El Foro antiglobalización comenzó con algarabía y declaraciones contra el ALCA
22/08/2002
- Opinión
La versión argentina del Foro antiglobalización quedó inaugurada oficialmente,
ayer por la tarde (jueves), en la Plaza Houssay de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, ante una multitud de hombres y mujeres que llegaron al lugar con banderas
y pancartas de asociaciones gremiales, centros de estudiantes, asambleas
barriales de la capital y el conurbano, organizaciones de desocupados, sin techo
y colectividades latinoamericanas.
El Foro Social Mundial es un espacio internacional para la reflexión y la
organización de todos los que se oponen a las políticas neoliberales y
construyen alternativas a escala humana.
El acto de inicio del Foro Temático en la Argentina también contó con la
presencia de circunstanciales oficinistas que hacían tiempo antes de entrar a
las aulas de la facultad de económicas, en Córdoba y Junín, artesanos de la
feria que funciona en la plaza y vecinos despistados que con la correa del
perrito en la mano se encontraron en medio de la muchedumbre que cantaba,
bailaba y esperaba las palabras de bienvenida de los oradores sobre el palco de
espaldas a la facultad de medicina de la UBA.
Luego de que empecinadas locutoras leyeran y leyeran cientos de adhesiones de
todo tipo de organizaciones de base el presidente de la Central Unica de
Trabajadores de Brasil, Joao Antonio Felicio, se dirigió a la multitud en un
portuñol clarísimo en los conceptos, que al menos dos veces causó aplausos y
silbidos (cuando el dirigente nombró a Bush, el presidente de los Estados
Unidos).
Con la bandera de Brasil en sus manos, el líder del PT brasileño -y uno de sus
fundadores- destacó la importancia de la unidad latinoamericana para oponerse al
neoliberalismo y a las políticas de los EEUU para la región -fundamentalmente el
ALCA, que es el tratado de libre comercio que promociona el país del norte- y
resaltó la participación de los jóvenes en la movida contra la globalización.
Luego le tocó el turno a Evo Morales, dirigente campesino boliviano, que tan
claro como el colega brasileño que lo precedió, sostuvo que "el modelo se cambia
desde las calles" antes de aclarar que los militantes antiglobalización "no
somos terroristas". Más adelante, el dirigente boliviano -reciente candidato a
la presidencia de Bolivia con excelente perfomance- conminó al Banco Mundial y
al Fondo Monetario Internacional a "que acaben con el sistema de hambre y
miseria" porque "si no de buenas -dijo el representante boliviano- será el
pueblo el que lo acabe".
Morales dijo tener confianza y esperanza en que el pueblo boliviano se organice
para oponerse a las políticas neoliberales que lo oprimen y luego manifestó que
es preciso que no solamente se destaquen ejemplos como los del "compañero Chávez
(actual presidente de Venezuela, acechado por un intento de golpe de estado hace
poco) y de Cuba, sino los movimientos del pueblo para que haya muchas cubas en
Latinoamérica. Para terminar, Morales condenó "a la clase política corrupta" y
llamó a "refundar las patrias, porque los trabajadores tenemos derecho a hacerlo
nosotros mismos" resaltó.
Más tarde y cuando ya había oscurecido, la presidenta de Madres de Plaza de
Mayo, línea fundadora, Nora Cortiñas, extendió una corta bienvenida los
participantes del Foro y dio paso a un recital de música popular que duró hasta
la medianoche.
Bolivia no es sólo una película
Cuando las alocuciones terminaron y los oradores dejaban el palco para dar lugar
a los conjuntos musicales, una pequeña gresca de entrecasa no pasó inadvertida
para los periodistas que cubrieron la inauguración del Foro Temático
antiglobalización en la Argentina.
"Servicio de inteligencia", "espía" y "bancerista" fueron algunos de los
epítetos que recibió Diego Torres, uno de los acompañantes que tuvo en el palco
Evo Morales, el campesino boliviano que casi llega a presidente de su país en
las últimas elecciones.
Según los enconados bolivianos, el tal Torres -a quien también acusaron de
menemista- no debería ni por asomo estar al lado del líder campesino. Diego
Torres, por su parte, encuadró las acusaciones como "disputas políticas" y sacó
a relucir un curriculum donde no faltan las actividades en organizaciones de
derechos humanos y de salud de su país.
La vorágine de la inauguración no permitió dejar el episodio blanco sobre negro
pero, sin duda, la cosa no va a quedar así, pues los enojados manifestantes
juraron perseguir al sujeto durante todo el Foro, y este prometió aclarar las
acusaciones una por una. Continuará...
Los hijos de la tierra
Pasadas las 9 de la mañana del viernes, tibiamente y con apenas siete
participantes el taller sobre Tierra y Recursos Naturales arrancó con los brazos
en alto, saludando al Sol y haciendo una reverencia a lo cuatro puntos
cardinales. Un saludo en guaraní y otro en toba terminaron de configurar el
carácter de este espacio de charla que se extendió por cuatro horas
ininterrumpidas.
Bajo el nada específico título de este taller se encontraba la intención de sus
organizadores de que dirigentes indígenas de diferentes puntos del país se
encontraran para intercambiar sus experiencias sobre un tema fundamental para
los pueblos indígenas: la lucha por la tierra. Pero además la oportunidad era
propicia para el encuentro entre los aborígenes que viven en sus zonas de origen
y aquellos que, crisis y diásporas mediante, han recalado en Buenos Aires y sus
alrededores. Así la primera hora de charla transcurrió entre relatos de las
dificultades para conseguir que los políticos de las provincias cumplan con los
dispuesto por el Art 75 inciso 17 de la constitución Nacional y entreguen la
propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan estas
comunidades. La dinámica de los conflictos por tierras es compleja, pero a la
vez se presenta de manera similar en las diferentes regiones. Empresas o
particulares dueños de grandes latifundios exhiben títulos de propiedad,
mientras que los pobladores originarios son corridos de su propio suelo.
"Eso no es distinto de lo que le ocurre al resto de los pobres en el país"
señaló una estudiante de Entre Ríos. Enseguida se explicó que más allá de las
razones de justicia por las cuáles la tierra debiera cobijar a todos, en el caso
de los pueblos indígenas existen derechos colectivos derivados de la
preexistencia reconocida, en el caso de la Argentina por la propia Constitución
Nacional (Art 75, 17). Pero también los aborígenes presentes se encargaron de
dejar claro el valor que desde sus culturas se el otorga a la tierra.
Y cada vez que se terminaba de exponer la situación de vida de los pueblos allí
representados, se escuchaban palabras de aliento y de reconocimiento. Como
cuando Raúl Díaz, cacique de las comunidades avá guaraní del Ramal Jujeño, se
levantó y dijo con su voz siempre moderada: "Es la hora de levantarnos,
de pelear pero con papeles para que nos den la tierra que amamos y que nos da
vida"
Perspectivas campesinas
Con el correr de la mañana, se fueron incorporando más personas (llegaron a 30)
y con ellas, diferentes problemáticas y perspectivas en torno de la tierra y
particularmente de su uso. Hubo disgresiones y hasta alguna discusión (respecto
de la conveniencia del uso de la soja), pero una y otra vez se retornaba al eje
común: luchas campesinas, luchas indígenas, en definitiva luchas por la tierra y
el modo de aprovecharla. Ana Corral, una técnica que acompaña comunidades
rurales en Santiago del Estero, introdujo algunas de las experiencias que se
dieron en esa provincia en defensa de la tierra, ajenas en el principio a los
movimientos de carácter étnico.
Entonces se planteó, mediante las preguntas de Rebeca Blejer (la señora se
encargó de dejar sentado que nada la une con Mario) y las reflexiones de una
platense bióloga de ATE, la posibilidad de que la lucha por la tierra sea
convergente.
"En el Chaco - contó Julio González, toba y estudiante de Medicina en Cuba-
muchas veces intentamos luchar en común, pero los indígenas cuando pedimos algo
es para todos y algunos blancos no lo entienden así".
Pero a pesar de las diferencias que nadie pretendió abolir, todos coincidieron
en que el enemigo es común a todos. "No podemos ponernos a discutir mientras
tengamos hambre" fue la lectura predominante, así como se identificó claramente
a las multinacionales y específicamente a Monsanto como responsables de la
presión por cambiar las técnicas productivas y dedicar los suelos al monocultivo
con agroquímicos. Además, se señaló a estos grupos como promotores del uso de
semillas patentadas que van sustituyendo a las originarias de cada región,
generando así un mecanismo de dominación. Incluso sobre el final, cuando como al
principio se volvieron a escuchar diferentes idiomas, Raúl Díaz aprovechó para
contar de qué manera su pueblo conserva cada semilla con técnicas naturales (las
de zapallo se guardan con ruda y duran hasta un año, por ejemplo) y Mirta, una
joven rionegrina descendiente de mapuches compartió el aprendizaje que está
realizando con sus compañeros de marcha en el trabajo de la tierra.
El clima del encuentro fue tornándose cálido y más íntimo. Así Teresita, señora
cordobesa, cartonera y poeta, recitó su poema a la Pachamama; Verónica,
diaguita-calchaquí, coplera y residente en Tortuguitas cantó su historia; y
Margarita, colla de una asociación de mujeres indígenas rezó una pequeña oración
a la tierra, con tanta fortuna que entre los asistentes al taller estaba (de
casualidad?) su autora. Cristina de la Red Alerta, había escrito esa poesía en
un encuentro de mujeres: "hace más de veinte años y nunca lo había vuelto a
escuchar", se emocionó.
Traigan algo de tomar y seguimos copleando, dijo alguien mientras se
intercambiaban los papeles con direcciones
Debate sobre el Presupuesto Participativo
Dentro de las actividades del Foro Social, con eje en las resistencias y
alternativas al modelo de globalización neoliberal, se realizó la charla-debate
"Presupuesto Participativo: ¿Herramienta legitimante o construcción de poder
popular?, actividad organizada en conjunto por el IADE (Instituto Argentino para
el Desarrollo Económico); CEFJA (Centro de Estudios y formación de la Federación
Judicial Argentina), FISYP (Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas) y
ATTAC
Julio Gambina, economista miembro de CEFJA; FISYP Y ATTAC, abrió el encuentro
realizando una breve introducción técnica sobre cómo se compone el Presupuesto
Nacional, esto es, una proyección que se realiza para el año siguiente en
función de los ingresos (provenientes de las recaudaciones del Estado) y gastos,
que en promedio suman unos 50.000 millones de pesos anuales, sumado al
Presupuesto Consolidado (esto incluye tanto a la Nación, como a las provincias y
municipios).
Gambina, hizo énfasis en la idea de que el presupuesto es una herramienta que
puede ser utilizada para dos fines muy diferentes: la "legitimación de poder de
las clases dominantes para reproducir la forma económica de la sociedad" -tal
cual describió que está funcionando hoy día- y "una vía apropiada por las clases
populares para la transformación de la realidad". Volcándose hacia la segunda,
el expositor introdujo la experiencia del Presupuesto Participativo en la ciudad
brasileña de Porto Alegre y su correspondiente estado, Rio Grande do Sul.
A continuación, Beatriz Rasland, abogada y miembro de ISYP y ATTAC expuso sobre
las condiciones actuales para la implementación de la participación popular en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, remarcando en primer lugar que la
herramienta del Presupuesto Participativo depende fundamentalmente de la
voluntad política que disponga el gobierno para instalar este proceso de
democratización popular.
En su exposición se pronunció en contra de la propuesta de Presupuesto
Participativo ejecutada por el Gobierno de la Ciudad en los últimos dos meses.
Para la abogada, actualmente se está realizando un tipo de engaño encubierto o
maniobra distractiva a los ciudadanos en función de una estrategia de salvataje
político de la gestión del Gobierno de la Ciudad. Es asíque, para Rasland, esta
propuesta surgió ante la crisis de legitimidad y la necesidad urgente de
construir algún tipo de consenso a modo de maniobra distractiva, de maquillaje,
que se aleja de la búsqueda de la legitimación del poder popular.
Rasland luego describió las condiciones que, a su entender, son requisito para
que exista realmente un espacio de participación popular en las decisiones de
gobierno: en primer lugar, el debate debe abrirse al 100 % del monto
presupuestario y la participación tiene que establecerse tanto en la instancia
de elaboración, como en la ejecución de los proyectos y su posterior control.
A continuación se realizó un extenso y profundo debate sobre las condiciones de
implementación de esta propuesta, donde participantes de Capital como de
diferentes provincias (Santa Fe, Chaco, Neuquen y Chubut) además de algunos
extranjeros (españoles y uruguayos) relataron las experiencias y proyectos
vinculados que se están llevando a cabo en otras ciudades.
En el debate hubo consenso general sobre la necesidad de construir una nueva
forma de distribución del ingreso, vinculada directamente a generar conciencia a
nivel popular para disputar poder y presionar a los gobiernos locales para que
éstos socialicen la información del gasto público. Finalmente se concluyó que si
bien, la experiencia brasileña es un modelo, es preferible no importar
directamente fórmulas, sino construir las experiencias adaptándolas al contexto
local.
A la idea sobre Otra América es Posible.
Otra Argentina también, nosotros decimos: Otra comunicación es posible
https://www.alainet.org/es/articulo/106288?language=es
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