Coca Cola: La imagen no es nada

30/05/2005
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A pesar de los recursos que Coca-Cola invierte en una imagen limpia, social y verde, hay constantemente denuncias, escándalos e incluso juicios, tanto en el ámbito de los derechos laborales y del medio ambiente como sobre la calidad de sus productos. Coca-Cola no asume su responsabilidad en graves conflictos como puede ser la situación laboral de los trabajadores o en cuestiones medio-ambientales en relación con la producción y el envasado de sus productos. Sigue trabajando con entidades que están acusadas por distintas fuentes de haber cometido diferentes crímenes y se ha negado a comprometerse a un protocolo global sobre los derechos laborales de sus trabajadores dentro del sistema Coca-Cola. Las críticas de varios grupos y organizaciones apuntan a la estructura del sistema internacional de Coca-Cola como una parte fundamental del problema. The Coca-Cola Company no produce sus bebidas de forma directa. Fabrica sólo el extracto de las bebidas y se dedica principalmente a la publicidad y al marketing de sus marcas, dejando los procesos de envasado y distribución en manos de empresas locales subcontratadas en todo el mundo. El sistema de subcontratación del trabajo a empresas locales es común en las transnacionales, permitiendo a la central delegar la responsabilidad de las condiciones de producción en las envasadoras. Según denuncian diferentes informes, Coca-Cola parece actuar repetidamente en contra de la salud, los derechos humanos, la democracia y el medio ambiente. Según los indicios encontrados, la empresa parece estar más preocupada por sus dividendos, los beneficios que ha de reportar a sus accionistas cada año fiscal y las inversiones continuas en mayores infraestructuras y tasas de crecimiento sostenidas, que por la responsabilidad por sus operaciones en el mundo que, según dichas fuentes, la empresa no asume de la misma manera. El "sistema Coca-Cola" The Coca-Cola Company con oficina principal en Atlanta, EE.UU, controla un 50% del mercado mundial de gaseosas. Vende unas 300 marcas de gaseosas en el mundo. Tiene filiales en todos los países donde vende sus productos. A través de estas filiales contrata servicios a las envasadoras que envasan y distribuyen productos de Coca- Cola en el país. Los contratos siguen el modelo de un 'Contrato Internacional Estándar de Embotelladoras', que se aplica con algunas modificaciones. Este contrato permite a Coca-Cola EE.UU. demandar a sus envasadoras que cumplan con ciertos estándares para proteger los productos de Coca-Cola en el mercado (por ejemplo: uso de la marca, envasado, controles de calidad, etc.). Sin embargo nada en el contrato obliga a Coca-Cola EE.UU. controlar los derechos laborales o garantizar la seguridad de trabajadoras y trabajadores en estas plantas envasadoras. Coca-Cola tiene delegaciones en unos 200 países, entre ellos paraísos fiscales como Bahrein, las Islas Caimán, Hong Kong o Irlanda y en una serie de países de todo el mundo donde se han dado graves abusos y violaciones de los derechos humanos. Según Amnistía Internacional, estas circunstancias pueden ser consideradas como problemáticas para algunas corporaciones transnacionales ya que existe el riesgo para estas empresas de ser asociadas con tales abusos y violaciones. Apropiación del agua Según la Asociación Internacional de la Industria de Refrescos, las gaseosas contienen agua, sustancias aromáticas, edulcorantes, dióxido de carbono, ácidos y colorantes, y pueden contener también conservantes, antioxidantes y otros aditivos. El agua es el ingrediente principal de las gaseosas y constituye desde un 86% hasta un 90% de la gaseosa. En el proceso de producción se utilizan grandes cantidades de agua. En India, un país con regiones áridas, donde el agua es un recurso escaso, la producción no reglamentada de gaseosas puede dañar el medio ambiente y perjudicar la calidad de vida de las comunidades situadas en los alrededores de la planta embotelladora. En la comunidad de Plachimada, en el estado de Kerala, India, la comunidad está desde hace más de tres años protestando contra las operaciones de la planta embotelladora de Coca-Cola que según ellos, agota y contamina el agua en la zona. Coca-Cola comenzó sus operaciones en Kerala en 1999 y, desde entonces, extrajo 1.5 millones de litros de agua subterránea cada día. La envasadora está situada en una zona de tierras agrícolas en su inmensa mayoría y las comunidades vecinas notaban ya después de seis meses cambios sustanciales en la calidad y cantidad de agua que extraían para su uso personal y la agricultura. La falta de agua debida a todo este proceso ha afectado gravemente al quehacer diario de su comunidad, su alimentación y su supervivencia. No solo la cantidad, sino también la calidad del agua ha bajado dramáticamente, en la comunidad de Plachimada. Análisis del agua en laboratorios de la India y del Reino Unido han mostrado niveles altos de cadmio (sustancia cancerígena), y personas en el área se quejan de alergias, diarrea, vómitos, perdida de pelo e irritaciones de los ojos. Según datos de la National Alliance for People´s Movements, de la India, en un radio de 3 Km. alrededor de la planta de Coca-Cola en Mehdiganj, Uttar Pradesh la capa freática ha caído unos 50 pies. Un estudio reciente de la prestigiosa cadena de comunicación inglesa BBC, mostró que la misma planta embotelladora está vendiendo residuos tóxicos salidos de sus instalaciones como fertilizante y que estos contienen niveles peligrosos del elemento cancerígeno Cadmio. En mayo del año 2003 Coca-Cola en Panamá fue condenada por contaminación y tuvo que pagar una multa de 300.000 dólares por contaminar el Rió Matasnillo y la Bahía de Panamá con 1,5 metros cúbicos de tinte rojo, el que usa en la producción de sus zumos de frutas. Esta sustancia al llegar a la costa convirtió más de la mitad del agua de la bahía en un color rosado. Las transnacionales de la alimentación y las bebidas buscan nuevas formas de beneficio a través de la mercantilización del agua. Publicitando sus bebidas y productos innovadores como la alternativa saludable a las gaseosas azucaradas, grandes compañías como Perrier/Nestlé, Danone, Pepsi y Coca Cola, han conseguido crear un mercado que genera anualmente un volumen de negocio de $ 35.000 millones en todo el mundo (cantidad superior al PIB de países como Eslovaquia, Ecuador o Kuwait), y con previsiones de crecimiento de hasta el 30% anual. Es en este contexto donde organizaciones sociales, sindicales, movimientos campesinos y ONG de todo el mundo, protestan por el uso mercantilista que se le está dando, cada vez más, a un recurso primordial y comunitario como es el agua, y generando al mismo tiempo un beneficio desorbitado en sus balances de cuentas. A esto, debe añadirse otro problema ambiental: La corporación Coca-Cola vende sus productos en envases de un sólo uso, produciéndose de esta forma una gran cantidad de basura y el progresivo despilfarro de los elementos necesarios para la fabricación de los envases. Derechos Humanos y laborales En la Web de la corporación se puede leer: "Tratamos a cada persona con dignidad, igualdad y respeto". Sin embargo, y durante la junta de accionistas de Coca-Cola el 21 de abril 2004, activistas de distintos países se manifestaron delante de las puertas del Hotel DuPont en Wilmington (USA). Acusaron a Coca-Cola de "asesinatos y torturas en Colombia, del descenso de la capa freática en varias comunidades en la India y de contaminación de las tierras y de la venta de gaseosas contaminadas por toxinas en todo el país". También criticaron "la influencia que Coca-Cola busca en el gobierno de EE.UU. para apoyar sus intereses económicos". Coca-Cola es criticada por su política de reducción de costes a base de la subcontratación de mano de obra, la eliminación de las organizaciones sindicales y la concentración la producción en un número mínimo de envasadoras. Según un estudio realizado por CokeWatch en la planta de Coca-Cola en Auburndale, Florida/EE.UU. los salarios están por debajo de los pagados por otras empresas en el sector, los empleados de Coca-Cola no cuentan con un plan de pensiones, asimismo tienen que pagar unos 212 dólares al mes como cotización para un seguro sanitario (frente a los 41 dólares que pagan los empleados en la fábrica de Pepsi), y los trabajadores con contratos temporales no tienen ningún seguro sanitario. La envasadora de Coca-Cola en Colombia fue llevada a juicio acusada de asesinatos. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria de Colombia (SINALTRAINAL), que agrupa a trabajadores de Coca-Cola y otras industrias de la alimentación en el país, ha denunciado que varios de sus miembros han sido torturados, presionados y asesinados por sus actividades a favor de los derechos de los trabajadores en las envasadoras. Alega que Coca-Cola o ha ordenado la violencia directamente, o bien ha delegado el trabajo a escuadrones de la muerte actuando como agentes de Coca-Cola. Dentro de sus acciones destacan las movilizaciones y huelgas de hambre a raíz de las amenazas contra la organización por parte de grupos paramilitares (Autodefensas Unidas de Colombia). Una corte de EE.UU. ha absuelto a Coca-Cola de las acusaciones porque la corporación no actúa directamente en Colombia sino a través de envasadoras subcontratadas. El juicio se sigue contra dos empresas de envasado, Panamerican Beverages (Panamco), la empresa principal de envasado de Coca-Cola en América Latina, de la cual un 25% pertenece a Coca-Cola, y la empresa colombiana. Con ambas empresas envasadoras Coca-Cola aún sigue cooperando. Trabajo infantil Según un estudio llevado a cabo por la ONG internacional Human Rigths Watch hasta un tercio de los trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar de El Salvador son menores de 18 años, e incluso, según la misma fuente, muchos de ellos comenzaron a trabajar en los campos cuando contaban entre ocho y trece años. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) registra que entre 5 y 30.000 menores de 18 años trabajan en los cañaverales salvadoreños. Dicho organismo califica la participación infantil en actividades como la corta de caña de "trabajo infantil peligroso", y que por lo tanto han de ser urgentemente erradicadas. Con frecuencia no existe la posibilidad de dar cobertura médica a las plantaciones de manera que las consecuencias de los accidentes se reflejan directamente en las víctimas. Influencia política Coca-Cola tiene estrechas actividades de lobby tanto en EE.UU. como en la Unión Europea. Este hecho se mostró claramente en el caso de India donde su posición ya fuerte por simples razones económicas, al ser la mayor fuente de inversiones directas, está respaldada por parte del embajador de EE.UU. en India y del departamento de comercio de EE.UU. Esta situación le otorga una posición de influencia privilegiada ante el gobierno de la India. The Coca-Cola Company contribuye enormemente a la financiación del poder político en los Estados Unidos a través de los partidos republicano y demócrata. Este apoyo directo por parte de la actual Administración de EE.UU. no sorprende, cuando se tiene en cuenta que Coca-Cola Company y su filial más grande (Coca-Cola Enterprises) juntos ocupan el tercer lugar en la lista de financiación del partido republicano dentro del sector alimentario en EE.UU en las últimas elecciones. Las dos entidades en conjunto donaron unos 550.000 dólares en la campaña electoral 2004, de los cuales un 70% ha sido para el partido republicano y el 30% restante para el partido demócrata. El poder económico de la corporación The Coca-Cola Company controla un 50% del mercado mundial de gaseosas. Un 70% de las ventas se realizan fuera de EE.UU. Coca-Cola sigue siendo la marca más vendida de gaseosas en EE.UU., pero las ventas bajaron en un 2% en el 2002. El volumen de negocio de la compañía Coca-Cola en el año 2003 fue de 21.044 millones de dólares. El director ejecutivo (CEO) de Coca-Cola recibió 5.5 millones de dólares en concepto de salario y complementos en el año 2002. Una trabajadora o trabajador de una planta envasadora de Coca-Cola en EE.UU. gana unos 7 dólares la hora. Si se supone que trabaja unas 40 horas semanales con 30 días de vacaciones la trabajadora o trabajador ganaría un salario anual de 13 440 dólares sin ningún seguro de salud incluido. Esto equivale a un 0.24% de lo que cobra el director ejecutivo de Coca-Cola. Los beneficios logrados por Coca-Cola en un año equivalen a casi la mitad de los gastos previstos por la ONU para garantizar la educación básica para todas las niñas y niños de todo el mundo. Campaña mundial A nivel mundial se está llevando a cabo una campaña de no- consumo de los productos de Coca-Cola, respaldada por el Foro Social Mundial (FSM). Dentro de la Declaración Final de los Movimientos Sociales del FSM, en enero del 2005, participada y consensuada por miles de personas de todo el mundo, agrupadas en cientos de organizaciones sociales repartidas en los cinco continentes y reunidas en Porto Alegre, se hace una clara alusión al poder de las corporaciones transnacionales en el mundo, y a la "Responsabilidad Social" que éstas obvian en su funcionamiento diario, pese a que redacten manifiestos en pro de los derechos humanos y sociales. En uno de sus puntos, se hace alusión específica a la multinacional Coca-Cola y a los abusos y crímenes que lleva a cabo en la India o en Colombia, haciendo un llamamiento internacional desde el FSM de apoyo a las campañas mundiales contra la Coca-Cola. Se están organizando, asimismo, cada vez más protestas y campañas que sacan a relucir las contradicciones encontradas entre el discurso de responsabilidad social y comportamiento supuestamente ético de la corporación The Coca-Cola Company y los hechos. En California, en tres municipios de Brasil, y en Omán, los Emiratos Unidos Árabes y en Arabia Saudita la venta de gaseosas está prohibida en colegios e institutos. Como respuesta a los asesinatos de sindicalistas en Colombia y las acusaciones a Coca-Cola de estar involucrada en estos hechos, los estudiantes del colegio mayor de Dublín en Irlanda han votado ya por segunda vez para no vender Coca-Cola en el campus de la Universidad. En Italia, más de 100 municipios de la Red Italiana del Nuevo Milenio adhirieron a la campaña mundial contra la Coca Cola excluyendo la presencia de los productos de esta marca en todas las oficinas de la administración, escuelas, institutos y comedores. - Extractado de: IDEAS-Observatorio de Corporaciones Transnacionales (España), Dossier 7: Coca Cola: corporación y marca. Actualización 2005.
https://www.alainet.org/es/articulo/116284
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