Avances en la integración del Sur
Acuerdos Argentina-Venezuela: un ejemplo a seguir
04/02/2005
- Opinión
Buenos Aires y Caracas lograron acuerdos estratégicos a corto, mediano y largo plazo. Venezuela reemplaza proveedores estadounidenses por argentinos. Un trazo audaz en materia de integración regional.
A rgentina y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) tuvieron una semana movida. Sobre todo en cuanto a la integración del Río de la Plata con la República Bolivariana de Venezuela. El presidente de ese país, Hugo Chávez, visitó por quinta vez Buenos Aires y avanzó sobre asuntos que habían sido anunciados pero hasta ahora nunca profundizados.
La visita de Chávez dejó muchas esperanzas en el mediano y largo plazo. En concreto, se firmaron acuerdos en materia energética, comercial, comunicacional y agropecuaria.
En materia energética, se acordó un memorándum de entendimiento entre la argentina ENARSA y Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). Como objetivo se fijó establecer un marco para desarrollar proyectos en el área hidrocarburos, en todas las fases del negocio: exploración, extracción, refinación, comercialización y transporte en todo el territorio, aunque se dejó trascender la incorporación de “terceros interesados”. Este punto tiene una trascendencia especial: es intención manifiesta del presidente Chávez conformar un gigante del petróleo integrado por PDVSA, ENARSA y la brasileña Petrobras, cuyo nombre tentativo sería PETROSUR.
En lo coyuntural, PDVSA proveerá a Argentina de hidrocarburos líquidos, por 8 millones de barriles de fueloil y un millón de barriles de gasoil por año, destinados a la generación de energía térmica. El objetivo es que este combustible sustituya al gas durante el invierno.
Lo de la construcción de buques petroleros para la división marítima de PDVSA era cierto. En algún momento se había sostenido que se podría tratar de una versión generada en Buenos Aires, pero en esta visita del mandatario venezolano se puso negro sobre blanco y se supo que el pedido comprende cuatro buques tanque, por un monto por unidad de 60 millones de dólares ( 240 millones en total). La construcción de los navíos se realizará en los astilleros Río Santiago, de propiedad estatal y localizados en Ensenada, muy cerca de esta ciudad.
También se firmó un memorándum de entendimiento por el cual Argentina proveerá a Venezuela de aceleradores lineales para el tratamiento de enfermedades oncológicas y de ascensores para hospitales públicos en la nación caribeña. Asimismo, se concretó la exportación de 890 vaquillonas de la raza Holando-Argentino, con posibilidad de adquirir 3.000 animales más, para suplir la casi inexistente producción láctea y cárnica de Venezuela.
Chávez logró que el gobierno de Buenos Aire se sume al proyecto Televisión del Sur (Telesur), tendiente a la puesta en marcha de una cadena informativa que contrarreste la influencia de los medios de los grandes países hegemónicos, especialmente de Estados Unidos. El presidente venezolano señala cada vez que puede que la batalla informativa en la lucha contra la dependencia y la pobreza es de carácter estratégico
En cuanto a las perspectivas a mediano plazo, Chávez confirmó que se encuentra muy avanzada la negociación para comprar los activos de la angloholandesa Shell en Argentina, operación que se haría en conjunto con ENARSA y Petrobras. Además, el mandatario reafirmó su idea de que Argentina se incorpore a la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).
El ministro de Energía y Minas venezolano, Rafael Ramírez, sostuvo que las conversaciones con Shell están avanzadas y que espera una resolución en las próximas semanas. "Esperamos que se resuelva lo más pronto posible, pero el detalle de la negociación es confidencial", dijo Ramírez al diario porteño El Cronista.
El presidente Chávez admitió que "hay un interés común. Shell está retirando inversiones de América Latina, mientras nosotros queremos invertir", y agregó que hay buenas posibilidades de que PDVSA compre la refinería, las estaciones de combustibles y los canales de comercialización que tiene Shell en el país.
En el largo plazo, las perspectivas indican un beneficio para los exportadores argentinos. Ramas fabriles, como la de la automotriz, la del papel y cartón, la del plástico y sus manufacturas, y los cereales, tienen las mayores oportunidades de realizar negocios de exportación a la República Bolivariana de Venezuela. A su vez el mercado argentino ofrece posibilidades de crecimiento a las ventas venezolanas en rubros industriales tales como plástico, caucho y las manufacturas de ambos productos, y en fundición, hierro y acero.
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Economía Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores (CEI), las exportaciones de Argentina hacia Venezuela sumaron pasaron once meses de 2004 de los 397 millones de dólares a los 430 millones, mientras que las importaciones de ese origen llegaron a 52 millones. El superávit resultante de 345 millones, es el más alto en intercambio bilateral. En relación a igual período de 2003 el crecimiento de las exportaciones llegó a 188 por ciento y el de las importaciones fue de casi cinco veces”.
Las mayores ventas de Argentina a Venezuela se concentran en máquinas y aparatos, productos de la industria farmacéutica, grasas y aceites y manufacturas del acero.
Estas tendencias indican la buena voluntad que impera en las relaciones con Venezuela. Ese país no es una potencia económica –aunque posee las mayores reservas de petróleo fuera de Medio Oriente, o del mundo según dijo Chávez en Buenos Aires- y sin embargo estimula la integración con sus vecinos. La construcción de barcos en Argentina se inscribe en esa línea, ya que anteriormente las naves se botaban en astilleros de Estados Unidos. El Ejecutivo de Caracas privilegió realizar los pedidos a un país “hermano”, sin beneficio económico alguno. Dicho esto sin desmerecer la capacidad de los técnicos y trabajadores de Río Santiago, que supieron ser líderes en la industria naval.
En otro ámbito, la balanza comercial argentina general cerró 2004 con un superávit de 12.133 millones de dólares.
Las exportaciones fueron récord, pero sólo aumentaron un 29 por ciento en relación a 2002, mientras que las importaciones completaron un segundo período de crecimiento acelerado y sumaron un alza del 148 por ciento respecto del nivel de dos años atrás.
Asimismo, a diferencia de las ventas, que crecieron fundamentalmente por el tipo de cambio y los buenos precios de las materias primas y continúan concentradas en los envíos de productos agropecuarios, el valor creciente de las importaciones responde al aumento de las cantidades, que se diversifican a la par de la recuperación de la economía.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) anunció que la balanza comercial de diciembre pasado arrojó un saldo de 867 millones de dólares, uno de los más bajos del año, a partir de la diferencia entre las ventas por 2.962 millones y las importaciones por 2.095 millones.
Con estas cifras, Argentina completó el 2004, segundo año de caída del saldo comercial, luego del máximo de 16.700 millones de dólares registrado en 2002 a partir de la abrupta interrupción de las importaciones, que sumaron menos de 9.000 millones en ese período.
Desagregadas, las ventas de manufacturas de origen agropecuario (MOA) tuvieron una participación del 34 por ciento de las ventas y el 20 por ciento correspondió a productos primarios en general. Las manufacturas de origen industrial (MOI) llegaron al 28 por ciento, y el 18 por ciento restantes correspondieron a combustibles y energía.
Entre los rubros de mejor desempeño se destacan los envíos de trigo, soja, naftas y petróleo crudo, con un incremento promedio de 27 por ciento.
El MERCOSUR continúa siendo el mayor destinatario de las ventas externas argentinas: allí se concentraron el 19 por ciento de los envíos. La Unión Europea (UE) recibió el 18 por ciento.
Es de destacar que, a raíz del aumento de los envíos a China, la nota de 2004 la dieron los envíos a Asia, con una suba del 10 por ciento respecto del año pasado.
Otro 15 por ciento de los envíos fue al NAFTA (el bloque que integran Estados Unidos, México y Canadá), mientras que a Chile se exportó el11 por ciento del total y 5 por ciento al resto de América Latina.
En relación a las importaciones, el principal abastecedor del país fue el MERCOSUR, bloque al que se compró el 38 por ciento del total.
El crecimiento de alrededor del 5 por ciento de la economía del mundo en 2004 disparó un fuerte incremento en las exportaciones de América Latina, donde el aumento fue de 22 por ciento con respecto a 2003. Los mayores beneficiados fueron aquellas naciones cuyo comercio exterior está basado en productos primarios, debido a que los precios internacionales de estas mercancías se mantuvieron en un buen nivel en 2004.
En particular los países exportadores de petróleo (Venezuela) y metales (Chile, que lideró las tasas de crecimiento de las exportaciones de la región) fueron los grandes ganadores del año. Las ventas externas chilenas crecieron 52 por ciento, mientras que las de Venezuela y Brasil lo hicieron un 32 por ciento. Las de Argentina, en cambio, aumentaron 17 por ciento.
Los números indican que el momento es el propicio para la consolidación de las relaciones entre las naciones latinoamericanas. El contexto económico internacional ayuda y la verdadera integración puede concretarse con perspectivas sólidas de éxito.
Agencia Periodística del MERCOSUR -APM-
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