como un usurero, no le exigirás interés.” Éxodo 22, 24

 

Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas.Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real”

Papa Francisco,  Evangelii Gaudium, 24/XI/2013

 

Usura, deuda externa, corrupcion y fondos buitres

 

La usura ha sido condenada desde el principio de los tiempos por todas las culturas en términos absolutamente concluyentes, desde el código de Hammurabí, pasando por la cultura china, hindú, el pensamiento judeocristiano, la cultura islámica, el derecho romano y los principios generales del derecho de las naciones civilizadas.

 

La Iglesia Católica la considera como un pecado gravísimo. San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, afirma que la usura es un pecado que no va contra el Séptimo Mandamiento (No Robar), sino contra el Quinto Mandamiento (No Matar), porque el usurero lleva al deudor al hambre, a la miseria y consecuentemente a la muerte. Por su parte el Catecismo de la Iglesia Católica expresa: “Los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable” (Canon 2269)

 

El Concilio de Obispos Metodistas de América Latina y el Caribe ha manifestado “Denunciamos que la deuda externa no es el resultado de relaciones económicas justas, sino de una situación de dominación y dependencia; y que a la vez se constituye en instrumento de opresión, impuesta en muchos casos por la violencia sobre los pueblos, como ha acontecido en varias de nuestras naciones, que a fuerza de cruentas represiones han multiplicado sus deudas en el lapso de pocos años”. (Octubre de 1985).

 

San Juan Pablo II afirmó, “Es ciertamente justo el principio que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago, cuando éste vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y a la desesperación de poblaciones enteras” (Centesimus Annus, n° 35) y en el Día Mundial de la Paz (1/1/93) agregó “¿No son quizás los sectores más pobres de dichos países los que tienen que sostener la carga mayor de la devolución?”

 

El Papa Francisco ha destacado que “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real. A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales” (Evangelii Gaudium)

 

La nación Argentina ha padecido a lo largo de su historia el flagelo de la deuda externa y - como afirma el papa Francisco – el endeudamiento siempre estuvo ligado a hechos de corrupción interna. Desde el empréstito de la Baring Brothers (Rivadavia, 1824), hasta la estafa del “megacanje” (Cavallo – Sturzenegger, 2001) los argentinos hemos padecido los efectos de la usura y la corrupción de funcionarios venales que condenaron a amplias porciones del pueblo argentino al hambre, la desocupación y la muerte.

 

Esa crisis nos llevó a la ruptura del tejido social, económico e inclusive político, con su consecuencia de quebranto del aparato productivo, la irrupción de situaciones de vandalismo y el surgimiento de planes sociales (no deseables pero necesarios), de los que recién nuestra país estaba saliendo, con su consecuente proceso de destrucción de la familia. 

 

Mucha ha sido la lucha de los latinoamericanos en general y de los argentinos en particular, en contra del escándalo de la deuda. Por citar algunas de las acciones realizadas destaquemos el “Juicio de la Deuda” encabezado por el Dr. Alejandro Olmos (1982), el que dio como resultado el fallo del Juez Jorge Ballesteros (2000),  la denuncia de la ilegalidad, realizada en Paraná, Entre Ríos (1998), con la participación del Embajador Miguel A. Espeche Gil y el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Mons. Estanislao Karlich, la tarea comenzada a partir de 1997, que diera origen al Grupo Tomás Moro a través de las Cátedras Jubilares y la Asociación para el Jubileo Para América, desde donde se promovió la Comisión Bicameral para el Jubileo (1999/2000), que presidiera el diputado Mario Cafiero, la realización de la Asamblea Latinoamericana de Parlamentarios  para el Jubileo (1999- 2000), la asistencia de un delegación argentina al IV Forum de Roma “SDEBITARSE” (Desendeudarse), a cargo del Lic. Jorge A. Benedetti, la  participación de una nutrida delegación de parlamentarios y dirigentes argentinos a Roma para el Jubileo de la “Cosa Pública”, donde se denuncio la estafa de la deuda externa así como muchas otras acciones en las que en conjunto con otras organizaciones hermanas de las mencionadas,  participamos varios de los firmantes de la presente.

 

Con independencia de la opinión que se tenga del conjunto de las políticas aplicadas en Argentina desde el año 2002 hasta el 2015, lo cierto es que nuestro país se ha desendeudado y ha sostenido una firme posición contra la usura y a favor del desendeudamiento, política sostenida en conjunto con otros países de América Latina. De esta manera se renegoció el 93% la deuda externa en default, reduciendo considerablemente su porcentaje e influencia sobre el PBI.

 

Hoy un juez extranjero pretende obligar a la nación argentina a derogar varias leyes y con ellas la Comisión Parlamentaria que debe investigar la legalidad y los actos de corrupción vinculados a la contratación de la deuda externa desde 1976 en adelante.

 

Paralelamente según el proyecto enviado al parlamento, la actual administración, integrada por CEOs de varias de las entidades financieras y bancos que nos han llevado al estallido del 2001, recibiría un cheque en blanco que le permitiría  efectuar nuevos acuerdos sin intervención del parlamento y podría suscribir empréstitos sin límite de monto ni razón que lo justifique, inclusive modificando a su arbitrio el presupuesto nacional.

 

Los argentinos nos preguntamos:

 

-  ¿Cuál es la causa por la que este juez, en complicidad con el gobierno argentino, quiere evitar que se investigue la legitimidad de la deuda? ¿Será que - tanto de uno como de otro lado - se encuentran los mismos actores y los mismos intereses que generaron el megafraude del 2001?

 

-  ¿Cuál es la causa por la que para cancelar el 93% de la deuda se emitieron bonos por 30.000 millones y ahora para cancelar sólo el 7% se emitirán entre 15 y 20.000 millones?

 

-  ¿Por qué no se presenta el texto completo del proyecto de acuerdo con los buitres? ¿Son ciertas las versiones de que el gobierno argentino acordó que se paguen comisiones, gastos de los abogados de los buitres, los honorarios del pretendido mediador, gastos de asesoramiento, etc., etc.?

 

-  ¿Por qué bajo el eufemismo de reinsertarse en el mundo se pretende volver a endeudar al país y no se cumplen los principios de las Naciones Unidas sobre la reestructuración de deudas soberanas?

 

-  ¿Por qué si el gobierno anterior había rechazado la propuesta de los buitres de una quita del 30%, la actual administración ofrece acordar con una quita del 25%? O sea ¿por qué el actual gobierno mejora la oferta de los buitres?

 

-  ¿Por qué funcionarios que están procesados por defraudación vuelven a participar, perjudicando nuevamente al erario público de esta manera?

 

-  ¿Por qué no se informa si se ha realizado algún estudio sobre las posibilidades de repago de la nueva deuda para evitar una vez más entrar en un espiral de endeudamiento sin fin?

 

-  Teniendo en cuenta que las operaciones de compra venta de títulos de la deuda, constituyen uno de los principales mecanismos de blanqueo de fondos ilícitos ¿Por qué se elude la identificación de los acreedores, permitiendo de esta manera que se validen operaciones de blanqueo y otros ilícitos, dado que los titulares no tienen la obligación de identificarse ni de justificar cómo accedieron a dichos bonos?

 

-  Frente a esta negociación ¿Se ha evaluado la posibilidad de que estos actos habiliten reclamos “impagables” del 93% que participó de las renegociaciones del 2005 y 2010?

 

-  ¿Por qué bajo el DNU del 22 de diciembre se pone en marcha el “megacanje 2” con la participación de los mismos funcionarios procesados por haber favorecido a distintas amistades y las mismas entidades del fraude del 2001 (HSBC, JP Morgan, Deutsche Bank, Citibank y Goldman Sachs.)?

 

-  ¿Qué garantías tenemos los argentinos de que los fondos provenientes del nuevo proceso de endeudamiento no vuelvan a ser destinados – casi exclusivamente - a la especulación financiera, como ya ocurriera anteriormente, pese a las reiteradas promesas de que se destinarían a la inversión productiva? Por lo pronto, los primeros 5.000 millones que ya se gestionaron y los 15/20.000 millones de dólares que se solicitarían, serán afectados únicamente para uso del sistema financiero.

 

Además de rechazar la derogación de la denominada Ley Cerrojo y Ley de Pago Soberano y concordantes, exigimos no sólo que continúe la Comisión Bicameral Permanente de Investigación del Origen y Seguimiento de la Gestión y del Pago de la Deuda Exterior de la Nación, sino que avance en su trabajo y al mismo tiempo que no se otorgue un cheque en blanco a ningún funcionario para tomar nueva deuda  y que la votación en el parlamento sea nominal, de manera que quede en claro ahora y para la historia, quiénes son los legisladores que pretenden volver a defraudar al pueblo endeudando por 30 años a varias generaciones de argentinos.

 

“…hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata”

Papa Francisco

 

FIRMAN:

 

(Personas y grupos que adhieren a la presente)

 

Lic. Jorge Benedetti, Dr. Carlos E. Ferre, Tec. Pablo F. Cassano, IsabelWertheimer, GRUPO TOMAS MORO, Estela Rodriguez, Eduardo Gonzalez, Oscar Osvaldo Canepa, Eva Cassano, Mabel Beatriz Montero, Juan Mariano Canepa , …

 

Manifieste su adhesión enviando un correo a generacionfrancisco@gmail.com

 

https://www.alainet.org/es/articulo/175967
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