La izquierda en el gobierno

18/01/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Están comenzando sus mandatos -renovados o por primera vez- diversos gobernantes latinoamericanos que se pueden catalogar como de izquierda -con todo lo difícil que es definir esos límites-, Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador y por supuesto eso genera expectativas y opiniones de diversa naturaleza.

El segundo gobierno de Lula no tendrá mayores novedades en relación con el primero, es decir una continuidad de las políticas públicas, especialmente macroeconómicas y un énfasis en política social con un criterio de privilegiar a los más pobres, tanto en programas de alimentación, como de vivienda y salud; probablemente la medida formulada más novedosa ha sido la de ir hacia la creación de unas Fuerzas Armadas Suramericanas -ligada a los procesos integracionistas regionales-, es una idea interesante pero que requiere mayores desarrollos.

Quien ha suscitado la mayor controversia, por su carácter de figura mediática es el presidente Chávez, por el cambio de parte de su gabinete ministerial y especialmente de su vicepresidente, José Vicente Ángel y por la afirmación de que va a profundizar el denominado socialismo del siglo XXI. Dentro de las medidas anunciadas las más controversiales, por ir contra la corriente que ha imperado en la región inspirada en las medidas del Consenso de Washington, han sido unas nacionalizaciones de sectores estratégicos, -telecomunicaciones, energéticos y servicios públicos- y la propuesta de reversar la medida recomendada por el FMI y el Banco Mundial desde mediados de los 80 y que se introdujo en toda la región, de darle autonomía a la Junta Directiva del Banco Central y que ésta estuviera en manos de una tecnocracia al margen de los gobiernos de turno. Y por supuesto, la decisión, previa al inicio de su nuevo mandato, de no renovar una concesión de frecuencias electromagnéticas a un canal de televisión que, según el gobierno, había sido utilizado para estimular el golpe militar del 2002 contra el propio Chávez.

Ortega, que basó su campaña en un discurso de reconciliación e integración, es probable que maneje unas políticas públicas de mayor consenso, tanto nacional como internacionalmente; es así como anunció que se mantenía dentro del TLC centroamericano con E.U., pero al mismo tiempo anunció su vinculación al ALBA, junto con Venezuela, Cuba y Bolivia; adicionalmente y en un país con los niveles de pobreza de Nicaragua, va a ser fundamental todos los programas de cooperación de la comunidad internacional, pero centralmente el apoyo en el campo energético que recibirá de Venezuela.

En Ecuador, el presidente Correa tiene como primer desafío, sacar adelante su iniciativa de convocar una Asamblea Constituyente y para ello habrá que darse un fuerte pulso con el Congreso, ya sea para lograr un camino consensual en el cual este órgano legislativo participe en el proceso de convocatoria o hacerlo en contravía con, un primer 'choque de trenes'; para esto contará a su favor con un apoyo amplio de la opinión que considera fundamental las reformas institucionales y que éstas no las puede hacer el Congreso, e igualmente con el desprestigio que el legislativo ecuatoriano tiene en sectores mayoritarios de la sociedad. El tema de la relación con Colombia, no hay duda que es relevante para Ecuador, pero éste es un campo en el cual existe mayor consenso en la opinión pública, las fuerzas políticas y las propias Fuerzas Armadas ecuatorianas.

Evidentemente, hay una diversidad de realidades nacionales y por ello la actual izquierda en el gobierno no tiene mucho parecido, en sus discursos y en sus políticas públicas -ni siquiera la chavista que habla de retomar raíces del cristianismo, del bolivarianismo y de las comunidades autóctonas-, a la del siglo XX, fuertemente inspirada en el marxismo clásico o en propuestas de corte populista.

- Alejo Vargas Velásquez es profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
Texto Prueba
https://www.alainet.org/es/articulo/118848
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS