Nuevos avances en la propuesta del país plurinacional

01/02/1998
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La propuesta realizada hace dos décadas por el movimiento indígena de construir un Estado plurinacional que reemplazara al actual Estado uninacional, ha experimentado sustanciales avances en estos últimos años. La propuesta siempre fue pensada por el movimiento indígena como un planteamiento en construcción que se nutriría de la praxis y de los aportes de todos los actores que intervienen en este debate. Ella ha resultado un campo fecundo de creación, problematización y avance. Esta reflexión busca destacar esos cambios, para intentar una síntesis actualizada de los nuevos aportes que se debaten. Muchas de estas nuevas ideas deberán confrontarse y desarrollarse, sin embargo, los cambios hasta aquí logrados, constituyen ya una nueva percepción que adquiere una fuerza propia. Varios de estas ideas se concretizaron en la propuesta desarrollada por la Asamblea Alternativa reunida en octubre de este año, que contó con una amplia participación indígena. II. LAS IDEAS FUNDACIONALES DE LOS AÑOS 70-90 La propuesta de los indígenas ecuatorianos que se construyó entre los años 70 y 90, se nutrió de tres grandes vertientes de pensamiento: 1. De la experiencia acumulada en las características de la comunidad andina; 2. De la experiencia de los grupos étnicos de la Amazonia y en general de la foresta tropical;y 3. Del pensamiento indigenista latinoamericano. La comunidad andina, como producto contemporáneo de la adaptación constante de los pueblos indios al Estado ecuatoriano, había logrado desarrollar un conjunto de características específicas: el sentido de pertenencia entre sus miembros a una comunidad que les permitió mantener su identidad; una territorialidad comunal reconocida por sus integrantes y reconocible por los externos que debió ser aceptada de facto por el Estado; un sistema propio de gobierno al interior de la comuna que los representa; la compartición de trabajos colectivos; celebraciones conjuntas y calendarios comunales, y el hecho de estar sometidas a relaciones desiguales y de discrimen con el mercado, la sociedad nacional y el Estado. Estas características se constituyeron en el acervo con el que podía pensarse la relación con el Estado, a pesar de la enorme atomización experimentada que desdibujaba a los quichuas de la sierra y del oriente. Por su parte, los grupos amazónicos y de foresta tropical que habían tenido una relación menos intensa con el Estado y la sociedad nacional, aportaron con la idea de grupo étnico unificado, que tenía o reclamaba un territorio global compartido por todo el grupo y una autoridad unificada. Ello les permitió percibirse como "nacionalidad" más temprano que las atomizadas comunidades quichuas serranas. La experiencia de los indios ecuatorianos, se nutrió de las corrientes indigenistas, que tuvieron tres méritos significativos: ser un producto latinoamericano; ser una temprana autocrítica de los estados uninacionales; y una creativa búsqueda de nuevos modelos organizativos que permitieran la participación indígena. La propuesta india en el Ecuador al nutrirse de estas diversas vertientes, logró en la década del 80 un programa que puede sintetizarse en cuatro grandes ejes: La idea del fortalecimiento de la cultura propia: Planteó la necesidad de reforzar la identidad propia a través del rescate de la historia, del fortalecimiento cultural, los intercambios entre nacionalidades, la escolarización y especialización de sus miembros. Las relaciones con las otras culturas se las concibió como necesarias para reforzar la cultura propia. El balance de las dos décadas en el reforzamiento de la culturas propias es bastante positivo: se definieron 12 nacionalidades indígenas con sus lenguas, integrantes y en algunos casos territorios; aumentó notablemente la autovaloración y la identidad a tal punto que se revertió la tasa de aculturación del 1.08% calculada entre 1840 y 1950 (Knapp: 1985); creció el número de comunas y se crearon organizaciones locales, regionales y nacionales; creció el número de intelectuales y de personas escolarizadas; lograron una importante política de Estado como la Educación Intercultural Bilingüe; y más tarde, la creación del Consejo de Planificación de los Pueblos Indígenas y Negros, CONPLADEIN. En síntesis, convirtieron al mundo indígena en un actor nacional importante, con capacidad de intervenir en su destino y en la definición de las políticas nacionales. La construcción del Estado Plurinacional: Plantearon el reconocimiento constitucional de un Estado plurinacional, pluricultural y plurilingüe, el reconocimiento oficial de las lenguas indias y de los símbolos indios. Sin embargo, el planteamiento fue bastante ambiguo, no se concretó en una propuesta específica. En todo caso se discutieron modalidades federativas y autonómicas, que sin embargo no prosperaron. En el balance, la propuesta creó resistencias en las FFAA y en las élites gobernantes; mientras que en su ambigüedad no logró pasar de la propuesta general a modalidades específicas restándole efectividad. El movimiento indígena pasó a la defensiva, debiendo aclarar una y otra vez que no se trataba de una propuesta separatista, perdiendo cierta contundencia que había logrado en la crítica al Estado uninacional. En los hechos, sólo se logró en el Parlamento el reconocimiento de un Estado Pluriétnico y Multicultural, como idea general y declarativa en la parte dogmática de la Constitución, que no tuvo un desarrollo institucional concreto. Autodeterminación y territorio: Si bien no se concretó la idea del Estado Plurinacional, en cambio se desarrolló mucho, tanto en el Ecuador, como en los demás movimientos indígenas, la idea de la autodeterminación como pueblo, su derecho al territorio y sus recursos naturales, el derecho a tener autoridades propias en cada territorio, el derecho a la autonomía, la administración y la aplicación de leyes propias, y el reclamo de derechos colectivos como pueblos. Ello fue recogido en el Convenio 169 de la OIT que se convirtió en caballo de lucha en varios países con presencia indígena. Sin embargo, el reconocimiento de la autodeterminación y del territorio como pueblos o naciones, se emparentó con la idea del separatismo, de manera que se bloqueó su avance . En todo caso, el balance muestra que se lograron varias cosas: en varios pueblos amazónicos y de foresta tropical se reconocieron de manera global sus territorios; en la Sierra los pueblos indígenas crearon de hecho territorios relativamente continuos que reagrupaban a núcleos étnicos de raigambre histórica; el Estado debió reconocer autoridades bajo diversas modalidades aceptables por las leyes ecuatorianas; en muchos sitios se reconoció incluso el derecho a elegir en sus ámbitos a autoridades estatales como los tenientes políticos. El Estado ha debido "tolerar" en varios casos el ejercicio del derecho consuetudinario, aunque un buen sector de la opinión pública haya puesto el grito en el cielo. A pesar de estos avances que se dieron de hecho o de derecho, el proceso de reconocimiento de territorios no avanzó más, la demanda por la ratificación de la autodeterminación consignada en el Acuerdo 169 de la OIT no prosperó, ni el proceso de democratización para reconocer autoridades propias o elegidas por los pueblos indios. Autogestión de su propio proyecto de desarrollo: Otra parte sustantiva de la propuesta india fue el reclamo por el derecho a definir sus modalidades, planes y programas de desarrollo económico, político, científico y social tanto a nivel local, regional y nacional; se reclamó el derecho a reforzar su economía comunitaria, al efecto se planteó la necesidad de un fondo especial del Gobierno para las organizaciones destinado a proyectos productivos, comercialización, créditos y compra de tierras/1; un programa especial de dotación de infraestructura básica contratada con las organizaciones: agua de consumo humano, riego, luz, caminos, transporte, salud, educación, empleo; un programa de asistencia técnica financiado por el gobierno y encargado a las organizaciones; la exoneración de impuestos, entre otras. En este aspecto, la propuesta indígena reclamaba en síntesis el derecho a un modelo propio de desarrollo, al apoyo estatal y reivindicaba el derecho a dirigirlo desde sus propias organizaciones. En el balance, el Estado benefactor de los años 80, a través de proyectos de desarrollo, otorgó algunos fondos a determinadas áreas indígenas, sobre todo para electrificación rural, vías, casas comunales, programas de atención de salud, desayuno escolar y tímidos proyectos productivos. En muchos sitios, la organización indígena jugó un papel relevante en este proceso como interlocutora del Estado. Ello fue favorecido por el importante trabajo cumplido por ONGs, Iglesias y Agencias Internacionales que trabajaron en este sentido. Sin embargo, la crisis fiscal y el cambio de modelo paralizaron o disminuyeron este proceso. La mayoría de relaciones entre el Estado, los poderes seccionales y los indígenas fueron marcados por el clientelismo político, en el que se cambia servicios por filiaciones políticas. En esas condiciones, la idea del desarrollo local endógeno y propio, quedó como una propuesta que no pudo probarse. En el balance general, la idea de reforzar la cultura propia fue la mejor lograda en el período. El derecho a un modelo de desarrollo propio solo logró movilizar algunos fondos del Estado y la consideración de las organizaciones como los interlocutores adecuados del mundo indígena. La autodeterminación y la lucha por el territorio logró un acceso a algunos recursos de tierra y cierta democratización de la administración étnica; en cambio, lo que menos avanzó fue el reconocimiento de las nacionalidades y la construcción plurinacional del Estado. En esta etapa, los indios lograron construir la más impresionante organización en el Ecuador, atrajeron una importante solidaridad de sectores no indígenas a su causas, se tejieron algunas relaciones con los pequeños nuevos movimientos sociales que surgieron y se convirtieron en un actor social reconocido, que captó la atención y el análisis de la opinión pública y académica del país. Ello fue sintetizado en una frase de su máximo líder Luis Macas: "esta fue una década ganada para los indios". III. LOS CAMBIOS Y AVANCES EN LA PROPUESTA INDÍGENA A pesar de los notorios avances logrados, los procesos del Ecuador entorpecieron notablemente el desarrollo de la propuesta india. Tres factores resultaron decisivos: 1. El agotamiento del modelo de industrialización por substitución de importaciones, las políticas de ajuste y de implementación del modelo neoliberal, privilegiaron en el tapete de las discusiones la "contrareforma" del Estado y la liberalización de la economía, que desplazaron las posibilidades de su democratización; 2. La propuesta indígena de construcción del Estado plurinacional no logró especificarse, perdiendo cierta capacidad de acción, perdiendo iniciativa frente a los opositores a la propuesta; y 3. Los procesos de globalización de la economía y el nuevo rol del Estado con la mundialización plantearon importantes cambios a los modelos de desarrollo y a la propia constitución del Estado. El movimiento indio incorporó una serie de elementos nuevos para hacer viable sus planteamientos, ajustándolos a los nuevos contextos. Asistimos a un verdadero replanteo de la propuesta indígena, que busca ser mas viable sin perder su carácter radical. La mayoría de estos nuevos planteamientos se han desarrollado en medio de la praxis política, sin que haya el suficiente tiempo para sintetizarlos: aparecen como propuestas prácticas, que muchas veces no logran diferenciarse plenamente de los postulados fundacionales que todavía persisten. Un importante ejercicio de síntesis se realizó a propósito de la Asamblea Alternativa, que además posibilitó el aporte de otros sectores negros y mestizos comprometidos con estas causas. En este artículo sintetizamos los principales cambios: La redefinición de la identidad El pensamiento fundacional había destacado que la identidad india se definía a partir de la autoidentificación y de la pertenencia de un individuo a un grupo étnico específico y el reconocimiento por esa entidad sociocultural: quichua, shuar, siona, tsáchila, etc. Sin embargo, tres realidades obligaron un replanteamiento de este principio: 1. La existencia de un numeroso sector de "indígenas" que vivían en contextos urbanos o fuera de los tradicionales territorios étnicos, que reclamaban o eran susceptibles de la propuesta indígena; 2. La existencia de grupos que habían perdido aspectos ancestrales de su cultura: idioma, vestido, costumbres, pero que se consideraban indígenas, como las comunidades de Pedro Moncayo en Pichincha, de Santa Elena y Manabí en la Costa ecuatoriana; y 3. El hecho cierto de que, la propuesta indígena ha sido bien receptada por un importante sector no indígena del campo y la ciudad, que como movimientos sociales participan al lado de los pueblos indígenas. Estos cambios, han planteado una flexibilización de la identidad indígena y una redefinición en los siguientes términos: * Se mantiene la idea de la pertenencia a determinado grupo étnico. * Se redefine la indianidad en términos de un continuum indígena-campesino, lo cual permitió la creación del Comité del Decenio y del Consejo Superior del CONPLADEIN con organizaciones indígenas y campesinas. * Se reconoce la existencia de indígenas que eventualmente no pertenezcan a un grupo étnico específico y no exhiban símbolos ancestrales de identidad. * Al trabajar como movimiento social con personas no indígenas, se las incorpora tácitamente a un nuevo concepto de indianidad, como ha sucedido en los últimos tiempos a raiz de la participación electoral. Del reforzamiento de la cultura propia a la interculturalidad En el nuevo discurso indígena hay un énfasis en la interculturalidad en diversos aspectos: jurídica, educativa, lengua y salud. Se plantea en todos lo casos "armonizar o tender un puente comunicacional con la cultura mestiza", es decir, a diferencia del pensamiento fundacional que solo planteaba acceder a otras culturas para reforzar la propia, aquí se mantiene la tesis anterior, pero se la amplía a la idea de construir una relación de comunicación con las otras sociedades, como esfuerzo de una y otra parte; o la necesidad de la vigencia simultánea de una pluralidad de visiones dentro de un Estado Unitario. Así se plantea: * Armonización y coordinación entre derecho indio y derecho nacional y pluralidad jurídica. * Educación laica, intercultural bilingüe y gratuita * Bilingüismo según la región para toda la sociedad. * La definición de las lenguas española y quichua como de relación intercultural y las otras lenguas nativas en las regiones en las que ellas se hablan. * Incorporación de las culturas indias y afroecuatorianas en los pénsum nacionales De la autodeterminación y autonomía con territorios propios a la autonomía política y la cogestión. El discurso fundacional destacaba el reconocimiento de los territorios indígenas, las autoridades propias, la autonomía y la autodeterminación. Este lenguaje, bastante anclado en el antiguo principio de la autodeterminación territorial de los pueblos recibió duras oposiciones, por haber sido interpretado como una propuesta separatista. En el debate, los pueblos indios clarificaron mejor su punto de vista, con dos elementos básicos: 1. La autonomía india debe entenderse como "autonomía política" de competencias y funciones, que puede empatarse con el concepto de descentralización de la gestión pública y el manejo de recursos; y que puede incluir a grupos no indígenas; 2. Se plantea la "Representación india en los organismos del Estado Nacional", manteniendo al mismo tiempo la idea de tener autoridades propias en los sitios en los que pueden reconocerse las autonomías políticas. Estas dos ideas, matizan radicalmente al pensamiento fundacional que había sido acusado de separatista o de políticamente inviable. En esta nueva versión se busca, de una parte cruzar al Estado Nacional con la presencia india, cuestión que se empata con la interculturalidad y de otra, se busca la viabilidad de la autonomía. De esta manera se plantea: * Representación en todos los organismos de los tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; en los gobiernos seccionales y en todos los organismos estatales, cualquiera sea su nivel. * Reconocimiento de territorios con autonomías políticas y la cogestión de los recursos naturales. Ello plantería la necesidad de un reordenamiento territorial que incluya la variable étnica Del Modelo propio de desarrollo a un Modelo propio pero viable. La concepción fundacional de la autogestión, insistía en los modelos de desarrollo propios. En la nueva propuesta, si bien se mantiene la idea del control del desarrollo por parte de la sociedad india y sus organizaciones, se admite la necesidad de asumir una serie de nuevos elementos como la gestión y evaluación de proyectos, nuevas tecnologías y la necesidad de ser viables en medio de la globalización. La nueva propuesta tiene las siguientes características: * Se basa en el desarrollo del capital humano, social, medioambiental y en el fortalecimiento de la economía interna. * Mejora la calidad de vida de las personas y familias, desarrolla su capital humano, su identidad, fortalece las organizaciones, mejora su cultura organizativa, su capacidad de gestión, impacta en los contexto locales, regionales y nacionales para crear una normatividad que favorezca el desarrollo, cambia las actitudes de la sociedad en su conjunto hacia el desarrollo sostenible, los derechos humanos y colectivos, la democracia, la equidad social y la diversidad cultural. * Aprovecha las potencialidades, recursos, habilidades y conocimientos acumulados por las sociedades indias y negras. Recupera los conocimientos universales y los incorpora críticamente para resolver los problemas. * Plantea la exploración de nuevas fuentes de ingreso: microempresas, ecoturismo, música, museos etnobiológicos, artesanías, etc. * Moviliza recursos propios (autofinanciamiento) y los recursos externos (del Estado, internacionales, de la empresa privada, etc), para acometer el desarrollo. * Incorpora una serie de cambios en los actores del desarrollo (especialmente la comuna y las organizaciones de segundo grado), para otorgarles capacidad gerencial, agilidad, eficiencia, para que incoporen la racionalidad empresarial, la rentabilidad, la competitividad, para ser viables en el mundo globalizado. * Combina e institucionaliza las diversas iniciativas productivas: individuales, familiares, redes, comuna, organizaciones de segundo grado. * Incorpora a los mestizos en el proceso, de manera de ir construyendo el Estado plurinacional y la sociedad intercultural desde abajo. De la protesta a la propuesta: la generación de políticas de Estado concertadas La táctica indígena en el Ecuador había combinado la protesta con la negociación, aunque se evocaba la idea de la toma del poder para implementar los cambios. En las negociaciones, muchos avances que se creían logrados, se perdieron en la implementación de las políticas. Estas lecciones han provocado dos cambios: 1. Plantear las propuestas en términos de concertaciones; y 2. Asegurar que las políticas sean de largo plazo. Entonces se plantea la necesidad de que se pongan en marcha "políticas de Estado", que serían el producto de la concertación y consenso con el Gobierno y las diversas fuerzas sociales. Se considera que una política de Estado lograda es la "Educación Bilingüe". Se considera que esa política debería extenderse a todos los terrenos: salud, producción, bienestar social, etc. y que debería normarse por ley, de manera que se entregan recursos, competencias y funciones de manera automática y no por negociaciones coyunturales. De la propuesta para indígenas a la propuesta nacional A diferencia de las ideas fundacionales que centraban sus planteamientos en las propuestas dirigidas a los propios indígenas, los nuevos planteos se preocupan por realizar propuestas para el conjunto de la sociedad y el Estado. Este salto es el resultado de dos reflexiones: 1. Los cambios en favor de los indígenas no son posibles sin la concertación con los no indígenas; y 2. El convencimiento de que las propuestas indígenas son beneficiosas para las sociedades no indígenas en tanto, aportan a la construcción de una propuesta civilizatoria alternativa, a un nuevo tipo de Estado y a una profundización de la democracia. Conclusión Según, la nueva propuesta india el Estado plurinacional es un Estado unitario que une lo diverso. "Significa construir una estructura político administrativa descentralizada, culturalmente heterogénea y abierta a la representación propia y participativa de todos los sectores sociales, particularmente de quienes históricamente han sido excluidos del poder estatal y de la estructura de poder imperantes"/3. De manera resumida, tendría las siguientes características: Es un estado que incorpora la representación de las nacionalidades indígenas en todos sus organismos: Ejecutivo, Parlamento y Judicial, tanto a nivel nacional, regional y local. Es un Estado que reconoce la autonomía política y la cogestión de los territorios indios y negros: reconoce funciones y competencias, autoridades propias; vigencia y promoción de lenguas y culturas locales. Estas propuestas pueden recogerse en una política de descentralización y reordenamiento territorial. Se crean gobiernos de las nacionalidades y gobiernos étnicos locales, que organizan a toda la población indígena. Se definen políticas de Estado en varios aspectos sectoriales (educación, salud, producción, seguridad social, etc) que son encargados a las organizaciones indígenas, se les dota de recursos y se las institucionaliza en leyes y políticas de largo plazo. Se crea un pensamiento intercultural, en el que, lo indio penetra a la cultura "blanco-mestiza" y la cultura india incorpora elementos de la otra cultura, para permitir un acercamiento mutuo, su vigencia simultánea y su relación respetuosa. Se tienden puentes jurídicos, políticos, tecnológicos entre la diversidad. Se crean organismos de participación y control integrados por miembros de la sociedad civil, en la que se incorporan representantes de los pueblos indios y negros en los diferentes niveles. "Se define como lenguas de relación y comunicación intercultural al español y al quichua. Las demás lenguas originarias serán oficiales en sus propias jurisdicciones territoriales/4. Se busca un desarrollo sustentable, equitativo que redistribuye la riqueza y los recursos existentes, basado en la ética, en el ethos comunitario, en el respeto a la diversidad étnica, de género, generacional. Se respetan tanto los derechos individuales de las personas, como los colectivos de los pueblos. Se plantea la necesidad de limitar el gasto en armamentismo y la necesidad de promover una cultura de paz y convivencia interna e internacional/5. Es un estado participativo, que posibilita que de todos los ciudadanos y pueblos participen en la toma de decisión, en la ejecución y el control social/6. Se crea un cuarto poder del Estado integrado por la sociedad civil, para fiscalizar, vigilar y controlar a los otros poderes, integrando a los diversos organismos de control que hoy existen y creando otros, si ellos fueren necesarios. Todos estos cambios en la propuesta fundacional, muestran una enorme capacidad de creatividad y adaptabilidad en medio de la acción política. Ello es bien distinto a lo que suponen varios analistas, que consideran las propuestas indígenas poco viables, utópicas y paralizantes/7. Mas aún. La propuesta no ha sido clausurada, todo lo contrario, está en plena elaboración, ajustes y renovaciones. Esa es su frescura y potencialidad. Notas: 1. La mayoría de estas propuestas se recogieron en el Proyecto de Reforma a la constitucin planteada por la CONAIE. 2. Comisión 2 de la Asamblea Alternativa, dirigida por Bolívar Beltrán, Pag.7 3. Comisión Número 1, dirigida por Nina Pacari, pag 2, mimeo. 4. Comisión Número 1, pag.3. 5. Ibid, pag 3 6. Ibid, pag 4 7. En el reciente Congreso de Antropología, varios ponentes señalaron que los planteamientos indígenas eran utópicos, no viables y que estarían obstaculizando su propio desarrollo. Consideramos que tales ideas son erradas, se han detenido en los planteamientos fundacionales y no han sido capaces de captar la profunda redefinición interna que los pueblos indios han introducido en sus planteamientos. * Galo Ramón es historiador e investigador ecuatoriano. * Este documento es parte de "Autonomías Indígenas - Diversidad de Culturas, Igualdad de Derechos". Serie Aportes para el Debate No. 6.
https://www.alainet.org/es/active/974
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