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Tejiendo sobre los aspectos sociales de la diabetes basados en la experiencia personal

03/02/2011
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Actualmente el mundo ha sufrido grandes cambios sociales demográficos y epidemiológicos que nos llevado al aumento e incidencia de distintas enfermedades crónicas no trasmisibles que con frecuencia conducen la muerte o discapacidad; en esta ocasión hablaremos de la diabetes; según la OPS se calcula que en el mundo hay alrededor de 30 millones de personas que padecen diabetes, de las cuales 45%, es decir 13 millones son habitantes de América Latina, lo anterior está relacionado según diversos estudios, con el envejecimiento de la población, cambios en los patrones culturales de la población que repercute en la alimentación y los estilos de vida de la población.
 
Es entonces casi imposible dejar de considerar el gran costo individual, familiar y social de la diabetes.
 
 La ignorancia y la pobreza van de la mano y por desgracia son la raíz de muchos problemas de salud, en los cuales la diabetes no es la excepción por lo que reducir el costo del desconocimiento puede reducir estragos potenciales de esta enfermedad.
 
Estudios sobre el concepto de conducta, frente a la enfermedad (illnes behaviur), basados en la formulación de Pearson, del papel del enfermo (Pearson 1951), desarrolló la noción de “conducta frente a la enfermedad, para dar cuenta de manera específica que los síntomas son percibidos y evaluados y actuados en consecuencia de la enfermedad (Mechanic 61). Este concepto mas interpretativo dentro de la tradición funcionalista (no es un enfoque tradicionalista) dentro de la sociología médica abre paso a la innegable realidad de cómo los individuos dan significado e interpretan sus circunstancias, en este caso interpretan sus circunstancias relacionadas con la diabetes y se comportan de acuerdo con ello.
 
Estudiar la Diabetes (DM) desde el punto de vista cualitativo, nos permite “descomprimir” los modelos actuales de los enfoques de vivencia que rodean dicha enfermedad; considerar cuidadosamente los enfoques simbólicos a través de los cuales concebimos las enfermedades, sus orígenes, su distribución y sus consecuencias podría ayudarnos a mejores intervenciones para mejorar la salud de la población. centrar las intervenciones en la “dulzura” de la sangre, podría ayudarnos a repensar, las experiencias de vida en la diabetes que está en consonancia con la comprensión de la angustia (sufrimiento social ) que se expande en la comprensión convencional de la población diabética, sobre todo en los sectores de la población con mas desventajas socioeconómicas.
 
La DM, forma pues una enfermedad crónica prevalente que está estrechamente asociada a las desigualdades sociales en salud, pudiendo significar una expresión idiomática y social, de un “sufrimiento social”, “oculto”, que incluso podría significar un discurso emergente sobre el papel y la angustia psicológica en las experiencias psicológicas de los grupos mas desfavorecidos.
 
Las estrategias cualitativas en salud posibilitan una mejor comprensión de las experiencias de quienes viven con padecimientos crónicos como es la diabetes, resultando evidente que la recuperación de la experiencia de los padecimientos crónicos implica dar cuentas de un proceso que se desarrolla a largo plazo.
 
Retomar una experiencia comunitaria en salud
 
Han pasado 11 años desde el primer acercamiento que tuve a una comunidad urbana marginada de la ciudad de México, acompañada siempre de mis queridos alumnos, siempre es bueno  mirar un poco hacia atrás, para reflexionar lo  qué ha pasado, como una forma de reconocer; hace unos días volví a visitar,  la localidad de trabajo comunitario en salud, después de ausentarme este último año y medio coincidió, que fue un enero justo cuando comencé el trabajo.
 
 También he recordado intensamente la necesidad de un acercamiento, un “nuevo” y “revolucionario” (enfocado a la acción, en este caso comunitaria) enfoque a la salud y bienestar de la localidad, objetivo con un grado de complicación importante, difícil de comprenderlo si no se vive.
 
Lógicamente todo esto no era así de evidente cuando comencé a trabajar con las mujeres de la comunidad de las Cabañas en el año 2000, tuve que vivir muchas experiencias con ellas para poder comprender los procesos etnográficos en los que están inmersas.
 
Afortunadamente en la actualidad los enfoques y planteamientos bibliográficos de estudios sobre las mujeres ya se plantea con mas fuerza la importancia de la salud de la mujer y la influencia de la cultura en que vive, su posición en ellas, sus experiencias y sus pensamientos, creencias y comportamientos respecto a su salud y la de toda la familia.
 
Por lo pronto, me ha llevado como dice la Dra.Christiane Northurup (2006) 25 años conocer en la médula de mis huesos la verdad acerca de que nos mantiene sanas y que nos enferma a las mujeres.
 
El conocer minuciosamente la organización familiar de las mujeres de esta localidad en verdad fue algo magnífico,  saber que si se tiene solo una idea,   aparentemente no hay contradicciones pero si, muchas posibilidades de equivocaciones, sin embargo aprender de la vida mientras se vive, en este tipo de experiencias se abre una gran comprensión en este caso acerca de la salud familiar, así es que es posible que lo que hoy observe en la salud de esta localidad de aquí a un año no lo sea o lo considere erróneo; quizá al entrar en el tema de la atención primaria en salud sea un poco “atreverse” a enseñar y al mismo tiempo “atreverse a aprender”.
 
La otra mirada de la acción comunitaria en salud
 
Los conocimientos y percepciones obtenidas por mas de dos décadas en el ejercicio de la salud y nutrición comunitaria como también mis problemas de salud, desafiaban todo lo que aprendí sobre la salud de las mujeres, en mi experiencia universitaria y docente, comencé a ver cómo las famoso Síndrome Metabólico SM (presencia de la diabetes-obesidad-hipertensión), tiene relación con el contexto de la vida de la mujer, sus creencias sobre si misma y lo que cree que es posible en su vida, pude comprobar que la mas brillante de las apariencias puede cubrir las mas vulgares realidades como lo  planteaba, Sor Juana Inés de la Cruz, sigue vigente por lo menos en el tema de la salud comunitaria y en especial al en esta localidad por desgracia estos padecimientos abundan, además el contexto que rodea a los sujetos tiende a complejizar.
 
 En esta ocasión fui a visitar a una de las mujeres con las que trabajé varios años el tema de la salud de los hogares, ella de 53 años tiene todos los padecimientos del SM, se encuentra sin empleo fijo, mientras su pareja de   55 también con el SM completo se dedica a limpiar coches, ganan al día de  5 a 10 dólares   después de trabajar 12 horas por lo menos y de eso viven, él tiene la complicación venosa de pie diabético entre otras cosas, dicha actividad contradice todas las pautas para la curación del pié…cada día se le complica mas y mas, no solo el cuerpo sino el vivir, el tema de la alimentación es toda una controversia pues los alimentos mas baratos, son justamente los mas refinados ricos en grasas y carbohidratos siendo esos justamente los contrarios a la ideal recomendación nutricional, comen según su visión y su necesidad para no morir de hambre, pero podría decirse que comen para poder morir con hiperglucemia y arteriosclerosis, flagelo silencioso y letal. Ha simple vista se pueden apreciar sus síntomas de cansancio y mal nutrición. No saben si “comer para vivir o para morir”, no tienen opción de ningún tipo.
 
Con el tiempo he llegado a comprender, a medida de ir adquiriendo mas sensibilidad en el campo, que sin un compromiso a mirar todos los aspectos de nuestra vida y acceder para cambiarlas, mejorar los hábitos y la dieta no es posible efectuar un control permanente de la enfermedad que lleva muchos años presente, compruebo una vez mas con los años de trabajo comunitario que el origen de las enfermedades no se pueden atribuir a unos cuantos factores de alimentación, recomendaciones  de higiene y farmacéuticas, etc., por lo tanto tampoco se pueden corregir únicamente con recomendaciones del mismo tipo.
 
Aprender a percibir y valorar las pautas de la vida que hay detrás de los trastornos médicos es también doloroso, sobre todo cuando se tiene en contra al sistema sanitario y social.
 
Diabetes y empobrecimiento:
 
 Este rubro, por desgracia se acompaña de una serie de carencias que afectan principalmente a quienes no disponen de capacidades y habilidades para acceder a satisfactores que les permitan contar con adecuadas condiciones de vida, específicamente, en términos de salud, nutrición, vivienda, ocupación, educación, relación con la familia, entre otros indicadores de bienestar.
 
Una característica generalizada en la pobreza, es su evidente calidad de vida baja, muy bajos ingresos (incluso sin ingresos).
 
Conforme a lo analizado hasta aquí puede decirse, que la pobreza en la diabetes significa la mutilación de la propia vida, pero principalmente el deterioro primario de la existencia humana y acumulación y arrastre de deterioros en la capacidad esencial del ser humano.
 
Comentarios finales
 
Muchos estudios han demostrado que no es posible mejorar la calidad de vida relacionada con la salud, sino consideramos todas las dimensiones del funcionamiento personal, como la esfera física, social, cultural, económica y sanitaria entre otras.
 
A medida que se considere un abordaje completo sobre las personas que padecen esta enfermedad quizá los resultados sean mas alentadores para los sujetos que la padecen.
Sin embargo la efectividad de tal enfoque depende en buena parte de que tengamos una clara comprensión de las complejas interrelaciones entre los múltiples factores relacionados con la etiología de la enfermedad así como acerca de los métodos de intervención.
 
La DM es una enfermedad metabólica crónica, asociada al desarrollo de complicaciones irreversibles, invalidantes y aún mortales con notable afectación de la calidad de vida, si el tratamiento es inadecuado. El tema de la educación para la salud, es prioritario y urgente, aún que no sea un factor único del cual depende el mejoramiento de las personas que  lapadecen, es necesario. Está demostrado los beneficios a la salud a través de la educación en salud, bajo circunstancias que involucren su contexto.
 
Por otro lado  es importante considerar las representaciones sociales de las enfermedades, en el caso de la diabetes, como en muchas otras, la sociedad crea y recrea en el imaginario colectivo una cierta manera de padecerla tanto a nivel de individuo, enfermo como de los riesgos que representa para la sociedad, que al advertir su presencia, le impone modos y etiquetas que se vuelven    una pesada carga que debe asumirse de manera apocalíptica. En el caso de la DM, sabemos que es una enfermedad incurable, que como enfermedad crónica avanzan la degeneración orgánica sobre todo si no hay los cuidados necesarios; en la situación de pobreza además, se caracteriza por la desesperanza y el riesgo permanente e inminente de no solo perder la vida sino de verse disminuido y discapacitado lesionando además de forma severa la autoestima del paciente; en esta muerte lenta que ya no se sabe en los momentos críticos hacia donde se dirige, si comer alenta la muerte, la acelera o la disminuye; porque en la pobreza los recursos económicos por supuesto son escasos y el acceso a la atención a la salud mínima y los alimentos ni hablar, sin contar las condiciones de las viviendas entre otros.
 
 Se sabe de cuantos diabéticos hay, de cómo logra controlarse la enfermedad, los tipos de medicamentos que existen, los mejores alimentos, etc. La mayoría de las investigaciones nos dan muchos datos importantes de este tipo, pero por desgracia no lo son todo. Como datos de propio derecho (FLlCK (2004),    podríamos preguntarnos de vez en cuando: ¿cuáles son las causas por las que un paciente con DM, no puede llevar un buen control terapéutico? ¿cómo es el estrés y sufrimiento de no conocer la enfermedad y sus complicaciones? ¿cómo enfrentan estos pacientes su enfermedad en un medio tan adverso como es la pobreza?
 
Qué podemos aportar como parte del sistema sanitario, a esta capa de la sociedad? …entre otros…de mayor importancia…
 
Es por esto, que como dice FLlCK (2004), es necesario diseñar métodos que hagan justicia a la complejidad del objeto de estudio.
 
El objetivo de estudio en la investigación cualitativa es determinante para escoger un método de estudio y no al revés. La complejidad del objeto de estudio nos obliga si verdaderamente queremos hacer aportaciones a favor de las personas con DM, a estudiar también su complejidad y totalidad en su contexto cotidiano, en este caso que nos referimos a la importancia del trabajo de campo, es que no son situaciones artificiales (como en un laboratorio, sin querer demeritar la importancia de dicha actividad) sino las prácticas e interacciones de los sujetos con la vida cotidiana. La meta de la investigación cualitativa, como nos vuelve a recordar FLlCK (2004), es menos examinar lo que ya se conoce y descubrir lo nuevo, para poder hacer aportaciones más certeras ante un problema de salud tan importante.
 
BIBLIOGRAFIA
 
GONZALEZ N. ; ANGELES M. (2006): Investigación cualitativa como estrategia de conocimiento, intervención y trabajo de las políticas de salud. Universidad de la Habana, Universidad Autónoma del Estado de México. México, D.F.
 
FLICK (2004): Introducción a la investigación cualitativa. Edit. Morata, Madrid.
 
GARCIA R.; SUAREZ R. (2007): La educación terapéutica: propuesta de modelo teórico. OPS.
 
BOTTORFF J. ; BOYLE J.; CAREY A. (2006): Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa. Edit. Janice M. Morse.Medellín Colombia.
 
MECHANIC, P. (1989): Medical Sociology: some tensions among theory, method and substance. J. health social behaviour.
 
FREIRE P.(1984):La Educación como práctica de la Libertad. México: Siglo XXI.
 
CASTRO R. (2002): La vida en la adversidad: el significado de la salud y la reproducción en la pobreza. UNAM. México.
https://www.alainet.org/es/articulo/147273
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