Los grupos vinculados tanto a al-Qaeda y Estado Islámico continúan operando cada vez con más contundencia en África. Las acciones en la playa tunecina de Sussa, la incontrolable avanzada en Libia, los recientes atentados en Egipto, la locura homicida del nigeriano Boko Haram, que ya cuenta con una fuerte presencia en países vecinos y el fantasmagórico al-Shaabab somalí, que una y mil veces derrotado, emerge de las sombras para golpear con más perversidad, obligan cada semana a repetir la misma noticia, en la que solo se cambia el nombre de los lugares y el número de muertos.

Otra vez Egipto, una vez más Chad, Níger y como siempre Somalia, acapararon el interés de quienes contemplan África, como quien mira distantes y con resignación en el horizonte, aproximarse un huracán.

 En una cantera próxima al pueblo de Mandera, al nordeste de Kenia, cercano a la frontera con Somalia, durante la madrugada del martes 7, fueron ejecutados catorce obreros  y otros once quedaron heridos en un nuevo ataque de la milicia salafista Harakat al-Shaabab al-Mujahideen o al-Shaabab a secas.

La banda terrorista subsidiaria de al-Qaeda Global, se adjudicó esta nueva matanza en un comunicado firmado por el Sheikh Abdiasis Abu Musab,  portavoz del grupo.

La operación, como las anteriores en territorio keniata, la más importante de ellas por el  número de muertos, se produjo en la Universidad de Garissa, el dos de abril último, donde fueron asesinados, un número nunca revelado de estudiantes, aunque las autoridades decidieron terminar el conteo en ciento cuarenta y siete. Al-Shaabab ya han producido en Kenia dos mil trescientos muertos, con estas acciones los salafistas somalíes, busca castigar al gobierno keniata por su involucramiento en la lucha que las endebles autoridades de Somalia viene librando contra los integristas junto a otras naciones de Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) compuesta por unos ocho mil efectivos de diez naciones, en su mayoría de Uganda, Burundi y Kenia.

Al-Shaabab esta semana no se ha conformado con el ataque en Mandera, sino que también lo ha hecho en Mogadiscio, capital de Somalia, a unos seiscientos kilómetros al oeste. En horas de la noche hombres de al-Shaabab atacaron los hoteles Wehelie y el Siyad, donde provocado siete muertos. La banda takfirista horas antes en el norte de Mogadiscio había atacado una base AMISOM, sin que se conociera los resultados del ataque.

Desafiando al General

La semana pasada informábamos de la serie de ataques que el Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), un conglomerado de pequeñas organizaciones vinculadas a al-Qaeda y que ahora agrupadas, juraron lealtad al Estado Islámico, perpetraron contra diferentes objetivos militares en el norte de la península del Sinaí, el resultado fue cerca de cien muertos, lo que el enfurecido general Abdel Fatah al-Sissi, actual presidente egipcio. La ofensiva iniciada por el ejército egipcio sobre las ciudades de Rafah, al-Arish y Sheij Zueid en la provincia donde se habían producido los ataques de la semana pasada, habría producido más de doscientos muertos entre los salafistas.

Por su parte el líder de Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadí, ahora conocido como el califa Ibrahim, llamó a la destrucción de los monumentos nacionales egipcios, como las pirámides y la esfinge de Giza, lo que definió como “un deber religioso”.

Como parte del desafío al gobierno egipcio Estado Islámico atacó el consulado italiano del Cairo el sábado once, a horas de la madrugada, provocando un muerto, nueve heridos e importantes daños en el edificio. El atentado se produjo con el estallido de un coche bomba con cuatrocientos cincuenta kilos de explosivos, estacionado delante del consulado. Debido a la céntrica ubicación del edificio, de haberse retrasado apenas un par de horas el atentado, que se produjo a las seis y veinte, la cantidad de víctimas podría haber sido mucho más importante.

Tan solo hace un mes del mismo modus operandi, fue asesinado el Fiscal General Hisham Barakat, lo que se computa como el asesinato más relevante de los últimos años en el país.

Boko Haram de exportación

Desde hace meses Boko Haram, la organización salafista que en marzo último juró lealtad a Estado Islámico, ha de dejado de ser un problema propio de Nigeria para convertirse en un problema regional.

Sus operaciones ya no se centran en el norte de su país, sino que se han extendido a Camerún, el Chad y Níger, naciones por otra parte que se han comprometido con el nuevo presidente nigeriano Muhammadu Buhari a exterminar a los takfiristas.

La sanguinaria organización que ha provocado más de veinte mil muertos y dos millones de desplazados en su país desde 2009, ha abierto frentes en los países vecinos.

Abubakar Shekaua, el mesiánico líder de Boko Haram tiene capacidad para actuar ya no en el norte del su país, sino de llegar a lugares como Yamena, la capital de Chad, donde el quince de junio, en dos atentados había asesinado una treintena de personas en su mayoría policías en un ataque contra el cuartel central de la policía y una escuela de reclutamiento de la misma fuerza.

El sábado once, un atacante suicida, un atacante vestido con burka, detonó un chaleco explosivo en el mercado central de Yamena, capital de Chad, produciendo catorce muertos y más de setenta heridos 

Sin duda este segundo ataque en un mes, es un claro desafió al presidente  Idriss Déby un musulmán que tras un  golpe de estado en 1990, se encaramó en el poder y desde entonces con el apoyo de Estados Unidos y Francia intenta perpetuarse ganando elecciones por un apabullante y “democrático” 88% de los votos.

Desde que el ejército chadiano ha comenzado a operar contra Boko Haram, ha conseguido producirle importantes bajas, por lo que la estrategia del grupo ha retornado al atentado suicida, donde nunca se exponen a perder muchos hombres, ni necesitan desplegar muchos recursos.

El poder corrupto del presidente Déby, está lo suficientemente bien aceitado para no tener que preocuparse por los takfiristas, sus menos de cien kilómetros de frontera con Nigeria, un ejército y un servicio de espías bien preparado para la represión interna, pone al Chad en una buena situación para enfrentar a Boko Haram. Los propios chadianos que nunca han conocido la democracia desde que se independizaron de Francia en 1960, aunque jamás París ha dejado de tener gran injerencia en todas decisiones de todos los gobiernos chadianos, incluso durante “La guerra de los Toyotas” por la franja de Aouzou, que enfrentó al Chad contra la Libia de Muhamad Gaddafi, entre 1987 y 1988, les haga sospechar que Boko Haram, se pueda transformar en un aliado contra la dictadura de Idriss Déby.

Si de alguna manera los menos de cien kilómetros, ochenta y siete exactamente, de frontera entre el Chad y Nigeria, son de alguna manera una seguridad para el presidente Déby, no lo son los casi mil quinientos kilómetros de frontera que tiene Níger con Nigeria, mil cuatrocientos noventa y siete exactamente. Lo que convierte la seguridad de Níger en una verdadera aventura diaria a mediada que no se implemente verdaderos planes de contención contra Boko Haram, todavía habrá que esperar hasta fin de mes para que la alianza entre Nigeria, Níger, el Chad y Camerún se pongan en marcha para poner fin a la organización de Abubakar Shekaua.

Mientras llega fin de mes, además de los reiterados y diarios ataque de Boko Haram a distintas poblaciones del noreste de Nigeria y los ya vistos en el Chad, han atacado

Dagaya, una localidad situada cerca de la ciudad de Bosso, al sudeste de Níger, asentamiento de una importante base militar donde se están agrupando efectivos nigerinos y chadianos para enfrentar a Boko Haram.

En Dagaya cinco empleados de una empresa nigeriana fueron degollados por hombres de Boko Haram el jueves por la noche.

Se ha reconocido que muchos jóvenes nigerinos de la localidad de Diffa, fronteriza con Nigeria están ingresado a Boko Haram, donde reciben una paga mensual de 300.000 FCFA (Franco de África Occidental) equivalente a unos 450 euros.

Por otra parte comandos de Boko Haram han atacado la prisión civil de Diffa, cerca de las dos de la madrugada, del domingo 12. Vestidos con uniformes del ejército del Chad, se presentaron a la guardia y abrieron fuego matando a cuatro guardias y produciendo varios heridos.

Diffa que se ha convertido en el epicentro de las fuerzas conjuntas para luchar contra Boko Haram, es también el nuevo objetivo de los salafistas que desde hace semanas vienen provocando distintos atentados en diferentes poblados de la región.

Si miedo a nada Boko Haram, tal como el restos de sus hermanos africanos, están dispuesto a dar batalla a todo lo que se les enfrente, mientras las potencias occidentales miran el horizonte y solo creen que es una tormenta de verano.

- Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC. Colabora con “Revista Hamartia”, Rebelión:http://www.rebelion.org/; “El Correo de la Diáspora argentina: http://www.elcorreo.eu.org ; y: América Latina en Movimiento: http://www.alainet.org/