Fukushima, el agua hirviente

15/03/2011
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Cuando ocurre una catástrofe como la acontecida en Japón afloran los recuerdos delirantes y atropellados de hechos pasados, que a más de uno en su fuero interno llama a la reflexión y al perdón, es la irremisible dirección que lleva el mundo globalizado e interconectado, donde los líderes que se amarran a las riendas de la gran orbe están sumergidos en una carrera desbocada por detentar el máximo poder arrastrando todo lo que consiguen a su paso, pero es evidente que la fuerza de la naturaleza se impone y logra llegar primero.
Viene a colación todo esto porque aún y cuando estamos adormecidos por la vorágine comunicacional en pocos segundos podemos enterarnos de todo lo acontece en el espacio más apartado de la tierra, visto con amplios detalles en tiempo real y alta resolución, a través de fotografías e imágenes impactantes que van y vienen a supra velocidad a cualquier parte del globo terráqueo, como aquella recordada tensión que se vivió por varios meses con los 33 mineros chilenos atrapados en lo más profundo de la tierra, y entre otras menudencias dirían algunos, podemos ver la lucha a sangre y fuego que vive la nación Libia y otros territorios del planeta.
Y como estos sucesos nos llevan a recordar tantas cosas vertiginosamente, nos dejamos arrastrar por la impresión que produce la tragedia que sacude a Japón y nos adentramos como en una tormenta incontrolada en aquellas fatídicas horas cuando hizo explosión el cuarto reactor de la Central Nuclear de Chernóbil, recordado hoy como aquel triste e infortunado 26 de abril de 1986. El mundo entero sabe que aún quedan en el aire los trazos de aquel horror vivido. 
Aquella tragedia producida por los humanos aunque parezca incierto se mantiene latente en la mente de hombres y mujeres, cuando aquella región al norte de Ucrania fue sacudida por la espeluznante explosión que causó terribles daños en una vasta extensión de territorio. Europa en aquel momento estuvo al borde del abismo y sin vacilaciones se ha visto a través de la historia que Chernóbil fue un experimento de interminables fallas, pero pensándolo impasiblemente, aunque no es el mismo caso de Japón, igual aturde la conciencia, el solo pensar que un reactor nuclear pueda estar cobrando vidas nuevamente, causando el pánico y el caos, además de ocasionar daños irreversibles y arrasar con todo lo que tenga vida en cualquier punto de la geografía mundial.
Sin dejar nada a la imaginación los años han transcurrido desde aquel desastre, ya no hay discusión en ese tema, solo el miedo y el terror se retuerce en los huesos de aquellos que vivieron de cerca la tragedia, y los que solo vieron las imágenes a distancia mantienen inerte en su subconsciente la pesadilla de Chernóbil, pero a pesar de aquella amarga experiencia, el hombre parece no aprender de ejemplos ajenos, hoy le toca a los japoneses vivir en carne propia su historia, ahora el centro de atención del mundo es Fukushima donde decenas de televisoras transmiten cada segundo los resultados y efectos del terremoto que sacudió hace horas la capital de la prefectura de Fukushima, en la Región de Tōhoku en Japón, una ciudad sumida en un caos total por la crisis producida en la planta Nuclear Daiichi de Fukushima donde los reactores nucleares presentan daños y serios problemas por lo complejo del sistema que amenazan con un desastre de tal proporción como aquel que llevó a Chernóbil a la muerte y la desolación.
El mundo entero lo sabe y se mantiene atento a lo que allí ocurre y nos subsume a una triste y desconsolada reflexión, valdrá la pena verdaderamente impulsar avances tecnológicos y científicos que en un determinado momento se vuelvan como una fiera hambrienta contra el hombre, se puede asegurar tal cosa es la pregunta, lo dicen la decena de ciudadanos y movimientos que en todo el mundo ya salen a la calle a manifestar abogando por una luz dentro del túnel, por lo menos que se haga una revisión a los programas nucleares, mientras tanto aquí en esta parte del mundo, nos dedicamos a discernir el pensamiento, a navegar en la autopista de la información y seguir palpando de cerca las noticias; “El reactor 1 que equipa Fukushima se conoce como BWR, que traducido del inglés significa "agua hirviente”.
- Lcdo. Henry Sánchez, Venezuela,  estado Zulia. Facebook: Henry Sanchez
https://www.alainet.org/es/articulo/148318
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