El Muro de Quebec

19/04/2001
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La Cumbre de las Américas se realiza dentro de un "bunker" de cuatro kilómetros, hecho de cemento y con una cerca galvanizada de acero. El "Muro de Québec" de 10 pies de altura, guarda en su interior una parte del centro histórico de la ciudad, incluyendo el recinto del Parlamento de la Asamblea Nacional, hoteles y áreas comerciales. Los coches entran por puestos de control protegidos; pases libres han sido entregados a delegaciones oficiales, a los ejecutivos de bancos y corporaciones mayores, así como a medios aprobados e "invitados selectos". Fuera del bunker, más de 6,000 efectivos de la Policía y seguridad están listos y equipados no sólo con "spray" de pimienta sino también con armas Arwen 37 de disparo múltiple con balas plásticas reforzadas. Con el personal canadiense de Fuerzas Armadas, despachado a Québec desde las bases militares en Nova Scotia, el aparato de seguridad en Québec ha quedado "mejor organizado" que en la Cumbre de Seattle -OMC Millenium en 1999. Esta es la operación más grande de la policía en norteamérica dirigida contra ciudadanos comunes. Los invitados de la "sociedad civil" La lista oficial de los invitados de la sociedad civil no se ha hecho pública pero tenemos bien claro quienes son los "socios" de las organizaciones de la sociedad civil. Entre los invitados están líderes de las mayores federaciones sindicales así como también varios ejecutivos de ONGs poderosas. El ritual es muy similar a lo que se dio en 1999 en la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio de Seattle. Con varios meses de anticipación, la OMC y los gobiernos occidentales habían invitado a un "diálogo" a los líderes de selectas organizaciones de la sociedad civil. Una cuidadosa petición redactada por la AFL-CIO instaba a la Cumbre de la OMC a adoptar "reglas de comercio e inversión [que] protejan los derechos de trabajadores y el ambiente". En Seattle, la palabra de orden laboral fue "hacer que la economía global funcione para las familias de trabajadores". De manera similar, en enero pasado en el Foro Económico Global en Davos -que congrega a los ejecutivos de las mayores corporaciones, jefes de Estado y personalidades-, unos 59 líderes de organizaciones de la "sociedad civil" - incluyendo a las ejecutivos de Greenpace, OXFAM Inglaterra y Amnistía Internacional- fueron convocados. La treta está en escoger selectivamente a líderes de la sociedad civil en "quienes podemos confiar" en integrarlos al "diálogo", cortándoles de su gente, y haciendo que sientan que ellos son "ciudadanos globales" que actúan en favor de sus trabajadores pero haciendo que actúen manera tal que sirven a los intereses del establecimiento empresarial. El ALCA: Privatización de un hemisferio bajo el control de los Estados Unidos El ALCA es un buen negocio más que un acuerdo de comercio. A través de las Américas, transformará radicalmente la existencia social de las naciones soberanas. Las relaciones fundamentales, económicas, sociales e institucionales se regirán por un conjunto de condiciones legalmente obligatorias. Todos los servicios públicos que están, por lo menos en parte, subvencionados por el Estado, serán abiertos a la vigilancia internacional bajo los términos de las cláusulas propuestas en "el acuerdo nacional". Si un Gobierno financia la salud o la educación, este servicio debe ser abierto al control internacional. ?Y quién mandará? Las corporaciones grandes tomarán el control, todas las facilidades basadas en la comunidad se transformarán en entidades con fines de lucro -escuelas, clubes deportivos, centros del cuidado diario, todo-. Además, las cláusulas del ALCA literalmente permitirán la privatización de los municipios. El agua, sistemas de alcantarillado, los caminos y los servicios municipales tendrán propietarios y serán operados por compañías privadas (antes que por ciudadanos), de la misma manera que las "comunidades vigiladas" en Estados Unidos. En un nivel más amplio, el ALCA destruirá las economías locales, reduciendo el valor de los sueldos y empobreciendo a millones de personas. El acuerdo ?enmarcado en el derecho internacional- anulará o invalidará las leyes nacionales. El ALCA tendrá en cuenta también la privatización del agua, carreteras entre ciudades y todas las áreas urbanas. El ALCA llevará asimismo a la extinción de gobiernos nacionales, regionales y municipales. La medicina FMI se hace permanente Bajo las reglas del ALCA, la aplicación de la "medicina económica" mortal de FMI -que solo ha servido para destruir las economías nacionales y empobrecer países en desarrollo- no se ligará más a los acuerdos incómodos de préstamo, lo que para los gobiernos tuvo la ventaja de que no eran documentos "legalmente emitidos". Pero bajo las reglas del ALCA, los gobiernos latinoamericanos no tendrán decisión política sobre cualquier tema; ellos perderán su "derecho" a negociar aún con sus acreedores: la "medicina económica" llegará a ser permanentemente enmarcada en el derecho internacional. Los países ya no estarán más "vinculados" por la deuda externa; ellos estarán permanentemente "esclavizados" por sus acreedores. La carta de derechos para las corporaciones El ALCA otorgará una "carta de derechos" a las corporaciones, la cual no sólo hará caso omiso a las leyes nacionales sino que también habilitará a las compañías privadas a exigir a los gobiernos nacionales la anulación de leyes nacionales y recibir compensación por la pérdida potencial de ganancias como resultado de las regulaciones gubernamentales. A pesar de que algunos de estos asuntos importantes se debatirán en la Cumbre de los Pueblos, ellos no han sido incluidos en las demandas de los dirigentes sindicales de Estados Unidos, Canadá y América Latina. Reagrupados bajo el paraguas de la CIOSL, los sindicatos han pedido a la Cumbre del ALCA que incluya en los acuerdos las demandas básicas principales relativas al trabajo, medio ambiente y derechos humanos. El imperio americano Este no es un tratado de comercio; es el Imperio Americano. Detrás del ALCA están los poderes de Wall Street y el complejo industrial del Ejército. Irónicamente, mientras las economías locales, incluyendo los servicios públicos, quedarán fuera de las regulaciones, bajo el ALCA, la producción de armas de destrucción masiva de los contratistas de defensa más importantes de Estados Unidos, permanecerá enormemente subvencionado. Aunque no está oficialmente en el orden del día del ALCA, la militarización de Sudamérica bajo el "Plan Colombia", la firma de un protocolo militar "paralelo" de cooperación por 27 países de las Américas (la llamada Declaración de Manaus) constituyen una parte integrante del proceso de la integración hemisférica. Los intereses estratégicos de Estados Unidos están en juego. La imposición del libre comercio por Washington es un instrumento de conquista económica que sirve a los intereses de las corporaciones de Estados Unidos así como también a los del aparato de inteligencia militar. El negociador de comercio, Richard Zoellnick, que está jugando un papel clave en la Ciudad de Québec, es parte del Equipo de Seguridad Nacional de Bush y trabaja muy cercanamente al Consejero de Seguridad Nacional, Condolezza Rice y al Secretario de Estado, Colin Powell. Dolarización La desrregulación de las instituciones bancarias nacionales es parte y paquete de la agenda de la Cumbre. Sostenido por la administración de Bush, Wall Street quiere extender su control a través del hemisferio, eventualmente desplazando o imponiéndose sobre las instituciones financieras nacionales existentes. Con la ayuda del FMI, Washington también está intimidando a los países latinoamericanos a aceptar el dólar estadounidense como su moneda nacional. El billete verde se ha impuesto ya en cinco países latinoamericanos: Ecuador, Argentina, Panamá, El Salvador y Guatemala. Las consecuencias económicas y sociales de la "dolarización" han sido devastadoras. En estos países, Wall Street y la Reserva Federal de Estados Unidos controlan directamente la política monetaria. La estructura entera del gasto público es controlada por los acreedores estadounidenses. Los salarios reales se han desplomado, los programas sociales se han destruido, amplios sectores de la población han caído en una pobreza abismal. Si bien oficialmente no está en el orden del día de la Cumbre del ALCA, la adopción del dólar estadounidense como la moneda común para el Hemisferio Occidental se discute a puerta cerrada. Militarización y "dolarización" son los bloques esenciales del edificio del Imperio Americano. Desarmando el Nuevo Orden Mundial Ante el ascenso del descontento de todos los sectores de la sociedad contra el ALCA, la Cumbre oficial necesita desesperadamente la participación de líderes de la "sociedad civil" al "interior" de la Cumbre, para dar la apariencia de que es "democrática". La Cumbre busca el respaldo de estas organizaciones a cambio de modificaciones del Acuerdo, que no pongan en duda la legitimidad completa del ALCA ni modifiquen substancialmente los trabajos del área de libre comercio propuesto. La agenda escondida es para debilitar y dividir al movimiento de protesta y orientar el movimiento antiglobalización en áreas que no amenazan directamente los intereses del establecimiento empresarial y -lo que es más importante -- que no colocan el tema de la hegemonía política de Washington en el Hemisferio Occidental. Mientras tanto, Robert Zoellnick, el negociador de comercio de la administración de George W. Bush, está preparando un paquete legislativo para la adopción del "fast-track" bajo "la autoridad presidencial de la promoción del comercio", con miras a acelerar el ALCA (sin enmiendas) en el Congreso estadounidense. En otras palabras, instando al Imperio Americano a no quedarse sujeto a las incertidumbres del visto bueno parlamentario. En cambio, en consulta con la AFL-CIO, el poderoso Business Roundtable (BR) y el Comité de Emergencia para el Comercio Americano (The Emergency Committee for American Trade, ECAT) -integrado por los representantes de las corporaciones más grandes de Estados Unidos- están empujando en la línea de los jefes sindicales, que están demandando a la administración Bush "incorporar los temas del trabajo y medio ambiente en los futuros diálogos sobre comercio". ¡Mientras la mayor parte de los manifestantes que han convergido a la Ciudad de Québec (inclusive el vibrante movimiento estudiantil de Québec) rechaza el acuerdo de comercio, los dirigentes de algunas de las entidades de la "sociedad civil" quieren que sus clausulas de derechos humanos, democracia, trabajo y medio ambiente sean empotrados en el texto oficial y entonces "gritar victoria", lo hicimos! Sin embargo, haciendo esto ellos no sólo irán contra su gente, sino que proporcionarán también -sin considerar plenamente las implicaciones -- una legitimidad a un todo proceso globalizante que destruye las instituciones y empobrece a millones de gente. El Imperio Americano no puede ser enmendado; debe ser rechazado, combatido y derrotado. ¡El ALCA debe ser clausurado! * Michel Chossudovsky es profesor de la Economía, Universidad de Ottawa, Canadá. Versión resumida del articulo original: "The Quebec Wall". Traducción libre del inglés.
https://www.alainet.org/es/articulo/105132

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