En agenda internacional

Tema del hambre fue sustituido por el cambio climático y el terrorismo

21/05/2008
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“La desigual e injusta distribución de la riqueza a nivel global y el insostenible modelo económico neoliberal, son los verdaderos causantes de la crisis alimentaria”, manifestó el representante de Cuba, Juan Antonio Fernández, en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) que dedicó una sesión especial para abordar la actual crisis alimentaria actual y su impacto sobre el derecho a la alimentación.

Fernández recalcó que en los últimos meses, el dramático incremento de los precios de los alimentos ha hundido en la pobreza y la marginación a millones de seres humanos en los llamados países en desarrollo. “Los datos hablan por si solos. Comprar arroz, maíz, trigo y leche cuesta hoy entre dos y tres veces más de lo que costaba hace tres años. Se trata, sencillamente de una situación insostenible”, agregó.

Sin embargo a que los organismos internacionales hablaban de 800 millones de hambrientos en el mundo, el hambre desapareció de la conciencia de muchos como un problema a tener en cuenta, siendo sustituido por el terrorismo y el cambio climático, aseguró el diplomático cubano.

Cuba impulsó la sesión especial del CDH, que se lleva a cabo en Ginebra, Suiza, para tratar sobre el derecho a la alimentación, recibiendo el apoyo del Movimiento de Países No Alineados, la Conferencia Islámica, los grupos africano y árabe del CDH, entre otros.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, dijo que los Estados tienen la obligación jurídica de proveer a su población el acceso sustentable a la comida sin discriminaciones.

“Dejar de actuar de manera amplia puede desencadenar un efecto dominó al poner en riesgo otros derechos fundamentales, incluido el derecho a la educación, cuando las personas se ven forzadas a prescindir de otras necesidades básicas y servicios para poder alimentarse y alimentar a sus familias”, explicó la Alta Comisionada.

Por su lado, el relator de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, observó que el hambre y la desnutrición todavía son vistos como cuestiones humanitarias o de políticas macroeconómicas, y no como violaciones de derechos humanos, enfatizando la necesidad de asumir responsabilidades para mitigar el impacto del aumento del precio de los alimentos entre los más pobres.

La crisis alimentaria se agravará en los próximos años, según reportes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Aunque los precios de algunos productos agrícolas básicos han comenzado a disminuir, es poco probable que vuelvan a los precios de los años precedentes, señala el organismo.

El embajador Juan Antonio Fernández advirtió que para enfrentar la crisis alimentaria se deberán desarrollar estrategias integrales, en lugar de lanzar paquetes financieros de ayuda momentánea. La tan mundana frase de “pan para hoy y hambre para mañana” no debe ser la que guíe los esfuerzos de la comunidad internacional en este tema tan sensible, señaló.

“Los que mueren de hambre se cansaron de que en el mundo rico y egoísta se inviertan anualmente 8.000 millones de dólares en cosméticos o 17.000 millones de dólares en alimentos para mascotas. Los que mueren de hambre se cansaron de que el presupuesto global de guerra sea de más de 1 millón de millones de dólares. Los que mueren de hambre ya no toleran que les traten de imponer la idea de que los problemas del mundo se pueden resolver por la fuerza”, finalizó Fernández.
https://www.alainet.org/es/articulo/127648
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