Nicaragua y sus comicios municipales en el tintero mediático de algunas derechas occidentales

12/11/2008
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  • Opinión
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Los comicios municipales de Nicaragua en su edición de 2008, vistos desde el prisma de la “prensa occidental”, desde la antigua metrópolis y sus equivalentes periodísticos en Centro y Suramérica, traen las noticias del triunfo Sandinista enmarañadas con los sucesos que alrededor de ello pudieran empañar la legitimación de las fuerzas de Daniel Ortega al frente del país de Sandino.

Periódicos como El País, en su giro cada vez más acelerado hacia la derecha, resumen en uno de sus titulares del propio día 10 de noviembre en su sección internacional sobre los escrutinios Nicas: “Las elecciones municipales de Nicaragua derivan en un estallido de violencia que se cobra dos muertos”. Todo parece indicar que a los ojos del referido órgano de prensa, lo notorio es el reclamo de la oposición y no la victoria de las fuerzas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), como parte de un proceso eleccionario reconocido en su integridad por los observadores internacionales presentes en la jornada eleccionaria. Además de que, en el referido texto desde el titular mismo, se advierte la prescripción, ente líneas, de que tales comicios hayan sido generadores directos de enfrentamientos violentos, más allá de un análisis profundo de la situación política nicaragüense hoy. Algo que recuerda el tratamiento dado por similar órgano de prensa a la realidad boliviana en circunstancias similares.

Otro tanto sucede con diarios confesos de derecha como el ABC o El Mundo, donde los titulares curiosamente tienen un corte de nivel similar al de El País, a pesar de las diferencias de discurso y filiación. Para el caso de El Mundo, se agrega en el cierre de su artículo de 10 de noviembre desde Managua, categóricamente concluyendo: “EE.UU. ha puesto en duda la regularidad de los comicios”, y da punto final a la referencia, sin comentarios añadidos, tal y como si el aludido criterio fuera de peso determinante o criterio moral para el enjuiciamiento al último proceso Sandinista, o a la realidad nicaragüense, con la cual su vínculo durante todo el siglo XX es sabido que guarda sus páginas obscuras.

El ABC, por su parte da voz a la oposición liberal sin miramiento alguno a la imparcialidad. Y detalla categóricamente los reclamos liberales a la alcaldía de Managua, dando por sentado que la verdad está de parte de la oposición a los Sandinistas. Otras fuentes, por sinuosas no valen la pena siquiera en esta ocasión citar.

Como es lógico, en buena lid mediática, es de esperar la reacción santificadora de la prensa de derecha y sus afines, a favor de los liberales y demonizadora de la iniciativa Sandinista. A juzgar por las palabras del liberal Arnoldo Alemán, las autoridades electorales tendrían que haber recapacitado antes de dar cualquier resultado. A juzgar por tal amenaza previa, el único resultado venerable y tolerado por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), hubiese sido la votación que le diese la victoria a los liberales. Un paradójico ejercicio de “tolerancia” que se va haciendo cada vez más costumbre en la práctica de las derechas políticas: “Es legítimo cuando yo gano, cuando ganas tú es fraudulento” -pudiéramos parafrasear. Por lo visto, cualquier resultado que favoreciera a los Sandinistas, con toda seguridad sería incluido dentro de lo que Alemán llamó “irregularidades electorales”. Tal pareciese que el único resultado admisible para los liberales hubiese sido que la mayoría de votos en los conteos hubiesen estado a favor del liberal Eduardo Montealegre y no del sandinista Alexis Argüello. Y por ello la reacción liberal y su enfrentamiento con los sandinistas, en los días que han seguido a los comicios del pasado domingo 9 de noviembre y de aquí la auto-proclamación de Montealegre como alcalde de Managua en desacuerdo con los resultados certificados por el Consejo Supremo Electoral, y la avalancha liberal a las calles. Y su reciente apelación al visto bueno de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, obviamente desleguitimadora de cualquier triunfo de las izquierdas y amparo para las derechas.

Paradójico: en voz de ciertas fuerzas “tradicionales” en América Latina, únicamente peligra la llamada “democracia” cuando ésta está en manos de la izquierda, cuando está en manos de la derecha, las cosas van bien y es cuando liberales, neoliberales, derechas y sus ultras, consideran que está a buen resguardo y sin fraudes. Como contraparte de la intolerancia, van quedando por ahora las lamentables pérdidas humanas y dolorosas lesiones devenidas de los enfrentamientos; y unido a ello el mal tratamiento que la prensa y ciertos políticos a su favor, suelen dar en los giros mediáticos a estos casos.

El diario La Prensa de Nicaragua, bajo sus emblemas de “Al servicio de la verdad y la justicia”, arropa pies de ilustraciones no menos prejuiciosos para el lector. Así en su edición online del día de los conteos publicaba: “Las turbas orteguistas salieron nuevamente a provocar a los liberales”. Y con ello sugiere a priori las lecturas deseables a sus fines, contrastantes con sus argüidos lemas de verdad y justicia. Más allá de las razones de fondo, tal pareciese, a juzgar por lecturas como estas, que la reacción liberal es del todo legítima, y todo pudiera reducirse a la sencilla coartada de la provocación de un bando al otro y de que los enfrentamientos violentos devenidos de las inconformidades fuesen el resultado de la lógica justa y no de los complejos mecanismos socio-político-económicos y al complejo historial de las últimas décadas que están de fondo al momento actual que vive Nicaragua.

Volviendo al referido artículo de El País, a propósito de esta ocasión, el mismo concluye sarcásticamente así: “El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), pretende pasar de gobernar en 54 municipios a hacerlo en más de un centenar de ayuntamientos...” Téngase claro entonces que, poco de benévolo puede esperarse de la prensa europea con cortes similares al de El País o sus equivalentes de falsos ropajes socialistas pero encubiertamente disidentes de todo lo que en América Latina se mueva hacia, o se parezca a, la izquierda. Ni qué decir entonces de las derechas confesas del ABC y el Mundo, o de otros medios que en la propia región encabezan la oposición a Ortega y a todo lo que movimiento de izquierda se mueve.

Por lo pronto, los resultados del 51.30 por ciento del FSLN sobre los liberales en las municipales recién concluidas, con un balance de 91 municipios ganados por el FSLN, sobre 49 el PLC, 3 el ANL y 0 el PRN y el AC, resultan un buen punto y aparte en el cruce con prensas como las de EL País, el ABC o el Mundo, o el diario La Prensa y sus equivalentes.

Yodenis Guirola.
Profesor e intelectual cubano. Investigador de la Universidad de Barcelona.
https://www.alainet.org/es/articulo/130788
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