Inseguridad alimentaria

03/09/2006
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La alimentación es una de las acciones más importantes que tenemos los seres humanos, la misma que puede afectar el bienestar de las personas de un modo considerable. Una buena dieta puede ayudarnos a mantener la salud e incluso hasta mejorarla, al escoger alimentos variados y consumirlos con moderación y temperancia. En los actuales momentos la alimentación depende en gran parte del poder adquisitivo, de la información sobre la calidad de los alimentos y de los hábitos que tenga cada persona, inclusive de la cultura, un solo alimento no proporciona nutrientes necesarios para cumplir con los diversos procesos en el organismo, por ello hablamos de una alimentación balanceada y saludable. Una alimentación balanceada es el primer paso para obtener y mantener una buena salud, la variedad está relacionada con la calidad de los alimentos ingeridos. Una dieta insuficiente es culpable en gran parte de la desnutrición de un gran número de adolescentes y jóvenes de nuestra Patria, lo contrario, dietas que proporcionan demasiados nutrientes también puede conducir a un deterioro en la salud, es necesario entonces, considerar el papel de la buena dieta para el apoyo de la salud y como los hábitos alimenticios de las personas contribuyen a su bienestar. La alimentación saludable también representa la determinación y abastecimiento de los requerimientos de los alimentos de la población, a partir de la producción local y nacional, respetando la diversidad productiva y cultural. La soberanía alimentaria es un derecho de toda nación a mantener su propia capacidad para elaborar los alimentos básicos que necesitan nuestros pueblos, priorizando a la familia, luego a la localidad y después al país, mediante el control del proceso productivo de manera autónoma, con ello se garantizará el acceso físico y económico de los alimentos nutritivos. Desde que se impuso el modelo neoliberal, la seguridad alimentaria se ha visto muy amenazada porque se ha desarrollado toda una política de uso intensivo de todos los recursos: tierra, agua y biodiversidad. Todo esto ha obligado a utilizarse las mejores tierras para la exportación, a la destrucción de los bosques por la extracción intensiva de madera, a contaminarse ríos y mares con desechos industriales. Cada vez somos obligados a producir más para la exportación, e importar más para la alimentación. Todo esto se refleja en la fuga de divisas al exterior para así asegurar la alimentación nacional. Toda esta política neoliberal nos lleva a una inseguridad alimenticia, que está en manos de empresas transnacionales de la alimentación, y nuestro país dejará de decidir soberanamente sobre la alimentación. Esta situación fue discutida en el Tratado de Libre Comercio entre Ecuador y Estados Unidos en donde se nos impone el énfasis en la producción de productos para la exportación, en la reducción de la franja de precios pero sobre todo, en los derechos de patentes y de propiedad intelectual sobre los recursos genéticos como la semilla. Nuestro país es capaz de producir alimentos para cubrir con todas las demandas alimenticias de la población interna, no todos los ecuatorianos gozamos de seguridad alimentaria, tres de cada diez niños menores de 5 años sufren de desnutrición, causas de muerte de niños menores de 5 años se incluye el crecimiento fetal lento y la desnutrición calórico proteica (Acción Ecológica) El Instituto Nacional de Nutrición (INN) estableció una clasificación de los alimentos en tres grandes grupos, tomando en cuenta su valor nutritivo, así como de las funciones que los nutrientes cumplen en el organismo. Grupo I: Leche y su derivados, carne, pescado y los huevos, ricos en proteínas Grupo II: Frutas, verduras y hortalizas – glúcidos, vitaminas A y C y mucha fibra vegetal. Grupo III: Granos, cereales y tubérculos – proteínas de origen vegetal y glúcidos. Ni las grasas, ni el azúcar son incorporadas a esta clasificación, debido a que su CONSUMO EXCESIVO es nocivo para la salud y conduce a una serie de trastornos, como la obesidad, la diabetes y otras enfermedades degenerativas que ya se están presentando en los adolescentes. Los alimentos chatarras están hechos sobre todo de azúcar refinada, mucha sal, grasa y químicos para su conservación, los alimentos chatarras tienen muchas desventajas entre esas se puede resaltar, difícil de digerir, producir caries, y tienden a ser muy caros y además producen mucha basura orgánica, y los más importante daña la salud de la población estudiantil produciendo enfermedades degenerativas en tan corta edad. Toda esta actividad de venta de alimentos chatarras representan para las transnacionales enquistadas en nuestro país produciendo inmensas ganancias a costa de la salud de nuestra niñez y juventud, vemos como diariamente se inauguran comedores de supuestos alimentos y además son llamativos para así atraparnos en una cultura extranjera (norteamericana), dañina para nuestra salud, toda esta actividad diseñada estratégicamente por los expertos en marketing, la misma que atrapa los pensamientos de los jóvenes y aunque parece una exageración, de los padres de familia para cada día hacernos dependientes de esta cultura alimenticia alienante, y observamos con asombro como la sociedad norteamericana es obesa, donde existen más de 3’ de adolescentes con sobrepeso y además desnutrida. ¿Queremos copiar semejante intromisión a nuestra cultura y forma de vida? o aprovechamos de los alimentos naturales que todavía producimos. El Ministerio de Educación y Cultura del Ecuador debería de buscar una mejor estrategia y no solamente reglamentar los bares escolares en las entidades educativas. Para un desarrollo normal de los niños y adolescentes, los médicos que trabajan en estos sectores deberían de evaluarse cinco aspectos importantes: 1) El dietético relacionado con lo que la persona que consume y como lo consume 2) El antropométrico se vincula con mediciones con el peso y la talla de los estudiantes, detectando a tiempo trastornos en lo referente al crecimiento y desarrollo 3) Clínico: refleja indicios físicos de mejor o peor nutrición 4) Bioquímico dice como marcha el metabolismo a través de pruebas de hemoglobina, glicemia y colesterol 5) El socio-económico tiene en cuenta la calidad del medio, porque si este es deficiente puede disparar el riesgo de mal nutrición y desnutrición tanto por exceso como por defecto. Toda esta evaluación que se lo puede realizar con la participación de los médicos escolares y junto con la cultura alimenticia, podríamos evitar enfermedades crónicas y degenerativas. Pongo un ejemplo que es importante tenerlo en cuenta, cuando nacemos le damos muchas proteínas a los neonatos. Este abuso proteínico le cargamos al riñón y lo volvemos insuficiente, y no solamente con problemas renales, sino que además los llevamos hacia la diabetes, la hipertensión arterial y la insuficiencia renal crónica, producto de malos hábitos y estilos de vida no saludable. En consecuencia nuestra propuesta como Frente Nacional por la Salud de los Pueblos, por la salud y la vida dignas, se sustenta en los principios de solidaridad, equidad, justicia, dignidad, participación social y universalidad, en la distribución de la riqueza, en las políticas sociales, económicas, culturales y de salud, en la vigencia plena de los derechos humanos, en la preservación y respeto al ambiente naturaleza, ello significa que debemos buscar alianzas, compromisos, acciones, proyectos, plataformas, con todos los pueblos y actores sociales que se identifican con la lucha por un país saludable, en donde la gente disfrute de la vida. - Dr. Teodoro Vinueza Pinos, Médico Tratante del MEC, Secretario Nacional del Frente Nacional por la Salud de los Pueblos (FNSP), Guayaquil - Ecuador
https://www.alainet.org/es/articulo/116673
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