TV digital, contenidos y audiencias: Un desafío en términos de educación y cultura

Gerardo Alzamora

25/08/2010

Opinión

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Desde el movimiento obrero organizado, y desde nuestro lugar de trabajadores de la educación en particular, nos debemos proponer una reflexión sobre los cambios que implica el pasaje del audiovisual analógico al digital, y con ellos las nuevas propuestas que habrán de orientar a las políticas culturales y educativas en la sociedad del conocimiento. El Seminario Internacional “La Mirada Crítica. La TV Digital; contenidos y públicos”, organizado conjuntamente entre SADOP y la Asociación Nueva Mirada, que tendrá lugar en el Auditorio de SADOP (Tte. Perón 2625), Buenos Aires, los días 3 y 4 de septiembre será escenario para estas discusiones profundas.

Somos concientes de que si permitimos la multiplicación de los circuitos de distribución librada a la lógica del mercado, el circuito seguirá el itinerario de la concentración del poder tecnológico, económico, comunicacional y cultural. De esta manera, el paquete tenderá a ser acaparado por grandes empresas, con su consecuente cargamento de contenidos simbólicos producidos en economías centrales por las multinacionales del sector y destinados a un mercado segmentado a nivel global. O sea, al perro le cambiamos de collar, pero no de dueño.

En ese escenario, valdrá poco fomentar una producción que, en definitiva, no podrá hallar espacios de difusión si éstos son controlados por un puñado de oligopolios que manejan tanto la distribución como la exhibición. En este sentido, tampoco parecería viable impulsar productos culturales que no interesen al público en tanto que su capacidad de apreciación estética esté condicionada por un modelo de representación hegemónico y globalizador.

El principal reto no reside, entonces, en reemplazar ciertos artefactos y normas de carácter técnico por otros más actualizados, ampliando el acceso físico y capacitando en aptitudes instrumentales para manejarlos. Estos factores son necesarios en todo proceso de incorporación tecnológica pero resultan insuficientes si no están sostenidos por los objetivos de un proyecto de desarrollo nacional que defina quiénes habrán de ser los sujetos principales de las transformaciones, así como las estrategias culturales, educativas y comunicacionales para que puedan ejercer este papel.

El desarrollo de la TV Digital no puede verse de manera divorciada del conjunto de los bienes y servicios comprendidos por el sistema audiovisual y las potencialidades (materiales y simbólicas) que éste ofrece. Por tratarse de un sector estratégico del desarrollo de las naciones –contenido en las Industrias Culturales- reclama políticas activas desde el Poder Ejecutivo, el Congreso de la Nación y las Organizaciones Libres del Pueblo que exceden ampliamente las medidas de fomento, pese a que estas últimas resultan imprescindibles.

La digitalización plantea poner en foco contenidos y audiencias. Esta situación nos propone desafíos a los que es preciso responder de manera simultánea: capacitar a los nuevos actores que participarán en la producción y difusión de contenidos digitales, formar capacidades críticas en comunicación y promover, junto a la libertad de expresión de los emisores, la libertad de elección de los receptores.

Desde La Tiza hemos dicho que “todo esto implica un reto a la creatividad y la inteligencia que nuestro pueblo desarrolla a diario”, un pueblo que en su quehacer cotidiano construye cultura. Y son sus organizaciones sociales, instituciones gubernamentales, municipales y provinciales, y el capital privado local quienes deberán abocarse a pensar, escribir, producir y financiar material audiovisual que exprese nuestra identidad, que refleje nuestra perspectiva de mirar lo propio y el mundo.

Además, hay sobrados ejemplos de que desde el movimiento obrero se pueden encarar experiencias con una perspectiva medial educativa y cultural, de excelencia y atractivo estético además de entretenida y divertida.

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual representa un punto de partida. El primer paso se dio satisfactoriamente: se puso en discusión en el seno de la sociedad la concentración monopólica de los medios y su incidencia en la cultura y la economía. El segundo es el que está en marcha: su puesta en vigencia. El tercero, la diseminación con un sentido federal de la televisión digital terrestre y satelital. Y todo esto es irreversible; un triunfo de la democracia y del pueblo argentino.

Debemos resistir al canje de espejitos de colores, porque sistemáticamente han venido por nuestro oro, por las cabezas y por los corazones de nuestro pueblo.

Todo un desafío… recién empieza. Porque nada cambiará si cada uno de nosotros no revisa nuestra manera de ver, leer, escuchar, entender y pensar los medios de comunicación. Y, a partir de ahí, estará en nosotros generar un Sistema Audiovisual Nacional Público que valga la pena ser visto.

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Gerardo Alzamora

Secretario de Prensa y Comunicación del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP)

https://www.alainet.org/es/articulo/143651