Panorama electoral

Por primera vez, las mujeres arriba

11/09/2007
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Las encuestas señalan que Cristina Fernández de Kirchner y Elisa Carrió son las personalidades con mayor intención de voto para las elecciones nacionales.

Las perspectivas para las próximas elecciones en Argentina indican que por primera vez una mujer podría ser elegida democráticamente en el país para ocupar la presidencia y que, de esta manera, se abrirá una nueva etapa en lo que se refiere a las relaciones de poder y a las alianzas entre hombres y mujeres en esta nación.

Según las últimas encuestas, la actual senadora, primera dama y aspirante a la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner, tiene el 51 por ciento de la aceptación y sigue siendo la candidata con mayor imagen positiva. Así lo asegura la consultora Poliarquía, aunque sostiene que la intención de voto para la postulante disminuyó en las últimas mediciones.

La pelea por el segundo puesto estuvo dividida entre el ex ministro de Economía, Jorge Lavagna, y la creadora del partido Afirmación para una República Igualitaria (ARI), Elisa Carrió, quien ahora representa a la Coalición Cívica. Recién en los últimos meses la candidata logró sumar más adeptos y llegó así a ocupar el segundo lugar en el ránking de los elegidos con un 16 por ciento de intención de voto según la misma consultora.

Para la empresa Germano y Asociados, la imagen positiva de Cristina Kirchner es del 41,7 por ciento; sin embargo, los representantes de esta compañía aclaran que la cifra varía en relación proporcional a la variación de la imagen del presidente Néstor Kirchner, no sólo por una cuestión de partidos o ideas políticas sino, simplemente, porque muchos consideran a la senadora Fernández como “la mujer de…”.

Si bien las encuestas se realizaron en áreas urbanas de la Provincia de Buenos Aires, el hecho de que ese distrito represente el 40 por ciento del padrón electoral, ayuda a vislumbrar cómo será el panorama en octubre, y cuál será el grado de legitimidad de quien triunfe.

Según la consultora que dirige Jorge Giacobe, el 30 por ciento de los ciudadanos no votaría a una mujer para presidente. Por lo que el estado de novedad deja en juego una situación política abierta, donde la elección estará protagonizada, indiscutiblemente, por mujeres.

Sin embargo, el triunfo de una mujer no puede ser analizado sin un recorrido histórico por el juego que abrió la Ley de Cupo Femenino que fue sancionada en 1.991 y que sirvió de ejemplo a legislaciones de otros países del mundo.

La Ley Nacional N°24.012 instituye que las listas que se presenten para las elecciones deben tener mujeres en un mínimo del 30 % de los candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con posibilidades de resultar electas. Según el texto, no será oficializada ninguna lista que no cumpla estos requisitos.

La Ley permitió un acceso más igualitario de las mujeres a la representación en la política. Tal es así que en las últimas elecciones generales del 2003, Argentina se encontraba en el octavo lugar en el ranking de naciones en cuanto al número de legisladoras en las cámaras parlamentarias, según datos de la Global Database of Quotas for Women de IDEA (International Institute for Democracy and Electoral Assistance, Suecia) y la Universidad de Estocolmo.

Paradójicamente, no todo se tornó color de rosas con esta norma. Uno de los problemas más recurrentes fue que, en los casos en que la disposición no podía ser cumplida, los casos nunca llegaban a ser resueltos por la proximidad entre la presentación de las listas y las elecciones. Por este motivo, se agregaron algunas especificaciones a la ley, a través de un decreto que indicaba que en el caso de que una mujer incluida como candidata falleciera, renunciara, se incapacitara o cesara en el cargo por cualquier circunstancia antes de la realización de los comicios, sería reemplazada por la candidata mujer que le siga en la lista respectiva.

Actualmente, en la región diez países tienen cupos femeninos para las elecciones legislativas nacionales. Estos son Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Luego de la elección de 2005, la presencia femenina en Argentina alcanzó el 42,3 por ciento en el Senado y el 35,8 por ciento en Diputados. Inclusive, datos de la agencia estatal Télam señalan que el cupo supera el porcentaje del 30 por ciento establecido en la ley. En Brasil, en cambio -después de los comicios de 2002- un 12,4 por ciento de los senadores electos fueron mujeres, mientras que sólo asumieron un 8,2 por ciento de diputadas con respecto al total.

El dato no es menor. Existen numerosos estudios comparativos sobre la situación de las mujeres en la política de Brasil y Argentina. Es el caso de Jutta Marx, Jutta Borner y Mariana Caminotti en el libro Las Legisladoras, donde se analizan las leyes de cuotas vigentes en esos países y comparan su efectividad.

Como se ve en ese informe, la aplicación de la Ley de Cupos no es matemática. Mientras que en Argentina se incrementó notablemente la participación femenina, en Brasil las cosas no salieron como se esperaba. Esto hace pensar que la sanción de una norma de este estilo debe ir acompañada indefectiblemente por una correcta actuación de la justicia para garantizar su cumplimiento.

La diferencia también radica en el sistema utilizado para las elecciones, ya que en Argentina se vota con listas cerradas, mientras que en Brasil, el elector elige al candidato y no a la lista.

De esta forma entra en escena el factor social, es decir lo que los votantes ponen en juego a la hora de elegir. Y en algunos países, la diferenciación masculino-femenino tiene mucho peso aún en la actualidad. Basta con recordar ese 30 por ciento de la población argentina que no votaría a una mujer, simplemente por una cuestión de género.

Más allá de este panorama, es pertinente señalar que en la región, la asunción de Michelle Bachelet a la presidencia de Chile fue uno de los hechos más importantes de los últimos tiempos en lo que se refiere al rol de la mujer en ámbitos políticos de máximo poder y sentó un precedente que podría repetirse en el caso argentino.

Según la revista Forbes, que realiza constantes mediciones sobre los más poderosos y los millonarios que más dólares llevan acumulados, Bachelet logró ubicarse entre las 25 mujeres más influyentes del mundo. Más allá de la importancia relativa de esa lista, la mandataria es la única latinoamericana y ocupa el lugar número 17 superando a la precandidata presidencial del Partido Demócrata de Estados Unidos, Hillary Clinton, que ocupa el puesto 18.

Si bien lograr una presidencia es más que relevante, no se debe minimizar la importancia que tiene la aparición de mujeres en diferentes puestos políticos. Es destacable la función que cumplen en otros ámbitos, como en instituciones sociales y en aquellos "microlugares" donde su función va más allá del papel maternal que una historia marcada por la dominación les ha asignado.

Días atrás, mujeres líderes indígenas y otras dirigentes políticas y sociales del continente debatieron durante cuatro días en la localidad argentina de Posadas (Provincia de Misiones) su situación en el marco de la creciente visibilidad de los pueblos originarios en América Latina.

En el encuentro, se discutió en profundidad el papel de las mujeres indígenas, que se consideraron "discriminadas entre los discriminados", según contó Eva Gamboa, integrante del Consejo Nacional de la Mujer Indígena (CONAMI), a las agencias nacionales. Lo que demuestra que, más allá de que una mujer logre la presidencia, en la región queda mucho por hacer.

La Ley de Cupo Femenino fue sancionada en 1991 a través de una reforma de la legislación electoral y logró que Argentina se transforme entonces en el primer país del mundo en adoptar una cuota mínima de candidaturas legislativas para mujeres. El ejemplo fue seguido por varios países de la región, por lo que una competencia electoral entre mujeres podría ser el segundo punto de quiebre entre un pasado netamente masculino y un futuro más igualitario.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

http://www.prensamercosur.com.ar


https://www.alainet.org/es/articulo/123163

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