¡Patria si, colonia no!

14/10/2014
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Este fue el grito de guerra y de victoria lanzado por el pueblo boliviano al festejar el arrollador triunfo electoral de Evo Morales, quien continuará en la conducción de su patria hasta el año 2020. Un grito de guerra contra el colonialismo apenas disfrazado que le cayó a Bolivia, luego de su primera independencia.
 
Grito de guerra contra el atraso y la miseria causados por los terratenientes, los barones del estaño y las compañías petroleras norteamericanas, que empujaron al país a la infame Guerra del Chaco, 1932/35, en la cual perecieron 80 mil bolivianos, la mayoría indígenas reclutados a la soga, supuestamente para defender la soberanía nacional, hollada por el ejército paraguayo, a su vez armado por los monopolios petroleros de Inglaterra.
 
Guerra, en fin, contra el neoliberalismo en cuyo nombre Bolivia se convirtió en cárcel, cementerio y pueblo de multitudes hambrientas, azotadas por dictaduras militares impuestas por el Pentágono a través del Comando del Pacífico Sur. Basta, al respecto, recordar el siniestro nombre del general Theodore Bogart, quien estuvo dirigiendo en 1962 en Cuenca el pronunciamiento subversivo del coronel Aurelio Naranjo, y en 1963, en La Paz, orquestando el golpe de Estado que llevó al poder al general René Barrientos, poco después convertido en el asesino del Comandante Che Guevara, "¡Patria sí, colonia no!" Grito de guerra contra el pasado de injusticias y oprobio, grito de triunfo de un pueblo que, tras de cinco siglos de padecimientos, postergación y discrimen, se siente por primera vez dueño de su destino y de su futuro. Este es un camino sin retorno. Los bolivianos saben que el pasado no volverá jamás.
 
El gran conductor de su pueblo ha señalado que la histórica ruta que está por delante apunta contra el imperialismo y el capitalismo, y que, a la vez, su victoria es la victoria de la revolución latinoamericana que, con distintos matices y diferentes grados, sacude al continente, reafirma la fe de Nuestra América en su segunda y definitiva independencia, fortalece los nexos fraternos de los pueblos que Bolívar no alcanzó a liberarlos definitivamente. Al mismo tiempo Evo Morales dio una lección de antisectarismo a los revolucionarios del continente, al demostrarles que su triunfo fue posible gracias a la más amplia unidad de partidos, grupos, movimientos sociales y personalidades, sin exclusiones ideológicas ni extremismos programáticos.
 
Mientras las mentes colonizadas del continente celebraban el mal llamado "descubrimiento de América", ocurrido en 1492, el 12 de octubre del 2014 la resistencia indígena y latinoamericana vengó a sus millones y millones de víctimas con este rotundo triunfo de la libertad y la esperanza. Es que estamos en la hora de la resurrección continental, del renacimiento de nuestros héroes. Aquí mismo, en Quito, el reciente 8 de Octubre en la Cancillería ecuatoriana, en el Palacio de Najas,- allí, donde antes se mantuvo un reducto conservador de sometimiento colonial-,se celebró por primera vez un acto público en memoria del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, cuya figura ondeó en las banderas del pueblo boliviano al anunciarse la victoria. 
 
Claro que esta histórica victoria, por contraparte, desatará las furias del imperio, que redoblará sus planes y maquinaciones para impedir el avance de América Latina y el Caribe, su clásico traspatio de antaño. Pero nuestros pueblos están aleccionados suficientemente, Saben que mientras saludan al amanecer y cantan a la paz, deben tener el fusil listo y engrasado junto a la cama.
 
Jaime Galarza Zavala es escritor ecuatoriano
 
 
Foto: Vicepresidencia de Bolivia
 
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