La navidad

25/12/2006
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En estas navidades y lo decimos así en plural, porque en el conocimiento de que no existe fecha exacta del nacimiento de Jesús y las iglesias cristianas decidieron reconocer el periodo del veinticuatro de diciembre al seis de enero como la época de adviento, e inclusive existen estudios muy serios en los que se ubica la natividad entre abril y mayo, ello no quita sino refuerza que en esta época de cada año se advierta un estado de ánimo colectivo fraterno y de paz.

Algo deben de tener de mágico las navidades porque dichas fiestas, además de celebrarse fundamentalmente en el mundo occidental de acuerdo a las variables culturas cristianas, ahora en países tan diferentes en sus religiones y creencias existe un encanto público por llevar al cabo estas celebraciones.

En los países de los continentes asiático y africano, más en el primero, proliferan los adornos y los símbolos navideños. Seguramente es una fiesta más pagana que religiosa, más dirigida al aspecto del comercio y del consumo, China se ha convertido en la principal productora de motivos navideños: series de foquitos, árboles artificiales, esferas, imágenes religiosas, bueno hasta los tradicionales nacimientos mexicanos ahora los exporta la gran potencia asiática

Habría que preguntarse, qué país de los considerados cristianos, es más, qué país del mundo occidental eminentemente católico e incluimos al propio Vaticano, no se ve inmerso en la vorágine del mercado; los adornos cuestan, los regalos mutuos, las comidas y bebidas especiales de esta época, efectivamente elevan las economías nacionales, mientras que a veces las individuales sufren merma por la inconciencia de las compras a que obligan las costumbres.

En la revista Arcano de Mario Luis Altuzar Suárez y explicadas por él mismo y por Roberto López Moreno, ambos amigos y colegas, en nuestro espacio noticioso de Radio Fórmula, explicaron que todos los dioses solares nacen en las mismas fechas, alrededor del 24 de diciembre, porque exacto en ese día el Sol está más alejado de la tierra pero al mismo tiempo inicia su acercamiento desde el punto más alejado de su órbita; por lo que los sabios de la antigüedad consideraban este punto astral como Puertas del Renacimiento en Primavera y de Esperanza en Invierno.

Podría inferirse, continúan, la necesidad del hombre de observar en el ritmo de la naturaleza el espejo de su propia vida y por ello en el Solsticio de Invierno busca la Puerta de la Esperanza para prepararse hacía el Tiempo Nuevo o el Adviento de una Mejor Época.

En todas las culturas, nos ilustran, se inscriben en la misma fe de la esperanza, como la nuestra precolombina. Los aztecas se recogían los últimos cinco días del año y rompían todos los utensilios de cocina para reponerlos recién hechos en el Año Nuevo

Por todas estas creencias, por la fe de los pueblos y por ese ánimo que nos envuelve a todos, creyentes o no, son tiempos de desearles amigos lectores y radioescuchas todo género de felicidades en base a la unidad familiar, de las comunidades y del país mismo. Para las mujeres y los hombres solos, también el encontrarse a sí mismos para el disfrute de la vida.

Si en esa unidad colaboramos todos, mujeres y hombres de todas las edades, de todos los pensamientos y de todos los estratos sociales, en la humanidad habrá paz y progreso. No cejemos nunca en esos sueños de amor y fraternidad.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.

teodoro@libertas.com.mx

https://www.alainet.org/es/articulo/119380
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