El periodismo no es una consagración a un Dios, pero algunos intentan entenderlo de ése modo. El periodismo necesita una paga, si no existe con dinero, con algo se cobra. No hay periodismo sin contraprestación. Se puede decir, entonces, que el periodismo es un trabajo. También tiene una parte de arte. Todo periodista es un artista, entendiendo que es un artista aquel que busca el reconocimiento de los demás por su tarea. La definición de "los demás", de quienes son los demás, es la que cambia. Una multitud, algunos lectores, unos pocos oyentes, la familia, los compañeros de trabajo, el mañana. El que trabaja de periodista busca la trascendencia, así no lo diga. El periodista nunca es independiente porque siempre esta interactuando. Da y recibe opiniones, sensaciones. El que dice que es independiente miente dos veces. Cuando lo dice y cuando cree en lo que dice...sabiendo que miente. El periodista es un contador--con su opinión--de lo que sucede y al contarlo cambia lo que sucede. Aporta y quita. Altera. A medida que tiene más reconocimiento el periodista se vuelve mas artista, cae cada vez mas en el pecado de creer que puede modificar--mucho--la realidad y, finalmente, cuando no sirve a la empresa a la que debe su trabajo, desaparece. Siempre hay una empresa. Siempre se puede reinventar el periodista. El periodista es--entonces--un invento efímero para una imaginación permanente. Para una necesidad constante. El periodista quiere contar la realidad porque sabe que hay alguien que quiere que se la cuenten. Todo artista, por otra parte, tiene algo de periodista. El artista toma un acto, un hecho, una palabra, una frase en un pentagrama y la recrea y pone, en ella, todo lo suyo. Mientras más entienda lo que re-crea y más aporte, mayor será su calidad de inventor de una nueva realidad a su través. El mejor periodista es--entonces--un intento de actuación. Un proyecto de artista. La única actitud que requiere honestidad es la de los pies en la tierra: saber qué se hace y no negarlo. Los periodistas vamos a lomo de un río mas no somos el río, pero de modo inevitable lo integramos. El destino del río es el nuestro, así lo neguemos. Fuente: Sindicato Unico Trabajadores Espectáculo Público y Afines de la República Argentina (S.U.T.E.P.) Seccional Rosario