Entrevista a Angélica Benítez., luchadora social de Honduras

Los TLC van a empeorar la situación económica

27/09/2005
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Las luchas sociales fueron y siguen siendo parte de la vida diaria en lugares geográficos tan disímiles como Honduras, España, Alemania o El Salvador. Angélica Benítez, licenciada en derecho y diputada suplente al Congreso Nacional de la República de Honduras, ha sido testigo de excepción de estos movimientos sociales, por su protagónico papel como luchadora social dentro de las organizaciones populares de la zona norte del país vecino. A un mes y medio desde que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobara el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y la República Dominicana, entrevistamos a la abogada hondureña para preguntarle sobre las consecuencias que la nueva alianza económica puede tener en el estado colindante. - ¿Cuáles son las perspectivas económicas en Honduras después de que se haya aprobado el TLC? Desde luego el futuro no es halagador. Desde el movimiento social creemos que los tratados de libre comercio, más que mejorar, van a venir a empeorar la situación económica del país, ya que los pocos recursos que aún están en manos de los hondureños van a pasar a las manos de las grandes transnacionales. Los medios de comunicación muestran que en las encuestas la gente afirma que el TLC va a ser una oportunidad para exportar los productos que se producen en Honduras, pero, por el contrario, no informan a la gente de todas las dificultades que un pequeño productor o artesano va a tener para exportar su producto. El movimiento de los trabajadores hondureños ha sido importante y de características muy definidas desde la década de los cincuenta en que se realizaron las primeras acciones por el reconocimiento jurídico y por reivindicaciones de previsión social. - ¿Existe en la actualidad un movimiento social organizado en el país? En Honduras, el movimiento social sufrió un estancamiento en la década de los 90. Estaba prácticamente desarticulado, convertido en una especie de ONGs que buscaban hallar solución a la problemática nacional a través de la incidencia y actividades similares, pero se abandonó la lucha y el movimiento popular hondureño degeneró y se desmovilizó. Sin embargo, a principios de este nuevo siglo comienza a resurgir el movimiento popular, y toma su mayor fuerza con la lucha que se emprendió para que no se aprobara una ley que buscaba privatizar el agua potable. En la actualidad existen varias organizaciones populares a nivel regional; nosotros pertenecemos a la Asamblea Popular permanente, que se integra dentro de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular. En la lucha contra el TLC destacaron diferentes organizaciones que asumieron el mayor protagonismo en la lucha, aunque en el fondo éramos los mismos pero con diferentes nombres. - ¿Qué tipo de manifestaciones sociales se dieron contra la aprobación del TLC en Honduras? Por ejemplo, el día en que se aprobó el TLC había una manifestación en los bajos del Congreso Nacional y nosotros, como diputados, facilitamos el acceso de la gente al pleno del congreso, de modo que los diputados salieron prácticamente huyendo. Se instaló un congreso popular y, simbólicamente, se sometió a discusión la aprobación del TLC. No se aprobó, sino que se derogaron varios “paquetazos” de medidas fiscales, se bajó la canasta básica, se aprobó un incremento general de los salarios… Un acto simbólico, pero que no pasó inadvertido y tuvo un coste político para el gobierno de Honduras, dado que la aprobación del TLC no pasó desapercibida. - ¿Cree que este tipo de movimientos populares realmente puede influir en las decisiones gubernamentales o es, más que nada algo simbólico? Sí, puede influir. Por ejemplo el 26 de agosto de 2003 tuvo lugar el momento culminante del movimiento social en contra de la privatización del agua. Fue una marcha nacional, multitudinaria, y se paralizó la capital de la república. Sin embargo, y aunque aún existe la capacidad de incidir, el movimiento se ha debilitado. En la actualidad estamos en un proceso electoral, ya que celebramos las elecciones el 27 de noviembre y muchos de estos compañeros vamos como candidatos. Se puede decir que se fortalece lo político-electoral pero se debilita la lucha, aunque también el voto es un modo de lucha para la población. El problema del agua Habla de manifestaciones contra la privatización del agua y desde el punto de vista Global, el problema de la provisión de agua está calificado como el más grave del presente siglo (Conferencia de Johannesburgo agosto del 2002). - ¿Cuál es la situación del sistema de gestión del agua en Honduras? El sistema de agua potable funciona de diversas formas en Honduras. La mayoría de los sistemas está manejado por las municipalidades; el 30%, aproximadamente, está controlado por el Servicio Nacional de Alcantarillado y Aguas (SANAA) y una gran parte de los sistemas comunitarios pertenecen a las propias comunidades. En estos últimos, la gente, con su propio esfuerzo, ha comprado los materiales para tener sus propios proyectos de aguas. La tendencia actual en Honduras es a municipalizar, a privatizar el sistema, porque los sistemas de SANAA tenían 5 años para pasar a manos de las municipalidades, pero las municipalidades, como ha pasado en el caso de San Pedro Sula, afirman que no pueden administrado y finalmente se lo pasan a una transnacional. Como resultado, se encarece el agua y se reduce la calidad de la misma. - Y, además de la gran manifestación de agosto de 2003 en contra de la privatización del agua, ¿ha habido más movilizaciones de la sociedad? Desde luego ha habido focos de movilización, pero en ciudades importantes como San Pedro Sula, que ya tienen el problema, las organizaciones no se han manifestado. Pero en los municipios en los que la gente tiene un grado mayor de conciencia no creo que suceda eso, no van a permitir que les quiten sus proyectos de agua, ya que saben que lo primero que van a hacer es colocarles un contador. Ya ha habido antecedentes en nuestro municipio en que le gente ha arrancado los contadores, para seguir con el sistema de una tarifa general para toda la comunidad. Donde no hay movilización popular, allí se va a privatizar, y donde hay más movilización no. La huida de las maquilas - Es un hecho de máxima actualidad en El Salvador que las maquilas se están yendo para China, porque dicen que la mano de obra es más barata y hay menos movilización de los trabajadores. ¿Ha afectado esta situación a las maquilas de Honduras? Las maquilas, por su propia naturaleza de “industria golondrina”, como se le denomina, no es un fenómeno nuevo en Honduras. Prácticamente desde que se instaló la maquila se da este fenómeno; llegan, se van, se abren nuevas empresas… y es una constante dentro de esa industria. Pero últimamente sí se ha incrementado el cierre de fábricas, con el agravante de que ahora se van, cierran las instalaciones, y dejan a los trabajadores sin el pago de sus prestaciones laborales, desamparados, con la necesidad de embargar y de utilizar recursos legales para poder cobrarse de las maquinarias, de las que para entonces sólo suelen quedar las más obsoletas. Y la gente pierde sus prestaciones o, como mucho, logra sólo recuperar una pequeña parte de las prestaciones. - ¿Y cuál es la consecuencia, no sólo en los trabajadores de las maquilas, sino en la sociedad en general de que las economías se estén moviendo hacia los países asiáticos? Los gobiernos presentes, y parece que futuros, de nuestros países, centran sus propuestas de generación de empleo en las maquilas; no se fortalece la producción nacional ni otras fuentes de empleo, sino que se promueve la maquila como si fuera la panacea de creación de empleo. Por ello, si nuestras economías dependen de las maquilas, además de las remesas, se genera un fuerte impacto en la vida cotidiana de la gente que veían la solución en este tipo de empresas que ahora se van hacia Asia. En consecuencia, sólo la migración aparece como respuesta. - ¿Y qué tipo de iniciativas alternativas o iniciativas económicas podría crear el Gobierno? Proponemos que se fomente la producción nacional, desde los diferentes aspectos. El campo, por ejemplo, está abandonado en Honduras. El gobierno se ha hecho el desentendido. A partir de principios del 90, se aprobó una ley de modernización agrícola que derogó los artículos más importantes de la ley de reforma agraria, que eran los artículos que permitían recuperar las tierras que estaban ociosas. Todo este proceso de reforma agraria se vio truncado y hoy en día se entregan títulos individuales o colectivos. Hasta ahí llega la labor del Gobierno. No hay asistencia crediticia, no hay asistencia técnica, ni apoyo para la comercialización de los productos. Vemos que hay que apoyar el campo, pero sin olvidar el resto de la producción nacional. Nuestro país es mayoritariamente forestal y este es un recurso que también se desaprovecha. Se deforestan los bosques sin mayor protección del Gobierno, y quienes se benefician son los grandes madereros, los exportadores. El estado debe ser una fuente de generación de empleo, a nivel central y a nivel municipal. Creemos que se deben crear cooperativas que generen empleo, y a nivel local empresas familiares que generen un ingreso permanente para las familias. - Irantzu Zubiaur, CEICOM Fuente: http://www.ceicomobservatoriodelsur.org/mod-pagesetter-viewpub-tid-6-pid...
https://www.alainet.org/es/active/9369
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