La cuestión urbana: con teorías, sujetos y utopías

29/07/2014
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 497: La cuestión urbana hoy: Entre el mercado total y el buen vivir 24/11/2014
Mientras muchos se sorprendían y expresaban no entender los motivos de las multitudinarias manifestaciones que hace poco más de un año tomaron las calles de muchas ciudades brasileñas, para quienes trabajamos los temas urbanos, sus causas eran evidentes. Se trataba, en gran parte, del reverdecer de las luchas por la reforma urbana, ante las malas condiciones de reproducción de las mayorías en las ciudades. Como enfatiza Erminia Maricato (2013), “es la cuestión urbana, estúpido!”[1].
 
En un contexto donde el derecho a la ciudad ha sido banalizado y cada vez tiene menos que ver con la formulación originaria planteada por Lefebvre, el despilfarro de fondos públicos destinados en su mayoría a superfluas obras motivadas por megaeventos deportivos, junto con los aclamados beneficios que ellas traerían pero que el pueblo seguía sin ver (teniendo que invertir horas en la movilidad urbana y viajando en malas en condiciones), el anuncio del aumento del costo del pasaje llevó a explosiones populares que, en distinta escala, tienen su correlato en manifestaciones diarias que evidencian un profundo malestar.
 
En esta edición nos ocupamos de las problemáticas urbanas y de algunas de las “soluciones” que generalmente se formulan para ellas, teniendo en cuenta la disputa que las atraviesa: seguir los dictados de los capitales globales con su utopía del “mercado total”, en especial, a través de sus expresiones financieras e inmobiliarias, o darnos la oportunidad de vivenciar el “buen vivir”. Los trabajos presentados abordan varios de los debates centrales en el marco de dicha disputa y, a través de ellos, tratamos de ilustrar la importancia del tratamiento conjunto de las cuestiones de producción y reproducción y de necesidad de recuperar la “totalidad” en lo que hace al territorio, con una vocación transformadora que, a nuestro juicio, se construye a partir de teorías críticas y propositivas, junto con sujetos concretos y en pos de utopías realizables.
 
Teorías críticas y propositivas
 
Que el capitalismo trate al trabajo, la tierra y la moneda como si fueran mercancías no es novedad. Ahora bien, la pretensión de generalización y radicalización de esta práctica en pos de la maximización de ganancias privadas en plazos cada vez más cortos, refuerza la necesidad de conocer las estructuras y dinámicas socioeconómicas en una perspectiva multiescalar, con teorías críticas de las más diversas disciplinas. En esa línea se encuentra el trabajo de Brandão y Fernández, haciendo énfasis en el papel del Estado en el marco de las transformaciones recientes del capitalismo.
 
Además de las críticas, en ese contexto, adquiere especial relevancia la formulación de propuestas alternativas, entre las cuales el enfoque sustantivo de la economía y las prácticas de economía social y solidaria (de las que ya se han ocupado, en particular, los números 430 y 482 de esta revista), deben ser considerados. Esta visión pluralista de la economía, potenciaría las discusiones sobre la mercantilización y desmercantilización que atinadamente plantea Pírez.
 
A su vez, es preciso salirnos de la estrechez teórico-política que niega a más de la mitad de nuestras ciudades (dando lugar a las discusiones de la “ciudad formal” vs. “ciudad informal” por ejemplo), que no dimensiona la incidencia que tienen en la economía urbana las actividades ilegales como el narcotráfico o la trata de personas, tal y como lo plantea Carrión, y que sigue repitiendo que la competitividad, la productividad o la atractividad de los capitales, debe ser el leitmotiv de los gobiernos subnacionales.
 
En esa línea, a pesar -y a raíz- de las imposiciones de “la ciudad formal”, los sectores populares se las ingenian para resolver necesidades, fundamentalmente, de vivienda. Se destacan así formas de autoconstrucción popular en asentamientos o villas que muestran una salida, muchas veces individual o familiar, a la que parte de la academia se ha dedicado desde hace décadas. El trabajo de Cravino da cuenta de esta situación en el caso de Buenos Aires. Junto a este fenómeno, pero con menos atención desde la academia, se da la construcción de barrios enteros, que constituyen satisfactores no sólo para la vivienda sino también para el hábitat logrando, entre otras cuestiones, la autogestión de servicios y espacios públicos por parte de asociaciones, cooperativas, movimientos y comunidades. El artículo de Correa do Lago las analiza, poniendo énfasis en las implicaciones de la relación entre los movimientos sociales y el Estado en Brasil.
 
A su vez, la problemática ambiental urbana da cuenta de graves indicadores en términos del acceso al agua potable y su contaminación (inadecuada provisión de cloacas, volcado de efluentes industriales sin tratar, agroquímicos); contaminación del suelo (falencias en el tratamiento de los residuos sólidos, patológicos e industriales junto con la ausencia de políticas de escala para el reciclado y el menor consumo para una menor generación); contaminación del aire (gases industriales no tratados, proliferación y no respeto a las normas por parte de la producción y el consumo automotriz), entre otros. La situación de vulnerabilidad de las mayorías para cubrirse de estos riesgos, es alarmante. Sobre este tema y, debiendo tener en cuenta tanto aquellas situaciones que se erigen como “conflictos ambientales urbanos” como aquellas que no alcanzan a hacerlo, Azuela realiza aportes desde la sociología y el derecho.
 
Sujetos y utopías
 
En definitiva, consideramos que la necesidad de teorías críticas y de propuestas viables requiere de una mirada amplia y ambiciosa. A nuestro juicio, ellas no puede constituirse y fortalecerse si no es, por un lado, con un tratamiento integral de las ciudades con el campo, siendo la cuestión del abastecimiento, la soberanía alimentaria, las funciones de colchón que realizan los periurbanos o, en general, la relación armónica con la naturaleza, algunas de las deudas a saldar por parte de los estudios urbanos; y, por otro, en la demanda y el ejercicio de una radicalización de la democracia para constituir “un mundo en el que quepan muchos mundos”, lo que implica apostar a una labor conjunta con sujetos realmente existentes, que tengan conciencia de derechos y de las necesidades de cambio de esta realidad apostando, a su vez, a procesos de constitución de tales sujetos del campo popular allí donde aún no existan.
 
En ese marco es que, en varios de los artículos y en la entrevista a Maricato, se da cuenta del papel de los movimientos sociales a nivel urbano. A su vez, contamos con los valiosos aportes de compañeros del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI de Argentina de la Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo–CLOC-) y del Movimiento Zapatista que nos dan muestras claras de sus perspectivas, en sintonía con lo que Coraggio denomina “el principio ético de asegurar el desarrollo y la reproducción de la vida de todos en equilibrio con el conjunto de la naturaleza”, dando cuenta, una vez más, de que “otra economía”, “otra política” y “otras ciudades” son posibles y necesarias.
 
- Ruth Muñoz es Economista argentina. Investigadora y profesora del Instituto del Conurbano de la UNGS, donde actualmente se desempeña como Coordinadora de Investigación y fue Coordinadora académica de la Maestría en economía social (2008-2013). Participa en la coordinación de esta edición.


[1] Título de su capítulo en la compilación Cidades rebeldes: Passe Livre e as manifestações que tomaram as ruas do Brasil. Sao Paulo, Bom Tempo-CartaMaior; disponible en: http://ujceara.files.wordpress.com/2014/01/cidadesrebeldes-passelivreeasmanifestac3a7c3b5esquetomaramasruasdobrasil.pdf
https://www.alainet.org/es/articulo/165926
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