Pueblos indígenas y globalización
20/02/2004
- Opinión
Creo que es importante analizar que significa las
palabras: "Perú" ,"Bolivia", "Ecuador",
"Argentina","Colombia, "Chile", etc. etc. Pienso que el
solo hecho de pronunciarlas estamos reafirmando la
colonización, exclusión y desprecio a los pueblos
tawantisuyanos, Primeras Naciones de ABYA YALA (idioma
Kuna: tierra rica, sagrada, tierra fraganciosa en
crecimiento y maduración) .
Para ello basta revisar las diversas constituciones,
basta observar y leer con detenimiento el informe de la
Comisión de la verdad, basta mirar la situación de
vulnerabilidad en que nos encontramos, basta sentir como
hiere y divide la discriminación acentuada desde el
Estado en todos los aspectos: educativo, social,
político, económico hacia los indígenas y negros.
Entonces, ¿cómo podemos reconocer a un Estado que
desprecia y excluye a las personas solo por ser de
diferente color y tener una cosmovisión y lengua
diferente? ¿Cómo podemos creer en las instituciones si
estas no nos tratan con dignidad?
Si revisamos la historia, nos han utilizado para
hacernos pelear y nos han contado la historia como una
gran mentira desde sus intereses y dominación.
Hablo desde la otra cara de la piel de las mujeres, mis
hermanas indígenas y no indígenas, soy Quechua.
La globalización es el nuevo nombre del imperialismo. Es
uno de los disfraces de la tentativa del imperio del
gobierno norteamericano y sus competidores de dominar al
conjunto del mundo para poder explotar desenfrenadamente
las riquezas naturales de ABYA YALA (América Latina), su
fuerza de trabajo y sus mercados y encontrar un campo
rentable y seguro para sus capitales especulativos, lo
que contribuye a un subdesarrollo insostenible para
nuestros países en particular.
Nosotras decimos que existen efectos perversos en esta
globalización porque profundiza la diferencia entre una
minoría muy rica y una inmensa mayoría de desposeídos. El
capitalismo (globalización) y sus derivados (ALCA)
fomentan un desarrollo insostenible que lleva
progresivamente a la destrucción medioambiental y a la
aniquilación de gran parte de la humanidad por
enfermedades, hambre y guerras.
La globalización neoliberal ha provocado dos grandes
fracturas. Una que afecta al planeta, que está rompiendo
el equilibrio de nuestra relación con el medio ambiente.
Otra que afecta a la humanidad, que divide a las personas
por su lugar de nacimiento, su origen, su condición
económica o sus ideas.
Las mujeres desde siempre hemos sido vulneradas en
nuestros derechos por ser mujeres, por ser indígenas y
ser pobres. He visto la explotación despiadada de mis
hermanas en los barrios pobres de las ciudades a través
de las maquilas, he visto a mis hermanas regalando a sus
hijos para que no mueran por hambre.
Para nosotras la globalización significa un proceso
sumamente violento, nos presenta un espejismo, nos hace
creer que estamos interconectadas con el mundo, pero en
realidad estamos enajenadas e interconectadas con la
pobreza y vulneración de nuestros derechos, los de
nuestros hijos, esposos, hermanos nuestra familia en
general, es un monstruo que nos mira como mendigamos
trabajo y se aprovecha de ello para exprimirnos.
En los diversos países de América Latina vemos como los
gobiernos no representan, ellos imponen. Los Estados han
trasladado la economía a la escena política y vemos
reducción del ejercicio de los derechos humanos
demostrando incapacidad para resolver los problemas
derivados de la convivencia y el bienestar de la
población. Los gobernantes se han convertido en títeres
incondicionales del imperio y vemos como frente a la
presión del pueblo las fuerzas armadas son entrenadas
para defender los intereses económicos del imperialismo a
través de la militarización que se ensaña con el pueblo
desarmado que solo reclama derechos y por ello se les
encierra en cárceles, se les "motea" como terroristas
etc. ¿Acaso no vemos que están en puntos estratégicos,
sus bases militares en toda ABYA YALA (América Latina) y
en todos los países? Todo esto para que nadie diga nada.
Ahora quieren que nuestros genuflexos presidentes firmen
el tratado de libre comercio (ALCA), este tratado es la
forma de explotación mas horrorosa para nuestros pueblos,
también lo hacen a través de instrumentos internacionales
que controlan como el FMI, el BM o la OMC. Estas
organizaciones internacionales sirven a la estrategia del
imperialismo, fomentan un desarrollo insostenible que
llevará progresivamente a la destrucción medioambiental y
a la aniquilación de gran parte de la humanidad por
enfermedades, hambre y guerras.
La globalización neoliberal ha provocado dos grandes
fracturas. Una que afecta al planeta, que está rompiendo
el equilibrio de nuestra relación con el medio ambiente,
con nuestra Pachamama (Madre Tierra). Otra que afecta a
la humanidad, que divide a las personas por su lugar de
nacimiento, su origen, su condición económica o sus
ideas. Todo esto nos debe alarmar y llenarnos de
indignación. El Informe sobre el Desarrollo Humano de
1996 del Programa de la ONU para el Desarrollo reconoce
que más de cien países no se benefician del sistema
económico mundial, que los auténticos beneficiarios son
sólo diez países. El Informe define cinco modelos
negativos de crecimiento económico: sin empleo,
despiadado (que genera exclusión social), sin voz (sin
democracia política), sin raíces (que arrasan las
estructuras de nuestros pueblos indígenas) y sin futuro
(predador de los recursos naturales). La FAO cifra en 800
millones el número de personas que pasan hambre, la
cuarta parte son niños menores de cinco años, de ese
porcentaje el 50% son niños de América Latina, ¿cómo no
indignarnos de esto, si nosotras los hemos parido y son
nuestros hijos?
Nosotras planteamos que hay salida para esta catástrofe.
Nosotros tenemos 511 años de experiencia en resistencia y
lucha, la tarea es de todas y todos. No podemos permitir
el ALCA. Consideramos que la autodeterminación de
nuestros pueblos es una forma de alcanzar la
independencia, con tierra, territorio y autonomía. Por
ello, creemos que quien quiera paz, igualdad y justicia
precisa luchar enérgicamente por la independencia y la
soberanía de los pueblos, porque es la única cosa que
puede servir de base a una integración verdadera como
humanos en armonía con nuestra Pachamama. Como hemos ido
viendo (y no del todo) esta globalización afecta de
manera total a la gente, a los pueblos y al planeta de
múltiples formas.
Otro de los terrenos afectados es de los idearios
individuales y colectivos. La formación de una mentalidad
sumisa, el miedo a salir del sistema, la falta de
confianza en el cambio, las justificaciones del orden
actual y sus perversidades, la pasividad y la
indiferencia respecto a los problemas propios y ajenos,
la falta de sensibilidad ante las injusticias y
desigualdades son algunos de los efectos que produce este
sistema en la mayoría de la población. La famosa
frasecita de Margaret Thatcher de "No hay alternativa",
el substrato psicológico que dejan expresiones como "El
fin de las ideologías" de Fukuyama, "El choque de
civilizaciones" de Huntington o los continuos discursos
en los medios de comunicación de cualquier otro demente
refuerzan esa sensación de que no se puede hacer nada
contra el sistema porque éste ya está definido en unos
ejes muy concretos: la ideología del mercado, las
políticas neoliberales, las relaciones basadas en el
dinero, la democracia formal representativa.
Por eso nos dicen que la globalización es incontrolable.
Pero lo que es cierto es que el capitalismo no nos ha
llovido imprevistamente del cielo por obra del destino,
(el destino lo podemos construir)ha sido impuesto y
dirigido por la clase dominante del mundo. Las
organizaciones nacionales (Estados, bancos, ejércitos,) e
internacionales (OMC, BM, FMI, OTAN, NAFTA,) han sido
creadas por personas y por personas serán desmanteladas.
El orden capitalista y sus efectos perversos son
enfrentados a lo largo y ancho del Continente y del
planeta, sólo es cuestión de tiempo, esfuerzo,
organización y decisión que caiga toda esta estructura
asesina que oprime a las gentes de la tierra y nuestra
Pachamama (Madre Tierra).
El futuro es nuestro y lo hacen los pueblos, aquí nadie
debe excluirse porque la vida de sus hijos, nietos,
depende de usted hoy, mañana y siempre, cada uno es
importante para esta definición o la vida o la muerte.
Usted tiene la palabra.
* Rosalía Paiva. International Campaing for the Dignity of de Native
People (Canadá)
https://www.alainet.org/es/articulo/109448
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