Otra invención del imperio

18/10/2005
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En nuestro Ecuador, como casi en toda América Latina, ha existido elevados niveles de violencia que según estudios de los intelectuales e investigadores del sistema viene desde las calles, de los delincuentes y de los grupos de izquierda. Pero jamás se ha señalado la violencia que se originó desde las instituciones de la fuerza pública y el Estado, estos terminan siendo las blancas y buenas palomitas. Sin embargo no podemos olvidar a los grandes escuadrones de la muerte que se crearon desde el poder para acabar con quienes pensaban que el gobierno y el sistema estaban equivocados. El Estado y los gobiernos han sido los principales impulsores de la violencia en sus diferentes manifestaciones. ¿Acaso no es violento que miles de ecuatorianos sean despojados de su derecho al trabajo? ¿No es violento que miles de ecuatorianos subsistan con menos de un dólar diario? ¿No es violento que miles de hombres, mujeres y niños vivan en condiciones infrahumanas? ¿No es violento el hecho de que las grandes mayorías seamos sometidas a la dictadura de una minoría corrupta?... Recordemos a las denuncias de Hugo España, sobre los escuadrones de la fuerza pública, responsables de tortura y asesinato; el caso de los hermanos Restrepo, el asesinato del diputado Jaime Hurtado, donde jamás se sancionó a los verdaderos responsables. Estos crímenes evidenciaron la política de persecución que desde el Estado y el imperio se impulsa contra las personas que se oponen al sistema. Estas tácticas de represión fueron aplicadas en forma directa, sin reparos, sin máscara. Pero ello trajo consigo una aparente ausencia de enemigo del sistema, los que quedaron pasaron a formar parte del juego democrático, otros se acomodaron fácilmente a las reglas neoliberales y otro pequeño grupo que aunque no abandonó sus principios quedaron en la inactividad política. Esta ligera ausencia de la oposición revolucionaria ocasionó dispersión e inmovilización de los grandes grupos de represión formados por el imperio. Al tener este vacío, que no le permitía al imperio contar con argumentos para sus planes militares y represivos, decidió inventarse grupos haciéndolos pasar como guerrilleros, les idearon siglas y levantaron toda una campaña a través de los medios de comunicación-desinformación para movilizar a su favor a toda la opinión pública. En el año 2000, se inventaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Ecuador (FARE), supuestamente entrenados en Colombia y que constituían un brazo de las FARC-EP. Más adelante, el primer año del gobierno de Gutiérrez aparecieron las Milicias Revolucionarias Populares (MRP), que decían ser un grupo guerrillero que firmaba sus comunicados de prensa con la consigna “que viva el terrorismo”. El MRP se adjudicó atentados y amenazas de muerte a dirigentes sociales e indígenas que se oponían a la política entreguista de Gutiérrez. Pero todo quedó al descubierto, las mismas camarillas se encargaron de desenmascararse por sus serias contradicciones. Ellas fueron directo al fracaso, pues el pueblo no es tonto como para creer semejantes estupideces. Ahora nos vuelven a crear otro grupo supuestamente guerrillero, el Ejército de Liberación Alfarista (ELA), que según fuentes de “inteligencia” recibieron entrenamiento en Colombia y Venezuela, y están constituidos con doscientos integrantes, fundamentalmente jóvenes. Se dice que decidieron retomar las armas los ex-Alfaro Vive y Montoneros Patria Libre en virtud de que los gobiernos han incumplido con los acuerdos. La pregunta es ¿qué inteligencia se atreve a realizar declaraciones públicas de una investigación seria y responsable para la seguridad del Estado? ¿Qué inteligencia daría información de sus investigaciones para que los supuestos subversivos tomen medidas de seguridad? ¿Cómo es posible (según el Diario del Comercio), que el ELA haya decidido replegarse si hasta ahora no ha realizado ninguna ofensiva? Por favor no nos vengan otra vez con ese cuento, ya no lo comemos ni lo comeremos jamás. Todo esto son patrañas creadas desde el Pentágono y la Casa Blanca. ¿Cuáles son los objetivos de esta nueva invención? Desestabilizar el proyecto de integración regional que viene impulsando el gobierno de Venezuela, y posiblemente lograr rupturas diplomáticas con Ecuador. Impulsar una participación más activa y directa de las Fuerzas Armadas ecuatorianas en el conflicto colombiano. Lograr que el Ecuador se pronuncie reconociendo a las FARC como una organización terrorista y no guerrillera. Acelerar la represión de miles de ecuatorianos que luchan por la construcción de un nuevo Ecuador. Espera el imperio que esta invención sea el pretexto para ampliar sus bases miliares, la intervención armada y la represión a toda escala. Entonces habrá que concluir diciendo que el ELA es una invención más del imperio, para reprimir a nuestros pueblos.
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