Ningún mercado puede autoregularse sobre valores ficticios

Quien entró en crisis fué la especulación

26/10/2008
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“El crecimiento de la burbuja hizo que los precios del mercado inmobiliario subieran desmesuradamente y el exceso en el uso del crédito trajo como consecuencia una crisis de solvencia”
Carlos Malbrán

Esta crisis es más financiera que económica, y más especulativa que financiera. Las necesidades siguen creciendo según el incremento vegetativo de la población y la aparición de nuevos deseos.

En un mundo de continuo desarrollo, donde el conocimiento se duplica cada cuatro años y la tecnología cada 30 meses, se hace necesario que los bienes y servicios crezcan a un porcentaje superior al de la población. Pero la humanidad siempre ha demostrado poseer suficiente capacidad para sustentar ese crecimiento.

Las crisis surgen por desigualdades en la utilización de las riquezas de la tierra. Antes, impuestas por quienes, espada en mano, se adueñaban de los  espacios que descubrían; hoy, como parte de un ordenamiento sistemático de apropiación indebida de bienes y esfuerzos.

¡Surge entonces la especulación!. Como en todas partes, incluyendo nuestra querida Venezuela, el valor real de los inmuebles es muy inferior a lo que el mercado fija como oferta y hace creer a todos que es un precio. Las instituciones bancarias adquieren ese tipo de activos e inyectan liquidez al mercado en forma de hipotecas de segundo y tercer grado.

Al no estar respaldados por un valor real, los títulos que las representan y los dólares que por esa vía llegan al mercado, se convierten en verdadera chatarra.

Pero los propietarios de tales inmuebles no pueden pagar una casa que tiene un “precio” muy superior a su “valor” y a sus propias capacidades de pago. Entran en morosidad y nadie tomará tales inmuebles porque no valen lo que esos papeles tienen registrado.

Se vende y revende a terceros, inundando mercados foráneos allende los mares. Y muchos se contagian. ¿Quién paga?. El ciudadano norteamericano común que subsidiará los 700.000 millones de dólares que les impone su Ejecutivo, y aquellos quienes, desde el exterior y por vía de gracia del poder convincente del neoliberalismo, adquirieron títulos de papel a precios superiores.

Pasado

Ya lo dijo el Presidente Chávez: “Lo primero que entra en crisis, y comienza a ser reconocido hasta por pensadores de la derecha, es el Neoliberalismo, es la Globalización”.

Impuesto en 1944, por los “Acuerdos de Bretton Woods”, el Fondo Monetario Internacional alteró la política latinoamericana para sostener la economía neoliberal y el predominio del dólar como divisa obligatoria de referencia en las transacciones internacionales.

Fieles creyentes de la “autoregulación del mercado”, se abstuvieron de intervenir cuando comenzaron a aparecer los efectos de la crisis.

Presente

James Petras nos advierte: “Las decisiones estratégicas de convertir a EEUU en una economía de servicios, en oposición a una economía manufacturera diversificada, es la causa del colapso del sistema financiero estadounidense y de la aparición de una recesión a largo plazo.”

Esta es una crisis del sector de acumulación de capitales. Es la crisis de las ganancias especulativas, inmediatas y urgentes, y proviene de una desregulación de los mercados financieros especulativos y un crecimiento, de ese país, basado en el consumo a crédito.

Futuro

Según Joseph Stiglitz: “La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión” y sugiere “En lugar de comprar la deuda tóxica de los bancos, que nadie quiere, el Gobierno debería conseguir la renegociación de las hipotecas de las personas que están con el agua al cuello”.

Venezuela puede soportar los embates de la crisis. Es cierto que nuestra economía depende en un alto porcentaje de la renta petrolera, pero estamos en un proceso continuo de diversificación de clientes y proveedores. Y el petróleo seguirá siendo, durante décadas, la más económica y confiable fuente de energía.
https://www.alainet.org/es/articulo/130521
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