Los terrorismos que los parió

01/08/2005
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El miedo paraliza. Y del miedo a la cobardía hay un solo paso; si nos dejamos dominar por el miedo perdemos lo fundamental del ser humano, el sentido de ser persona y la libertad. La época agitada y violenta que vive la humanidad nos enfrenta a optar entre el miedo y la libertad. Porque estamos frente a la imposición de estructuras de dominación internacional, con la perdida de soberanías nacionales. Y con la necesidad de hacer frente a la guerra sin fronteras desatada por Estados y grupos de resistencia armada, provocada por la invasión a Irak y Afganistán y por los crecientes ataques terroristas de grupos que, actuando en la oscuridad y la impunidad, llevan el conflicto fuera de sus fronteras. Bush y sus aliados han abierto la antesala del infierno, llevando el horror y la inseguridad a sus propios pueblos. El miedo ha calado profundamente en las conciencias y la vida de los ciudadanos de los EE.UU. que se ven acorralados por el terror y van perdiendo sus libertades ciudadanas. La contra-cara de la misma moneda son los grupos terroristas como el que lidera Bin Laden, magnate asociado a los intereses económicos de Bush padre, hoy enfrentado supuestamente a Bush hijo. Ambos han llegado a una simplicidad ideológica del terror; buscan imponer por la fuerza de las armas y los atentados, lo que por la fuerza de la razón no pueden alcanzar Los dos continúan siendo socios de la muerte y paridos en el horror. La afinidad es mayor que las apariencias. Creen que Dios está con ellos, lo invocan y lo usan y se adjudican el derecho de matar en su nombre. Han desterrado de sus corazones y mente al Dios de la vida. Estamos frente al creciente peligro de la implantación del totalitarismo globalizado. Los síntomas son alarmantes y están a la vista. Recurren a la mentira, la madre de todas las violencias, para engañar a los pueblos y nada mejor que la propaganda mediática de poderosos medios informativos internacionales, sus aliados, quienes tratan de justificar lo injustificable. Que las masacres de miles de muertos, mujeres y niños en su mayoría, son para salvar a los pueblos, en nombre de la "democracia y la libertad", palabras vaciadas de contenidos y cautivas de la perversión ideológica. Restringen los derechos ciudadanos, persiguen y matan inocentes, como el joven brasileño que recibió ocho balas, siete en su cabeza, ese fatídico día londinense cuando se dirigía a su trabajo. Su pecado fue tener la piel oscura. I'm sorry!, es todo lo que dijo Tony Blair, nos equivocamos, pero seguiremos equivocándonos y mataremos a cuantos nos resulte sospechosos de ser terrorista. ¿Cuánto hay que pagar por el asesinato de ese joven sudamericano? El 'Tony' cree que está jugando una guerra virtual, abstracta y absurda, junto a su aliado Bush. La vida humana, la vida de los pueblos no tienen precio. Nunca podrá pagar el valor de esa vida, ni de las vidas de todos aquellos que cayeron en el atentado de Londres, las miles de víctimas en Irak y Afganistán, provocado por los Estados invasores y por los terroristas de otros signos, tan brutales como el mismo Tony. Cabe preguntarnos ¿ quiénes son los terroristas y quién los parió?. La confusión y la propaganda ya no dejan pensar. El bombardeo es intermitente, mezclado con la propaganda comercial. "Señora, señor, todo lo hacemos para su seguridad en la lucha contra el terrorismo", "compre el dentífrico que lo hará sonreír"; "saboree la rica hamburguesa, más barata y beba la cola de las burbujitas que lo hará feliz"; "confíen en nosotros que velamos por su seguridad y combatiremos al terrorismo en cualquier parte del mundo". Mientras, guardan silencio sobre el terrorismo de Estado que aplican a los demás. Pero de eso, no se habla. Los terrorismos tienen diversos rostros y formas de actuar. El "terrorismo silencioso del hambre", que provoca por día, más de 35 mil muertes por hambre, de niños en el mundo, según el informe de la FAO, al que denomino: "terrorismo económico". En el Olimpo del G8, los poderosos dicen que van a combatir la pobreza, pero obligan a los países más pobres a pagar la deuda externa, inmoral e injusta. La hipocresía va en aumento. "El Terrorismo de Estado" surge cuando se rompe con el derecho nacional e internacional. Los sobrevivientes del terrorismo de Estado durante las dictaduras militares impuestas en el continente latinoamericano, vivimos el horror de las prisiones y torturas, la aplicación del "Plan Cóndor", con el secuestro y asesinatos de opositores en diversos países. Hoy la misma metodología del terror se está aplicando a escala mundial. Recordemos los grupos de tareas de la CIA en el secuestro de un opositor en Italia, acusado de supuesto vínculo con los terroristas y enviado a Egipto, a espaldas del gobierno italiano y de su aliado Berlusconi. Metodología de la internacional del terror que bien conocemos y que viola la ley y el derecho de las personas y la soberanía de los pueblos. Cabe preguntarse: ¿Qué ocurre cuando un país desconoce las resoluciones de las Naciones Unidas, rechaza las decisiones del Consejo de Seguridad, desconoce los Pactos y Protocolos, el Derecho Internacional, el Tribunal Penal Internacional, invade países, tortura, asesina, destruye a pueblos enteros, bloquea por tiempo indeterminado a otros países, con total y absoluta impunidad?. ¿Cómo llamamos a ese país, que actúa secuestrando y torturando a personas en diversos países? ¿Cómo llamamos a esos países que fomentan, reclutan y adiestran en sus territorios a ejércitos privados, las denominadas multinacionales de las guerras, Corporación Militar Privado - CMP-, que envían soldados mercenarios a combatir a otros países? Los "Señores de la Guerra" tienen como una única bandera el dinero, y se ofrecen en el mercado internacional al servicio de quien más paga. Están dispuestos a matar, torturar, destruir y asociarse a los intereses de quienes los contratan. Son los traficantes de la muerte, en el mercado de las drogas, el comercio de las armas y los ejércitos privados, que actúan en Colombia, Afganistán y en Irak, y en varios países africanos, contratados por gobiernos y empresas multinacionales para proteger sus intereses económicos y políticos. Y estos intereses son las drogas, los diamantes, el oro, el petróleo, el agua, los minerales estratégicos, entre otros. Están fuera de toda ley y marco legal del derecho internacional y actúan con total y absoluta impunidad. Son los encargados de realizar el "trabajo sucio". De esa forma los Estados no asumen su responsabilidad. Los centros de reclutamiento y entrenamiento de estas multinacionales -CMP- están en Estados Unidos y en Gran Bretaña, países que se dicen defensores de la democracia y la libertad. Tengamos presente que esos ejércitos privados nunca podrían tener sus bases operativas en esos países sin el consentimiento de sus gobiernos. Existen centros de investigación sobre el actuar de los ejércitos privados, entre los que podría señalar el trabajo de Tica Font, de la Comisión Justicia y Pau, de España, quien expuso recientemente en la Universidad Internacional de la Pau, en Sant Cugat del Vallés, en Cataluña; sobre el rol de esos ejércitos. Por lo extenso de su informe sólo quiero hacer algunas referencias: "los efectivos contratados en Irak cobran en dólares, un mínimo de 15.000 U$S por mes, y pueden llegar a 2.000 por día dependiendo de los riesgos a correr. Algunas empresas ofrecen 250.000 U$S por año. Otras tienen ingresos que rondan los 100.000 millones de dólares al año. La muerte y destrucción es productiva para los "Señores de la guerra". Los efectivos reclutados son personas vinculadas a los ejércitos, ex militares, reservistas, militares retirados, militares expulsados por conductas agresivas o delictivas, militares en operaciones especiales, policías y otros por motivaciones de ganar dinero rápido. Son los mercenarios de la muerte. Roberto Montoya, periodista de El Mundo, de España, en su libro La Impunidad Imperial, hace un exhaustivo estudio sobre el terrorismo aplicado en las cárceles de Guantánamo, en Cuba, en Irak y Afganistán, por las tropas estadounidenses y británicas que violan la Convención contra la Tortura, aplicando el trato cruel, inhumano y degradante a los prisioneros con total y absoluta impunidad. Es muy importante puntualizar que las bases militares de EE.UU. se están difundiendo en el mundo para apropiarse de los recursos y dominar a los pueblos. La respuesta, justamente, está en manos de los pueblos. Asumirse como protagonistas y reforzar las acciones de resistencia social y cultural. Existen esperanzas y acciones conducentes a cambiar la situación actual. Es urgente desarmar las conciencias armadas y buscar nuevos caminos y alternativas antes que sea tarde. La historia es una buena maestra, miremos el caminar de la humanidad y hagamos memoria para no repetir los mismos errores. A principios de Noviembre del corriente año, se realizará en Mar del Plata, Argentina, la Cumbre de las Américas con la presencia de todos los presidentes del continente, menos Fidel Castro. Estará presente George Bush y las medidas de seguridad para su protección, son insólitas.. Vive aterrado de su propia obra. Pero hay otro encuentro que es la Cumbre de los Pueblos. Allí estarán presentes diversos sectores sociales y culturales para expresar sus inquietudes y defender el derecho de la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Porque la esperanza está en los pueblos.
https://www.alainet.org/es/articulo/112618
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