La utopía chavista-bolivariana en el espacio Caribe

03/08/2015
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Recordar a Chávez (1954-2015) en el aniversario de su nacimiento es revisar sus aportes a la reconfiguración política   de ese espacio diverso, complejo y centro de gravitación geopolítico regional como lo es el Caribe. Históricamente,  como decía Norman Girvan, “la noción de Caribe ha sido y está siendo continuamente redefinida y reinterpretada en función del interés por ofrecer respuestas a las influencias externas y a los procesos internos. Una posición apropiada es sostener que no hay una definición precisa o consumada, el contenido depende más bien del contexto, pero ello debe especificarse con claridad cuando se emplee con propósitos descriptivos o analíticos”. Desde Venezuela se tenía una visión muy reducida de la diversidad del espacio Caribe. La mirada subestimadora y de no hermanamiento, hacia el Caribe insular y continental, privo fuertemente a lo largo del siglo XX en los distintos gobiernos de nuestro país. Esa visión era el resultado de un desconocimiento histórico lo que significó el Caribe durante el siglo XIX para el proceso libertario de lo que hoy constituyen los países Bolivarianos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela).

 

 La utopía bolivariana nació en el Caribe

 

 Haití, fue testigo de la expedición de los cayos liderizada por Simón Bolívar y estimulada por el presidente Petion. Jamaica (1815) fue el espacio donde Bolívar escribió la famosa Carta de Jamaica, donde expreso su visión integradora continental “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo”.  Más adelante Bolívar lanza en dicha carta una mirada integradora hacia el Caribe continental centroamericano expresando “Los Estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizás una asociación… Esta magnífica posición entre los dos grandes mares, podrá ser con el tiempo el emporio del universo. Sus canales acortarán las distancias del mundo: estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán a tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra! Como pretendió Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio.

 

 Luego el mismo Bolívar retomaría las propuestas integradoras de la Carta de Jamaica para realizar el Congreso de Panamá el 22 de junio en 1826 donde se elaboraron las siguientes líneas programáticas: 1. Renovación de los tratados de unión, liga y confederación; 2. Publicación de un manifiesto en que se denuncia la actitud de España y el daño que ha causado al Nuevo Mundo; 3. Decisión sobre el apoyo a la independencia de las islas de Cuba, Puerto Rico, Canarias y Filipinas; 4. Celebración de tratados de comercio y de navegación entre los Estados confederados;5. Efectivización de la Doctrina Monroe de los Estados Unidos en contra de las tentativas españolas de reconquista; 6. Organización de un cuerpo de normas de derecho internacional; 7. Abolición de la esclavitud en todos los Estados confederados; 8. Contribución de cada país para el mantenimiento de los contingentes militares comunes; 9. Adopción de medidas de presión para obligar a España al reconocimiento de las nuevas repúblicas y 10. Fijación de las fronteras nacionales con base en el principio de uti possidetis, tomando como base el año 1810.” Estas fueron las bases fundamentales Bolivarianas de Chávez para hacer una serie de planteamientos en las políticas regionales de integración que Bolívar esbozo desde el espacio Caribe.

 

 La utopía chavista sobre el Caribe

 

Chávez profundamente convencido de los aportes de Bolívar en diplomacia y geopolítica integradora retomó con fuerza esos planteamientos que plasmaría en el proyecto ALBA y PETROCARIBE para explorar y concretar políticas de integración hacia y dentro de ese espacio Caribe que había vivido más de un centenar de golpes de Estados, desintegración, explotación y países franquicias de las grandes empresas transnacionales estadounidenses y europeas. El proyecto de integración ALBA (2004) fue una respuesta contundente al ALCA que pretendía imponer Estados Unidos que priorizaría la integración neoliberal con la liberalización del comercio y las inversiones, sin embargo el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza, la exclusión social, contra los altos índices de analfabetismos y de pobreza que existen principalmente de América Latina y el Caribe. Hoy Petrocaribe que nació en 2005, impulsado por Chávez está conformado por 18 países de Centroamérica y El Caribe. Es un acuerdo energético que funciona bajo las premisas de comercio justo, complementación, solidaridad y justicia social, buscando garantizar el acceso de los pueblos a la energía, para proteger de la miseria a millones de habitantes. Petrocaribe suministra en promedio 108 mil barriles diarios de crudo, abasteciendo el 40% de las necesidades de combustible de la región. Venezuela, es el único país del mundo que vende el petróleo de manera solidaria”. La utopía Chavista sobre el Caribe plasmada en ALBA Y PETROCARIBE a la luz de los acontecimientos surgido con Guyana y la posición de algunos países del Caribe anglófono hoy necesitan una reevaluación en el sentido práctico de la política de la reciprocidad. Debemos revisar nuestra política hacia el Caribe no solo desde el punto de vista de la política en sí de las instituciones como Petrocaribe y Alba, sino también revisar qué papel están jugando nuestros diplomáticos en el Caribe y América Latina. 

https://www.alainet.org/es/articulo/171498
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