EU.- SINA.- El negocio no es otorgar visas, sino negarlas (II)

Néstor García Iturbe

21/08/2014

Opinión

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Tal y como había prometido, vuelvo a informar sobre este asunto. Esperé un tiempo para escribir el segundo artículo, con la esperanza de que las autoridades estadounidenses tomaran medidas que cambiaran sus métodos y el tratamiento a los cubanos que solicitan visa para viajar a Estados Unidos.

Hoy puedo decirles que la cosa está de mal en peor.

En el día de hoy, cuando transitaba por frente al edificio de la Sección de Intereses, una señora entrada en años, considero que debía tener cerca de setenta años, cruzaba la calle, pasaporte en mano, llorando desconsoladamente porque le habían negado la visa.

Según planteó, quería viajar para ver a su nieto, que nació hace pocos meses. El funcionario que la atendió le dijo que ella era un caso propenso a quedarse en Estados Unidos. No valió para nada que explicara su esposo y toda la familia está en Cuba, el esposo está enfermo y nunca lo dejaría.

Dice que lloraba no solamente porque no podía viajar, sino también porque su hijo tuvo que hacer un sacrificio para enviarle los 160 cuc que tenía que pagar en la SINA y ahora no le daban la visa, ni se los devolvían.

Le dijeron que volviera dentro de algunos meses y ella se pregunta ¿Para qué?, ¿Será para volverle a cobrar 160 cuc y negarle nuevamente la visa? En definitiva cree que es mejor esperar y que el hijo y su familia viajen a Cuba. Aquí la cosa es más segura, comentó.

Otro caso fue el de un hombre de más de 80 años. Comentaba que había venido siete veces a solicitar la visa y en todas las oportunidades se la habían negado. ¿Ustedes saben cuánto esto le ha costado a mi hija?, más de mil cuc y total para nada.

Dice que cuando le dijeron que esta vez tampoco le darían la visa, le rompió los papeles en la cara al funcionario y le dijo que se metiera la visa por una parte del cuerpo que no quisiera repetir.

Este señor se sentó en el murito de la cafetería en los bajos de la Funeraria de Calzada y K y estuvo cerca de media hora pronunciando un discurso en el que mencionaba frecuentemente a la SINA, que lo habían engañado y otorgaba toda una serie de calificativos a los funcionarios de la misma.

Otro caso que finalmente salió bien fue el de una mujer de mediana edad que solicitó viajar porque a la hermana deben hacerle un injerto en la médula. Son cuatro hermanas, después de varias investigaciones, la única que pudiera hacer la donación para salvar a la hermana es la que está en Cuba, que por cierto cuando todo termine regresará a Cuba para estar con su esposo, hijos y nietos.

A pesar de toda la documentación presentada, que incluía certificados y análisis realizados en Estados Unidos y en Cuba, una carta del Hospital donde se encuentra la hermana en Estados Unidos, el funcionario le negó la visa.

Según plantean los que estaban dentro de la SINA, el escándalo que formó aquella mujer fue de altos quilates, tanto, que provocó además de la presencia de la seguridad interna la de otro funcionario, al parecer de mayor categoría, que al ver todos los papeles ordenó de inmediato que le dieran la visa.

Dentro de los funcionarios de la SINA algunos se destacan por la negativa de visa, lo cual al parecer no es solamente por la característica de la persona que la solicita, sino también por lo que ya denunciamos en una oportunidad, de tratar de obtener algún beneficio económico del asunto.

Una joven, de aproximadamente treinta años, mientras caminaba por la calle Calzada, comentaba con su acompañante que nuevamente le había tocado “el loco del tic nervioso”, que en esta oportunidad volvió a insinuarle que lo de la visa podía arreglarse, ella le ofreció una cantidad que no alcancé a escuchar, pero él le dijo que era poco.

El comentario generalizado de muchos de los que salieron este día de la SINA es que muy pocos de los que solicitaron visa la obtuvieron y que en todos los casos les dijeron que debían volver nuevamente, claro está, con otros 160 cuc en la mano.

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